El compañero común que está arruinando las patatas
Aquí les dejamos algunas claves para evitar su germinación y que así puedan mantenerse frescas durante más tiempo.
Las patatas son consideradas un alimento indispensable en casi todos los hogares del mundo. Su facilidad a la hora de cocinarlas de infinidad de formas y platos junto a su bajo coste y su rápido crecimiento hacen de ellas un ingrediente estrella, muy nutritivo y recurrente en todas las cocinas.
Pero no todo es positivo ya que también esconden una parte negativa y es su facilidad para germinar y convertirse en un producto tóxico y no apto para el consumo humano. Para ello hay que conocer cuáles son los principales enemigos de la patata y cómo neutralizarlos de forma adecuada.
Entre los principales factores que influyen en la correcta conservación de las patatas estaría en primer lugar, el hecho de meterlas junto a las cebollas, una práctica bastante común en los hogares y que sin duda, es un factor clave para que la germinación de la patata se acelere.
Aunque del mismo modo que la cebolla es un mal aliado para la patata, hay otras frutas y hortalizas que sí son beneficiosas para una correcta conservación y mayor durabilidad de las patatas.
Esto se produce gracias al etileno, un gas que desprenden durante la maduración distintas frutas como pueden ser los plátanos, melones, peras o manzanas y que ayuda a ralentizar la germinación de la patata. Pero hay que tener cuidado, ya que si se juntan con determinados cítricos, con brócoli o con la coliflor, el efecto puede ser el contrario.
Cómo conservar las patatas correctamente en casa
Continuando con los condicionantes que pueden ser muy negativos para las patatas, no podemos olvidarnos de la luz y la humedad, ya que son dos factores que pueden hacer que las patatas maduren mucho más rápido y con ello, pierdan calidad, consistencia y se ablanden.
Este es el motivo por el cual en los supermercados siempre se encuentran en bolsas con agujeros que dejan pasar el aire y así dejar respirar a la patata. Además, los expertos recomiendan no colocarlas nunca en envases de plástico, sino que siempre será una mejor opción colocarlas en bolsas de tela o en una caja de madera.
En cuanto a la luz, como ya se ha mencionado anteriormente, supone otro de los grandes peligros para una conservación idónea de las patatas, ya que provoca que estas germinen más rápido, se encojan y pierdan turgencia. Además, también es muy posible que aparezcan la clorofila y los glicoalcaloides, que provocan un sabor amargo al paladar y enverdecen a la patata.
Por último, y en este sentido, es importante mantenerlas siempre a una temperatura fresca, entre 7 y 11 grados, para evitar que los tubérculos pierdan agua y se oxiden. Para evitarlo, es aconsejable dejarlas fuera de la nevera para que no se oscurezcan y se endulcen debido a la pérdida de almidón.