París 2024 se despide de los Juegos Olímpicos, esta vez sí, en el Stade de France ante decenas de miles de personas

París 2024 se despide de los Juegos Olímpicos, esta vez sí, en el Stade de France ante decenas de miles de personas

La capital francesa le cede el testigo a Los Angeles, encargada de organizar los JJOO de 2028, en una emotiva ceremonia de clausura lejos del cauce del río Sena.

Un instante de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024.Gonzalo Fuertes

Au revoir, París. Hola, Los Ángeles. Los Juegos Olímpicos 2024 ya son parte de la historia. Francia, que había prometido una ceremonia de clausura llena de emociones y sorpresas, esta vez sí, lejos del cauce del río Sena en el que hace 15 días se dio el pistoletazo de salida a la competición deportiva con una polémica gala de inauguración. Dos semanas después, con EEUU en lo más alto del medallero y una España que cae ante el espejo de sus expectativas y que, con 18 medallas, pierde una oportunidad histórica para crecer, el director artístico de la gala, Thomas Jolly, ha diseñado un espectáculo visual de unos 120 minutos de duración que, sin embargo, se ha prolongado hasta cerca de las tres horas. 

La noche en la que los Juegos Olímpicos de París 2024 llegaban a su, con una envidiable puntualidad británica, la ceremonia de clausura empezaba a las 21:00 horas, con cerca de 80.000 personas en las gradas, expectantes por ver qué sucedería dentro de un estadio transformado en un enorme escenario de 2.800 metros cuadrados en el que los atletas, la música y los recuerdos de dos semanas de competición han servido de telón de fondo para pasarle el testigo a la ciudad encargada de organizar los del año 2028: Los Ángeles.

Con un prólogo solemne, en el que se ha visto como el nadador francés, Léon Marchand, la sensación de la natación de estos JJOO con cuatro medallas de oro y pulverizando los récords que pertenecían a Michael Phelps desde Pekín 2022, recogía la llama olímpica del pebetero de los Jardines de Tullerías para llevarla al Estadio de Francia. Todo, después de que la cantautora Zaho de Sagazan pusiese en bandeja la primera de las actuaciones de la noche y mientras se escuchaba de fondo al coro de la Academia Haendel-Hendrix. 

Mientras, en la sede de la ceremonia de clausura, el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro francés, Gabriel Attal; el presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos París 2024, Tony Estanguet; el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, que abandonará el puesto en 2025 y la alcaldesa de París, Ana Hidalgo, y su homóloga de Los Ángeles, Karen Bass, además de los 80.000 espectadores del Estadio de Francia, han entonado La Marsellesa al mismo tiempo que las primeras banderas han empezado a desfilar junto al futurista escenario en el que se han desarrollado los momentos más importantes de la despedida olímpica. 

Y llegaron los abanderados 

Vista general del interior del Estadio de Francia, en Saint Denis, durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024.Pawel Kopczynski

Cerca de 9.000 deportistas, equipos técnicos y acompañantes de las 205 delegaciones que han participado en estos Juegos Olímpicos, han vuelto a desfilar, esta vez sí, en tierra firme y no por el Sena, como había ocurrido en la ceremonia inaugural. Entre todos los abanderados que han pasado por el escenario del Estadio de Francia en Saint Denis, se ha podido ver a la marchista española María Pérez, medalla de oro junto Álvaro Martín en el primer maratón mixto de marcha y plata en los 20 kilómetros de la misma prueba, y al campeón olímpico del triple salto masculino, Jordan Díaz.

Tras dieciséis días de competición, la delegación española se va de la cita deportiva más importante del mundo con sabor agridulce. La cara buena de estos Juegos Olímpicos se encuentra en las 18 medallas obtenidas y en los 51 diplomas que se llevan a su casa los deportistas españoles. Una cifra que mejora la posición más reciente que ha conseguido España en el medallero general, pero que queda lejos de las proyecciones más realistas y, especialmente, de las previsiones del 'aparato' que contaban con superar los 22 metales de hace 32 años, los de Barcelona 92. 

España se va de los Juegos Olímpicos entre sorpresas felices, notables decepciones y la cruel sensación de haberse quedado 'a las puertas' de la gloria en infinidad de escenarios. Aunque, después de dos semanas de competición, no ha sido impedimento para que los representantes de una delegación española, reducida respecto a la inauguración, hayan celebrado esta noche como se merece: a ritmo de un himno deportivo como es el We Are The Champions, de Queen, junto a los deportistas con los que competido en París.

