Rodrygo y Vinicius hacen campeón de Copa al Madrid
Dos jugadas de ambos brasileños dan la victoria a los blancos ante Osasuna (2-1).
El Real Madrid se ha proclamado campeón de la Copa del Rey tras vencer 2-1 a Osasuna con una gran actuación de Rodrygo, autor de los dos tantos, y de Vinicius, asistente de su compañero y gran protagonista, por lo bueno y por lo malo, del partido. Torró marcó el tanto navarro, que supuso el 1-1 a mediados de la segunda mitad.
Vinicius marcó la pauta del encuentro desde el arranque y al minuto y medio el Madrid ya iba ganando gracias a una gran jugada del delantero brasileño, que dio la noche a Moncayola, lateral derecho osasunista.
El desequilibrante jugador madridista se marchó de su marcador por la banda izquierda, llegó a la línea de fondo y puso el balón atrás. Benzema dejó pasar el cuero y Rodrygo no perdonó.
Algunos todavía no se habían acomodado en su asiento cuando el Madrid ya ganaba. Los primeros minutos daban la impresión de que los blancos iban a vencer con comodidad, incluso goleando.
Pero Osasuna no dejó de pelear e intentarlo. Sobre todo con centros al área y con remates de cabeza, que Courtois consiguió atajar sin muchos problemas.
En el minuto 25, sin embargo, el Madrid se llevó el mayor de los sustos del partido tras un tremendo error de Militao, que regaló el balón a Abde. Este se plantó ante Courtois e intentó batirle picando la pelota, pero lo hizo con tan poca potencia que Carvajal tuvo tiempo de llegar y despejar el cuero antes de que entrase en la portería.
El partido se fue calentando, sobre todo cuando Vinicius tuvo un rifirrafe con David García, capitán de Osasuna, que terminó tocándole el pelo al brasileño. La bronca, que se desarrolló durante los últimos minutos de la primera mitad, continuó hasta en el túnel de acceso a los vestuarios, donde Vinicius cambió de enemigo y se las tuvo con el 'Chimy' Ávila.
A la vuelta del descanso, el Madrid regresó relajado y Osasuna aprovechó la ocasión. Estirado y presionando, logró tener sus ocasiones y sacar rédito. Fue gracias a un rechace en la frontal del área que Torró enganchó con la derecha y puso pegado al palo diestro de Courtois.
Era el minuto 57 y Ancelotti tuvo que hacer cambios. Sacó a Modric por Kroos y metió a Rudiger en sustitución de Tchouameni, incorporando a Camavinga al centro del campo. Los blancos ganaron oxígeno y la recompensa llegó apenas un cuarto de hora después.
La jugada, calcada a la del primer tiempo. Vinicius por la banda izquierda marchándose de su marcador, llegando a la línea de fondo, evitando en el último momento que el balón se marchase fuera y dejando en bandeja el tanto a Rodrygo, que volvió a demostrar su clase de cara al gol. 2-1 y Osasuna, que había logrado el empate, vio cómo se le complicaba todo mucho.
Tanto que fueron incapaces de complicarle las cosas al Madrid, que llegó al final del partido hasta relajado. Courtois apenas tuvo que trabajar hasta el pitido final, con el que el conjunto blanco lograba su vigésima Copa del Rey.