El último baile de Llull, Rudy y 'Chacho': el trío irrepetible busca una nueva gloria europea
El Real Madrid se enfrenta al Olympiacos este viernes (21.00) con la posibilidad de sumar un nuevo título europeo.
El mes de mayo va siempre acompañado de sol, días más largos y un aumento de las temperaturas o del final de los cursos escolares y, por ende, de las temporadas deportivas en fútbol, baloncesto o balonmano. Pero, además, hay otro elemento que casi se repite año tras año: el Real Madrid de baloncesto jugando la Final Four de la Euroliga.
Este fin de semana la mejor competición continental de baloncesto pone su punto y final a esta temporada con la celebración en Berlín de la fase final. El equipo de Chus Mateo, que participará por décima vez en las últimas 12 ediciones, tendrá que superar primero al Olympiacos en la que es la reedición de la final del año pasado, y después, al Fenerbahce o al Panathinaikos en la final del domingo. El premio no puede ser mejor: levantar la 12º Euroliga.
Si cada temporada esta es la cita más importante para el club blanco, este año la Final Four cobra una especial relevancia, ya que salvo sorpresa mayúscula la de Berlín va a ser la última que disputen Rudy Fernández, Sergio Llull y Sergio Rodríguez juntos. Este trío, uno de los más dominantes de la historia del baloncesto europeo, ha sido el amo y señor de la competición desde que se juntaron en 2012 definitivamente con el aterrizaje desde la NBA del alero balear.
Con un juego vistoso y una identificación a un club y a unas señas de identidad difícilmente replicables, los tres han ganado todo lo ganable por un jugador de baloncesto. En sus vitrinas, en las que solo faltan el anillo de la NBA y los Juegos Olímpicos, hay tres Euroligas (2015, 2019 y 2023), aunque el 'Chacho', que no estuvo en 2019, ganó su tercera en 2018 con el CSKA de Moscú.
A este trío, que ya remontó el año pasado una situación límite tanto en el playoff previo como en la propia Final Four, se suman una serie de jugadores dominantes como Eddy Tavares, Facundo Campazzo o Mario Hezonja. Y es precisamente esta combinación de jugadores veteranos expertos para estos partidos con otros que están en su techo competitivo es la que hace que el Real Madrid sea el claro favorito. Su trayectoria en Europa desde septiembre, con 30 victorias y 7 derrotas, así lo confirma.
La maldición del primer puesto
David Sardinero, periodista especializado y director de la revista Gigantes, también tiene esa sensación de que el Madrid es el favorito, pero recuerda que la Final Four es a un partido y todo puede pasar. Los datos y la historia le dan la razón.
Desde que se instauró este sistema en 2016 nadie ha conseguido ganar la competición quedando primero en la fase regular. En 2019 el equipo por entonces entrenado por Pablo Laso quedó tercero, igual que el curso pasado. Ahora los de Mateo esperan romper con esta maldición.
"Son los favoritos y tienen una buena oportunidad porque han conseguido aglutinar a una plantilla más completa que nunca en un nivel y momento de carrera que no se ha visto en otras ediciones, pero es que, como decía Laso, la Final Four es la competición más difícil del mundo. Son dos partidos en el abismo, sin capacidad de reacción y en el que últimamente no ha ganado el que llegaba como favorito", se explica el periodista, que aumentaría mucho el porcentaje si fuera una serie al mejor de cinco partidos.
Además, destaca, el Madrid tendrá que superar la "baja sensible" de Gabi Deck, uno de los pilares y jugadores con más carácter de la plantilla. "Va a haber seguro algún momento en el que la situación te va a exigir, vas a estar apretado, con urgencias y habrá que ver quién aparece y levanta eso. El año pasado el 'Chacho' y Llull fueron determinantes y este año vamos a ver quién está", incide el director de Gigantes.
Sardinero también destaca el peligro de sus tres rivales: "Son muy complicados para este tipo de torneos. O son equipos muy experimentados como Olympiacos, que perdió la final en el último segundo el año pasado, o con una capacidad física muy alta que no te deje hacer tu juego o planteamiento como Fenerbahce. Panathinaikos, que aunque tenga una confección de plantilla más rara, cuenta con Ataman o Sloukas".
Aprender de la derrota
"Esta Final Four tiene un componente simbólico porque la de Rudy es la última, ya que se retira y la del 'Chacho' veremos a ver, pero probablemente también. Es como un cambio de ciclo que va a ser complicado que se repita", afirma Sardinero.
Para el comunicador, "la mayor virtud del Madrid en esta época es la de aglutinar primero y retener después a jugadores españoles referentes en el mejor momento de su carrera". Todo ello, sumándole piezas de élite y un carácter ganador que no ha cesado a pesar de los títulos que han ido ganando.
"Es 2024 y vuelven a estar ahí con el colmillo afilado. Para el Madrid lo lógico sería que fueran otros los que asumieran esas responsabilidad, pero igual hay un punto en el que los necesitan. Por eso, no descarto un papel importante. Y no hay más que echar la vista atrás y ver lo que pasó el año pasado", comenta. Al impacto clave que tuvieron los tres hay que sumar el de otra pieza clave durante esta época como es la del francés Fabien Causeur, que también podría disputar su última Final Four con el Madrid.
Sin embargo, este carácter ganador no se ha originado de la nada. Los tres vieron como Olympiacos primero y Maccabi de Tel Aviv después les remontaban dos finales de Final Four en 2013 y 2014 respectivamente cuando parecía que las tenían ganadas. Esos golpes, lejos de dejarlos K.O, los endurecieron para que en 2015 ganaran la Euroliga y rompieran la sequía de 20 años en la que se encontraba el club blanco.
2015, el año en el que se hicieron mayores
"El punto de inflexión es para mí ese 2015, cuando se rompió esa barrera en la que parecía que no se podía ganar la Euroliga. Fue como descorchar el champán y ahora la gente se ha acostumbrado a que estén ahí año tras año, a ser favoritos y a ganarla", resume Sardinero.
Además, añade que este ciclo se ha alargado tanto en el tiempo por la reinvención que han sabido hacer los tres durante sus carreras: "Rudy pasa de ser un jugador con un físico privilegiado a un jugado inteligentísimo que acaba siendo clave en este aspecto. Llull tras su lesión en 2017 cambia su forma de jugar y se centra en ser más ejecutor en tramos más cortos. Por su parte, Rodríguez pasa a ser suplente, pero sabe que en muchas circunstancias va ser útil".
Todo esto hace que volver a ver un ciclo así sea complicado. "Es que hay que sumar otros factores como que uno de los mejores jugadores de su generación como es Sergi Llull renuncie a la NBA o que los éxitos se den también en la selección", apunta.
Un trío irrepetible, único, que combina liderazgo, carisma, magia, inteligencia y un carácter competitivo y ganador que los ha hecho únicos y que tienen la posibilidad de entrar en el selecto grupo de jugadores con cuatro Euroligas. Tres talentos que para Sardinero y para muchos expertos están en disposición de estar en la conversación de los cinco mejores de la historia de la competición.