Después de la entrega de las medallas del maratón femenino, en la que la neerlandesa de origen etíope, Sifan Hassan, se ha colgado el oro, y un homenaje a los 45.000 voluntarios que han colaborado en la organización y desarrollo de los Juegos Olímpicos de 2024, ha dado comienzo el espectáculo 'Records' de Thomas Jolly, el directo artístico que también se hizo cargo de la ceremonia de apertura en el Sena.

El Viajero dorado vuelve a escena

Un instante de la ceremonia de clausura de París 2024.Amin Mohammad Jamali

La siguiente parte de la ceremonia ha arrancado con actuaciones musicales y un misterioso personaje como protagonista, por el momento. Como ya ocurrió en la ceremonia de apertura, el Viajero dorado ha acaparado las miradas en el espectáculo audiovisual que ha acompañado a los conciertos.  

Hubo evocaciones a la antigua Grecia como la cuna del olimpismo e, incluso, apareció la famosa escultura de la Victoria de Samotracia, que se exhibe en la escalinata de entrada del Museo Louvre. La deidad, en el centro del escenario, fue un testigo privilegiado de la transformación en distopía de una gala futurista en la que un viajero dorado, llegado del futuro, reconstruía los rescoldos de su sociedad con elementos de los Juego Olímpicos.

Decenas de enmascarados se descolgaron del techo del estadio de Saint Denis para dar vida a una coreografía de danza contemporánea, que ha culminado con la construcción en el aire de cinco anillos olímpicos dorados en el que el tenor francés Benjamin Bernheim ha interpreado la canción más famosa de la Grecia antigua, el Himno a Apolo.

Pero antes de dirigirse al espectáculo made in Hollywood  que mucha gente espera para dentro de cuatro años en Los Ángeles, la ceremonia de clausura de París se transformó, una vez más, en un concierto de pop y música electrónica, gracias a la fusión de la banda Phoenix con artistas como Kavinsky, Angèle, Air y VannDa, entre otros.

Después del french touch musical y antes de que Los Ángeles 2028 entrase en acción, hubo tiempo para los discursos protocolarios con Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de París 2024, y Thomas Bach, presidente del COI, acompañados de los atletas más destacados de estos Juegos, como el atleta keniano Eliud Kipchoge, el judoca Teddy Riner y la nadadora australiana Emma McKeon.

"París ha sido una fiesta y toda Francia ha sido olímpica", señaló el presidente del Comité Organizador, Tony Estanguet, en un discurso en el que mostró una Francia orgullosa de su tradición y de su apuesta por el futuro y en el que proclamó que París 2024 "han sido los primeros Juegos Olímpicos de una nueva era" porque los atletas han hecho "brillar como nunca a la Ciudad de la Luz". 

Las palabras de Estanguet fueron el preludio del acto en el que la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, entregó la bandera olímpica a Karen Bass, regidora de Los Ángeles. Un momento histórico, también, porque Bass es la primera mujer negra que participa en la simbólica ceremonia del traspaso de sede de los Juegos Olímpicos.

Y apareció Tom Cruise: ¡Hola Los Ángeles 2028!

Desde ahí, arrancó la parte más cinematográfica de la ceremonia, con un Tom Cruise más Tom Cruise que nunca, descolgándose primero desde lo más alto del estadio hasta el escenario en el que le esperaba la bandera olímpica. Con tiempo parasaludar a Simone Biles, el actor estadounidense iniciaba su misión imposible: trasladar el espíritu olímpico en moto hasta Los Ángeles. 

Todo ello, para luego saltar desde un avión militar, a ritmo de By the Way de los Red Hot Chili Peppers, hasta aterrizar en la célebre colina de Hollywood, cuyo emblemático cartel apareció adornado con los anillos olímpicos. A partir de ahí, la deportista de bicicleta de montaña, Kate Cortney, se encargó de llevar la bandera y, a su vez, se la pasó a otros atletas estadounidenses hasta volver a las manos de Tom Cruise, aunque esta vez el actor se encontraba en el paseo de la playa más famosa de Los Ángeles, Venice Beach .

Allí, en directo, los mismos Red Hot Chili Peppers dieron un miniconcierto junto a Billie Eilish y los raperos Snoop Dogg y Dr. Dre. Al acabar, de vuelta en París, el nadador francés Léon Marchand apagó el fuego olímpico, a soplidos, y la guinda de la noche la puso Yseult cantando My Way, mientras las fuegos artificiales que iluminaban el Estadio de Francia anunciaban el inicio de la Olimpiada, período entre Juegos Olímpicos. Au revoir, París. El mundo tendrá que esperar cuatro para volver a soñar con la gloria, aunque esta vez será en Los Ángeles 2028.