Rafa Nadal cae en primera ronda de Roland Garros ante Zverev por 6-3, 7-6 y 6-3
El tenista mallorquín se despide de su torneo fetiche en su debut, en un partido marcado por la emoción y la garra del español, que defendió dignamente su legado en París pese a las adversidades.
Rafa Nadal ha dicho adiós a Roland Garros a las primeras de cambio. El manacorí, y actualmente número 276 de la ATP, no ha tenido opción ante el alemán y cuarto cabeza de serie, Alexander Zverev, quien ha mantenido a raya a un Nadal que llegaba al abierto francés con muy pocas horas en pista, tras competir únicamente en Montecarlo y Barcelona.
El encuentro, que ha durado poco más de tres horas, fue resuelto por la vía rápida por Zverev (6-3, 7-6 y 6-4), quien tenía una deuda pendiente con el español después de la edición de 2022, en la que se vieron las caras en semifinales y el alemán tuvo que retirarse tras un mal apoyo que le produjo una gravísima lesión.
Pero el partido de esta ocasión iba a ser muy distinto. Zverev llegaba al encuentro con la vitola de gran favorito frente a un Nadal que apenas había disputado cuatro partidos sobre tierra batida en esta temporada, y los pronósticos no fallaron.
El alemán, que llega al Abierto francés después de conseguir su primer título en Roma tras la gravísima lesión de hace dos años, se mostró en todo momento con una marcha superior a la de Nadal, que, eso sí, contó con varias oportunidades para igualar el partido en el segundo set, en la enésima muestra de garra y espíritu competitivo del mallorquón.
El final del sueño de una noche de verano
Pero desgraciadamente para Rafa, que confesó que últimamente había entrenado "por fin" sin ningún tipo de dolor que le impidiera enfocarse meramente en el juego, el encuentro llegó demasiado pronto, como él mismo aseguró. Y el sorteo no fue precisamente benévolo con el balear, que comprobó que el sueño de volver a levantar, por 15ª vez el título en París, podría tratarse del mayor reto de su carrera.
Así, los peores augurios han terminado por confirmarse, y el sueño de ver a Nadal alzándose con la copa de los Mosqueteros nuevamente, se ha desvanecido el primer día de competición... y quién sabe si para siempre.
El partido, que comenzó con cierta igualdad, rápidamente fue controlado por Zverev, que desplegó un tenis de gran nivel, dominando tanto con el revés cruzado como con la derecha, castigando así a Nadal durante gran parte del encuentro, en un partido en el que al balear se le notaba más fatigado, lento, y errático que su rival.
Pero a los genios de la raqueta hay que rematarlos, y más si se trata de Nadal, quien se ha caracterizado durante toda su carrera por remontar partidos imposibles en todo tipo de situaciones y contra cualquier rival. Y Zverev era conocedor de ello.
Hubo esperanza... pero duró poco
Tras cerrar el primer parcial por 6-3 en 50 minutos, el segundo set iba a ser bien distinto, hasta el punto de que el español, muy fiable con su saque durante todo el transcurso del set, disfrutó de un 5-3 y saque para poner el empate en el marcador, pero el alemán tenía otros planes preparados y no quería que el encuentro se le fuera a cuatro o cinco sets, terreno en el que Nadal se desenvuelve como pocos.
Y fue en ese momento donde se puede afirmar que el partido se le escapó a Rafa, que no pudo aprovechar su servicio y cedió el break a cero, colocando así el 5-5 en el marcador de la Philippe Chatrier, que finalmente se llevaría Zverev en el tie-break por 7-6 (5).
Llegados a este punto, a Rafa solo le quedaba tirar de épica y buscar la más difícil todavía, remontar un 2-0 frente al número 4 del mundo. Pero esta vez, a diferencia de otras muchas con Nadal en la pista, la lógica se impuso, y en poco más de una hora, Zverev logró cerrar el encuentro por 6-3 pese a ir a remolque durante la primera parte del parcial, en la que Nadal llegó a disfrutar de un 2-0 ycon saque.
Ya en la rueda de prensa y con la cabeza algo más fría, el manacorí ha dejado la puerta abierta a su participación en la próxima edición del Abierto francés, una idea que ya dejó caer hace pocos días, y que tras la derrota, ha reiterado: "No sé si será mi última vez aquí (en Roland Garros), pero si lo ha sido, la he disfrutado", fueron sus palabras.
Hay que recordar que hace apenas unos meses, y en el momento más crítico de su carrera -cuando la retirada planeaba la cabeza del español-, Nadal aseguró que este sería su último año compitiendo al máximo nivel, momento en el que se dispararon los rumores acerca de una más que posible retirada tras los JJ.OO de París (que se disputarán en las pistas de Roland Garros), jugando junto al 'heredero' Carlos Alcáraz en el dobles.
Pero parece que el asunto no está tan cerrado como debería y el final del deportista español más grande de todos los tiempos podría aplazarse por un tiempo. Quién sabe si a Rafa todavía le queda un The last dance en París.