Argentina amenaza con la fruta más española
La producción de la naranja en Argentina lleva estancada desde 2014, pero durante los próximos años va a experimentar un importante crecimiento.
La naranja no solo es una de las frutas más destacadas de la agricultura española, sino que también se ha convertido en la más consumida en Argentina. Según una encuesta de Ranking Royals realizada en este país, cada persona consume un promedio de 26,19 kilogramos de naranjas al año. Aunque la producción de esta fruta se encuentra estancada desde 2014, se estima que durante los próximos años va a experimentar un importante crecimiento.
La reducción de la producción global de la naranja en los últimos años estuvo causada por la enfermedad de Huanglongbing (HLB), una plaga provocada por la bacteria Candidatus Liberibacter que afecta a los cítricos. Se trata de una de las enfermedades más devastadoras para la industria citrícola debido a su impacto en la calidad y producción de los frutos, causando así las cosechas más bajas de los últimos tiempos.
Sin embargo, el pasado 2023 el FOB de exportación de la naranja subió un 60% con respecto a 2022, lo que marca el resurgir de este preciado alimento. Ante este repentino aumento, varios productores del noroeste argentino han comenzado a reemplazar sus plantaciones de limón por otras de naranjas destinadas a uso industrial.
La naranja supera al limón
“En los próximos tres años auguro un importante crecimiento de la superficie plantada con naranja, sobre todo variedades orientadas a la industria, porque el incentivo es fuerte”, asegura José Carbonell, presidente de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus), en declaraciones recogidas por La Nación.
¿La razón detrás de todo ello? Los buenos precios a los que se vende tanto la fruta fresca, como los subproductos que nacen de ella: la cáscara, el zumo y el aceite. Después de unos años donde el limón ha dominado el mercado de los cítricos, pues la naranja fue la principal afectada por la HLB, este fruto parece haber disminuido considerablemente su demanda, contraria a la enorme producción que hay detrás. Por ello, la fruta anaranjada parece haberse puesto por delante en la carrera de los cítricos.
Las frutas y verduras se sitúan en la entrada porque aportan una sensación de frescura que invita al cliente a adentrarse por el resto de los pasillos.
Las regiones productivas se encuentran mayoritariamente en la provincia de Entre Ríos y el sur de Corrientes, junto a Misiones, Jujuy, Salta y parte de Tucumán. Allí ya apuestan por el resurgir de la naranja y confían en que se producirá un crecimiento productivo de un 25% más que el año pasado, un hecho posible gracias a los factores climáticos y al aumento de las lluvias.
Ahora bien, partiendo de unos precios adecuados, el verdadero desafío es conseguir volúmenes importantes de fruta de calidad y de sanidad para poder ser exportadas a otras regiones. La demanda es clara, solo queda cumplir con las expectativas. Aunque para que se produzca el tan esperado boom de la naranja va a ser necesario dinamizar su producción, algo que puede llevar varios años.
