Adiós a pagar por una habitación: estos trabajadores ahorran miles de euros con una alternativa motorizada
Las condiciones para estos empleados son inasumibles por la mayoría, que tienen que buscar alternativas para poder vivir.
El incremento del precio de los alquileres en numerosas zonas del país, está provocando situaciones que, en muchos casos, podrían definirse como surrealistas. De forma casi diaria, miles de españoles comprueban de primera mano que la situación a la hora de encontrar domicilios en los que residir de forma temporal es prácticamente una utopía: precios desorbitados, pisos extremadamente pequeños o condiciones inasumibles, se han convertido en el día a día de miles de personas que buscan un lugar donde residir en determinadas zonas del país.
Uno de los ejemplos más extremos lo encontramos en las condiciones a las que tienen que enfrentar los trabajadores temporales en algunas zonas, como ocurre en Ibiza. En la isla balear es una constante desde hace años, ver cómo los empleados que se dedican a la hostelería, tengan que buscar alternativas ante la imposibilidad de hacer frente al pago de un alquiler durante los meses estivales y hasta el cierre de temporada.
Para conocer mejor la realidad de estos trabajadores, el programa de Cuatro, 'Callejeros', dedicó unas de sus emisiones a compartir la situación de algunos de estos empleados, contratados por los numerosos negocios hosteleros de la isla.
Según relataron algunos de ellos, la única opción viable para poder trabajar y vivir en Ibiza es en una autocaravana. Esto es una consecuencia directa de los altísimos precios de alquiler que los dueños de las propiedades piden a los inquilinos, en muchos casos, como narraba una de ellas, solicitando 20.000 euros por adelantado, o en condiciones algo más 'normales', 1.500 euros por habitación. Algo, a todas luces, inasumible por la mayoría.
Ante este escenario, se ha convertido en una estampa muy común ver numerosas caravanas aparcadas en la isla, donde, en su mayoría, residen trabajadores hosteleros. Para comprender la gravedad de la situación, hay que recordar que muchos de ellos cobran un salario de alrededor de 1.900 euros, a los que habría que sumar otros casi mil a de propinas, por lo que el sueldo mensual se elevaría a casi 3.000 euros al mes. Pero ni aun con estos salarios, -muy po encima de la media española- puede afrontar los gastos de alquiler, más comida y gastos.
Además, la visión de muchos de ellos es la de trabajar y vivir en estas condiciones durante "seis o siete meses" y luego poder vivir otros cuatro o cinco de vacaciones y sin preocupaciones económicas. Pese a todo, reivindican que sin ellos, "no hay isla" y sería imposible para los negocios hosteleros sacar adelante la temporada de verano, y exigen algún tipo de regulación o ayudas para afrontar el pago de los alquileres.