Un camarero desbarata un secuestro en Ciudad Real gracias a una servilleta
Una historia digna de una película de Antena 3.
Escena de película la vivida en la autovía A-4. Dos hombres estaban siendo trasladados en contra de su voluntad el pasado 15 de mayo desde Málaga a Madrid y pararon en un área de servicio a descansar.
En ese momento, tal y como ha informado este lunes la Guardia Civil en una nota de prensa recogida por EFE, uno de los secuestrados pudo escribir un mensaje de auxilio en la libreta de un camarero.
En concreto, el hombre expresó que estaba siendo trasladado a Madrid en contra de su voluntad, junto a otro compañero al que llevaban en otro vehículo, y que ambos temían por su vida.
El camarero, al recibir el mensaje, decidió comunicárselo a la Guardia Civil, que avisó a dos patrullas de la Guardia Civil que estaban en las inmediaciones de la autovía A-4. Las mismas pararon al vehículo en el que el secuestrado era transportado cuando circulaba a la altura de Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real).
Tras interceptar el automóvil, los agentes procedieron a liberar al secuestrado y a detener a los dos presuntos autores del secuestro, dos hombres de nacionalidad italiana, como presuntos autores de un delito de detención ilegal.
Los secuestrados se dedicaban al tráfico de drogas
El liberado declaró que tanto él como su compañero se dedicaban a guardar grandes cantidades de droga en una finca situada en Málaga, que había sido asaltada la noche anterior por un grupo de personas que los habían maniatado, y que les habían robado toda la mercancía que custodiaban, aproximadamente una tonelada de hachís.
Después del asalto, los dos guardadores consiguieron ponerse en contacto con sus “empleadores”, que los obligaron a montar en dos coches para llevarlos a Madrid con el fin de que contaran a los jefes de la organización lo que había sucedido.
La operación se ha saldado con cinco detenidos (incluidos los dos secuestrados), a los que se les atribuyen los delitos de detención ilegal, tráfico de drogas y pertenencia a organización criminal. Todos ellos han sido puestos a disposición del juzgado de la Plaza de Castilla, de Madrid, que estaba de guardia el día que ocurrieron los hechos.