Batacazo de las empresas de aceite de oliva
La situación, calificada de insostenible, les obliga a tomar decisión drásticas para paliar los efectos inflacionistas.
La situación de las empresas dedicadas a la producción y venta de aceite continúa siendo muy crítica. Tras más de un año en el que los precios han aumentado en muchos casos, casi un 100%, numerosas compañías están viendo como, progresivamente, las pérdidas son cada vez mayores, algo que está provocando que su supervivencia sea prácticamente insostenible.
Uno de estos ejemplos lo encontramos en la empresa Deoleo, que ha notificado pérdidas por un montante de 34 millones de euros durante el año 2023, debido al incremento en el coste de la materia prima y las subidas constantes, que presentan un futuro próximo muy poco alentador de cara a la próxima cosecha, de acuerdo con un comunicado emitido por la compañía.
Según este, la empresa se encuentra en un "contexto tan retador", que han tenido que tomar la decisión de anteponer el margen bruto unitario, aumentando las ventas en un 1% ante un escenario marcado por la caída de volumen en un momento marcado por una inflación desorbitada y ante la que parece que hay pocas soluciones.
Fabricante de productos de Carbonell y Hojiblanca
Hay que recordar que Deoleo es la empresa que fabrica todos los productos de marcas como Carbonell y Hojiblanca, y que durante el pasado curso facturó un total de 837 millones de euros (+1%), pese a que el margen bruto unitario ha descendido un 30% respecto a 2022.
En palabras del presidente y consejero delegado de la compañía, Ignacio Silva, asegura que la empresa ha cerrado "un año excepcionalmente retador y de gran volatilidad", al encadenar dos años consecutivos con cosechas muy limitadas, tanto en calidad como en cantidad.
"Pese a ello, hemos seguido apostando por la defensa de nuestro margen bruto unitario, lo que nos ha permitido mantener los ingresos", apuntó Silva en un comunicado.