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El Real Madrid vence 3-0 al Mallorca y habrá Clásico en la final de la Supercopa

El Real Madrid vence 3-0 al Mallorca y habrá Clásico en la final de la Supercopa

Los goles de Bellingham y Rodrygo y uno en propia puerta de Martin Valjent han servido a los de Ancelotti para acceder al partido por el título del domingo.

Los jugadores del Real Madrid celebran el segundo gol de su equipo en la semifinal de la Supercopa de España ante el MallorcaEFE / Alberto Estévez

Por tercer año consecutivo la final de la Supercopa de España será un FC Barcelona-Real Madrid. Los blaugranas se clasificaron al partido por el título este miércoles al vencer 0-2 al Athletic Club y los madridistas han hecho lo propio este jueves ganando 3-0 al Mallorca.

Aunque el resultado puede apuntar a algo diferente, el pase a la final no ha sido fácil para los de Carlo Ancelotti, que pese a dominar durante toda la primera parte se marcharon al descanso con empate 0-0 en el marcador. Ya en la segunda mitad, Rodrygo avisó con un balón al palo en el 62 y, solo un minuto más tarde, en el 63, Bellingham logró abrir la lata.

Finalmente, en el minuto 92, un gol en propia puerta del bermellón Martin Valjent, y en el 95, un tanto de Rodrygo, sentenciaron el encuentro y confirmaron que la final de la Supercopa de España 2025 será, por tercera vez seguida, un Clásico.

El partido se empezó a dibujar como se esperaba, con un Real Madrid superior y directo que tuvo una oportunidad muy clara en las botas de Kylian Mbappé, tras un envío tenso y preciso de Valverde en largo, pero el francés la mandó arriba. Vinícius Júnior y Pablo Maffeo ya tuvieron algún encontronazo, sin mayores consecuencias.

Los de Carlo Ancelotti estaban muy cómodos, con bastante profundidad y un Mbappé muy incisivo, aunque el premio del gol se resistía. Mientras, el conjunto bermellón se encomendaba a la altura y el poderío de sus arietes Vedat Muriqi y Cyle Larin, en sus particulares batallas con Aurélien Tchouameni y Antonio Rüdiger. Los de Arrasate aguantaban a un buen Real Madrid.

Entonces, el encuentro entró en una fase algo gris, con el juego enmarañado, y el Mallorca tuvo la mala noticia de la sustitución por lesión de Antonio Raíllo, que llegaba tocado a la semifinal. Los blancos eran capaces de combinar en tres cuartos gracias a un omnipresente Jude Bellingham y un habilidoso Rodrygo Goes, pero la finalización no era satisfactoria. Mientras, un 'Vini' tranquilo, pero desaparecido y sin el desborde habitual.

El paso por vestuarios sentó mejor al Mallorca, con más balón y sentido que un Real Madrid que seguía apenas sin profundidad y sin claridad para hilvanar ataques peligrosos. Sin embargo, el cansancio empezaba a hacer mella en el equipo bermellón y en un jugada con los blancos volcados y varios remates dentro del área, fue Bellingham el que consiguió superar las casi decenas de piernas mallorquinistas casi sobre la línea. Los de Ancelotti desatascaban el partido con más de media hora por delante.

Arrasate movió el banquillo y metió algo más de potencia ofensiva con Asano y Robert Navarro, el partido se abrió algo más, un escenario que también beneficiaba al Real Madrid. Y fue Vinícius quien pudo sentenciar con una jugada de crack por la izquierda, dejando atrás a Dani Rodríguez y Maffeo, pero tras un gran recorte su disparo se fue desviadísimo. Mbappé también hizo trabajar a Dominik Greif.

El Mallorca acabó fundido y desesperado, ante un Real Madrid que tampoco parecía forzar la máquina. Ancelotti quitó a 'Vini' para darle descanso, y Bellingham sí acabó el encuentro pese a tener aparentes molestias en el tobillo. La puntilla para el Mallorca llegó en forma de dos goles, uno en propia puerta de Valjent al intentar interceptar un pase de Brahim Díaz para el que ya esperaba Mbappé y otro de Rodrygo, que remató un centro medido de Lucas Vázquez desde la derecha.