La vida en la Villa Olímpica (de Marsella), por Andrés Barrio: "Esos trucos son interesantes"
El regatista canario compite junto a Tara Pacheco en la categoría Nacra 17, aunque lo hace lejos de París, en otra 'villa' algo más reducida pero igualmente "sorprendente" y bajo una fortísima seguridad.
Vivir en la Villa Olímpica, ya decimos, es el sueño de casi todos. Pero en ocasiones, un imposible por cuestiones logísticas. Lo saben muchos deportistas que en estos Juegos Olímpicos tienen sus sedes lejos de París. Hasta Tahití, en plena Polinesia Francesa, han llegado los tentáculos olímpicos para acoger el surf.
La vela no ha necesitado viajar tanto, pero sí moverse de París por motivos obvios. En su caso, a Marsella, la segunda gran ciudad francesa por población. Allí atiende a El HuffPost Andrés Barrio, miembro del equipo de Nacra 17 junto a Tara Pacheco, que está luchando desde el pasado sábado. Tras dos jornadas, van novenos, en la pelea por todo.
De su experiencia olímpica marsellesa Barrio empieza explicando que "me llama mucho la atención la seguridad que hay y los controles por los que hay que pasar para entrar y salir del complejo cada vez".
En él, centenares de regatistas conviven en su propia Villa Olímpica, algo más reducida que la megalópolis deportiva de París, pero igualmente "sorprendente". Esos controles "nos hacen sentir muy seguros" y una vez dentro la vida es "agradable", prosigue el deportista canario de 24 años.
"Lo que más me gusta de la Villa, lo que más me hace sentir que estoy en unos Juegos, son las comidas con el resto de atletas de todos los países. Estar todos en el comedor y sentarte en la mesa con los italianos, los suecos, los argentinos, los portugueses... Hacer esos grupos mola bastante", reconoce.
Dentro de ese comedor, el regatista nacido en Arucas (Las Palmas) cuenta lo "gracioso" que le resulta cómo "simplemente fijándote en los platos que se sirve la gente ya sabes en qué clase navegan o si tienen que estar a dieta o subir o bajar algo de peso con urgencia".
Pero no sólo hay vida en la soledad de la habitación o en los momentos de cierto ocio en el comedor. A Andrés Barrio también le llaman mucho la atención las sesiones de gimnasio.
"Está muy bien eso porque ves las diferentes rutinas y sirve para ver otro tipo de ejercicios. Ahora ya no es momento de cambiar nada, pero esos trucos de otros compañeros es algo bastante interesante de ver", remata.