Una catástrofe medioambiental en Argentina amenaza con una subida en la cesta de la compra en España

El pasado verano fue uno de los más cálidos en España y en Europa, pero, en Argentina, la situación parece, como mínimo, similar a la que se vivió en el viejo continente en agosto.

Al otro lado del charco, los argentinos están viviendo unos días de altas temperaturas y pocas precipitaciones que está afectando de manera directa a los cultivos de trigo, cebada, soja, maíz y girasol.

Tal y como ha recogido un informe de la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Argentina, el problema puede tener un impacto negativo del 1,8% del PIB del país.

Según el estudio, los efectos adversos de la sequía "limitan" el crecimiento de los cultivos argentinos de la campaña 2022-2023, generando "gran incertidumbre" en la producción proyectada.

Los dos escenarios en los que se trabajan, con respecto a la soja, el maíz y el girasol, abren la puerta a una bajada de producción muy importante. En el caso de un escenario moderado, la producción podría ser de 41, 44,5 y 3,7 millones de toneladas, frente a los 35,5, 37,8 y 3,5 millones de toneladas que solo saldrían con un escenario pesimista.

Benjamin Boroughs, delegado del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), ha alertado de una rebaja de la producción para el presente ejercicio, que podría poner en riesgo la producción mundial y que podría afectar de forma directa en el bolsillo de los consumidores.