EEUU, Japón y China se pegan por una pasta de tomate de un pueblo de Sevilla

EEUU, Japón y China se pegan por una pasta de tomate de un pueblo de Sevilla

La Cooperativa Las Marisma de Lebrija prevé que se alcancen las 144.000 toneladas de tomate fresco. 

Tomate concentrado en una imagen de archivo.Getty Images

La Cooperativa Las Marisma de Lebrija, en la provincia de Sevilla, trabaja a pleno rendimiento estas semanas. La previsión de esta fábrica de tomate concentrado es que se alcancen las 144.000 toneladas de tomate fresco -120.000 kilos por hectárea-, lo que sitúa esta campaña dentro de la media histórica del cultivo, según ha informado El Correo de Andalucía

La cosecha ha sido buena, "incluso puede que terminemos con cifras mejores que otros años", señala al mismo medio el presidente de la cooperativa, José Tejero, que se muestra optimista después de dos años en blanco por el azote de la sequía.

Las dos últimas campañas -tras casi 45 años desde que la cooperativa está en pie- han sido de las más difíciles, con el cierre total de las instalaciones. Las instalaciones, sin embargo, han experimentado varias ampliaciones para dotarla de la última tecnología y ahora tiene una capacidad para más de 5.000 toneladas al día de tomate fresco.

Este año las lluvias llegaron tarde, por lo que la cosecha ha sido corta y el terreno plantado es menor. A pesar de esto, la productividad está siendo alta. En concreto, en la fábrica de procesado de Lebrija el procedimiento que se lleva a cabo es el de sacar el agua del tomate. 

"Así el transporte también se abarata al ocupar menos volumen y nosotros no añadimos nada, solo extraemos el agua", señala Tejero, quien prevé que la campaña concluya a mediados de septiembre -empezó a principios de agosto-. Todo esto, sin embargo, depende de diversos factores como las lluvias, las posibles averías en fábrica o las propias producciones.

La cooperativa vende tomate concentrado a sus clientes en bidones de 200 litros. Cada empresa después procesa este componente y su destino final se reparte entre pizzas o distintas salsas, como el ketchup. "Nosotros no llegamos al consumidor final, si no que vendemos a fábricas con volúmenes bastantes grandes", aclara Tejero. 

Titania
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Santander

Los receptores de este concentrado de toamte que sale de la fábrica de Lebrija son otras zonas de España, Europa y países como Estados Unidos, Alemania, Italia, Japón, Turquía o China. "Nuestras instalaciones están dotadas con las últimas tecnologías, lo que hace que nuestra pasta de tomate sea de una alta calidad", agrega el presidente.