Danone escapa del abismo con golpe a los sueldos
La multinacional francesa, que lucha por mantenerse a flote, se enfrenta a nuevos retos en el mercado de los productos lácteos y proteínas vegetales.
Danone ha dado un giro drástico a su estrategia para mantenerse a flote en un escenario marcado por la inflación y el encarecimiento de los costes de producción. Desde 2020, la compañía ha reducido progresivamente su masa salarial, pasando del 17,1% de ese año al 15,9% en 2022. En 2023, los salarios representaron el 16% de sus gastos, cifra que sigue la el plan de recortes que ha afectado tanto a la plantilla como a la estructura de la empresa.
El cierre de la planta de Parets del Vallès, en Barcelona, donde trabajaban 157 empleados, ha sido un claro ejemplo de estos ajustes que aplica la multinacional francesa. Después de las negociaciones, empresa y sindicatos acordaron prejubilaciones para trabajadores mayores de 55 años, indemnizaciones de hasta 35 días por año trabajado y el traslado de 37 empleados a la planta que tienen en Aldaia, en la Comunidad Valenciana. Este ajuste es solo una parte de la estrategia de la multinacional para controlar los costes laborales mientras mejora su margen de beneficios en un mercado cada vez más competitivo.
En busca de la rentabilidad
Los expertos en finanzas son claros sobre el desafío al que se enfrenta Danone. Pese a los esfuerzos por controlar los costes salariales, la empresa ha tenido dificultades para seguir creciendo en su negocio de lácteos y proteínas vegetales, dos de sus pilares esenciales. Analistas de Jefferies han estimado que los márgenes de la compañía seguirán planos en el mediano plazo, y han recortado sus previsiones para el año fiscal de 2025 en un 6%.
Aunque las ventas de Danone han crecido un 5% en el mercado estadounidense a lo largo del segundo trimestre de 2024, impulsadas por marcas como la de Oikos, la empresa tiene que lidiar con la presión que suponen los costes de producción. La inversión en capital ha ido en aumento para mitigar estos desafíos, pero los márgenes continúan sufriendo. Además, la competencia con gigantes del sector como Lactalis, que compró Yoplait US por 1.888 millones de euros, añade más tensión a la estrategia de Danone.
Ajustes y oportunidades
Danone se encuentra en una posición crítica donde mantener los sueldos bajo control es clave para proteger sus márgenes. Las empresas europeas de alimentos envasados, como Danone, suelen absorber el incremento de los costes salariales a través de la productividad. Sin embargo, a pesar de que los salarios del sector alimentario subieron entre un dígito alto y dos dígitos bajos en 2022 y 2023, ahora la inflación de precios ha comenzado a moderarse, lo que podría facilitar la estabilización de los costes laborales.
La compañía también está apostando por reducir los gastos de capital mediante una mayor mecanización de sus operaciones. Esto incluye la automatización de procesos de producción, envasado y distribución, y la exploración de cómo la inteligencia artificial puede mejorar la eficiencia en áreas clave como el marketing, que representa entre el 8 y el 16% de sus ventas.
Danone, preparada para competir
Aunque Lactalis ha adquirido Yoplait US, los analistas de Barclays creen que esta compra no representa una amenaza directa para Danone. Al contrario, la integración de Yoplait podría darle a Danone la oportunidad de robar cuota de mercado, ya que la firma francesa se beneficia de su mayor escala y de un portafolio de marcas mejor posicionado. Solo en 2024, las ventas de Danone en Estados Unidos han alcanzado los 3.400 millones de euros, el doble que Yoplait US, lo que refleja su fortaleza en este mercado.
A pesar de los retos, Danone sigue apostando por la investigación y desarrollo, considerándolo un pilar fundamental para el futuro. Con una gama de productos que crecen a mayor velocidad que las categorías tradicionales de alimentos y bebidas, la compañía está dispuesta a capitalizar las oportunidades para mantener la competitividad.