Destapan el intento de copia de los trenes españoles del Gobierno
Se llegó a programar una visita a Budapest, pero se suspendió por sorpresa.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible de Óscar Puente vuelve a estar en el centro de la polémica. En concreto, según La Vanguardia, por una posible operación en la que se solicitó a Renfe actuar como intermediario para evaluar la capacidad industrial del consorcio húngaro Ganz-Mavag, que ha lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) para hacerse con el 100% de las acciones de Talgo.
Según cuenta el diario catalán, en los primeros días de mayo Renfe habría recibido desde el ministerio de Óscar Puente, instrucciones de trasladar a Talgo y a Ganz-Mavag el interés del Gobierno por conocer las instalaciones de la planta de producción de material ferroviario en Dunakeszi, que tiene el consorcio húngaro a pocos kilómetros de Budapest.
En comparación con las de Talgo, la planta de Ganz-Mavag en Dunakeszi ocupa 270.000 metros cuadrados, con aproximadamente 70.000 dedicados al espacio industrial, y tiene una capacidad para fabricar 300 trenes al año. El consorcio húngaro había planeado replicar en la planta de Budapest la producción de la fábrica de Rivabellosa en Álava.
Sin embargo, el plan para la visita a esta fábrica, programada para el 29 y 30 de mayo, se suspendió sin previo aviso y sin una explicación clara, según las fuentes consultadas por La Vanguardia. El Gobierno, en cambio, habría manifestado que la falta de concreción del consorcio húngaro para fijar una fecha y la escasa colaboración de Ganz-Mavag, le habría llevado a decidir no desplazar a técnicos de Renfe hasta Budapest.
La oposición del Gobierno a la OPA de Ganz-Mavag sobre Talgo ha sido contundente desde que se anunciase la operación. Las conexiones del consorcio con el gobierno de Viktor Orbán se perciben como un riesgo para la tecnología estratégica que utiliza el fabricante de trenes vasco. Además, considera que el grupo húngaro no tiene la capacidad industrial cumplir con los compromisos de Talgo con sus clientes.
Curiosamente, la suspensión de la visita a la planta de Ganz-Mavag coincidió con una serie de encuentros entre el ministro Óscar Puente y el fabricante checo Skoda, que en su momento propuso una oferta alternativa para contrarrestar la del consorcio húngaro. Una propuesta que pasaba por combinar sus negocios con los de Talgo, pero que el consejo de administración de la empresa española ha rechazado porque considera que la OPA del grupo húngaro garantiza los recursos financieros e industriales necesarios para afrontar el presente y futuro de la compañía.