Inglaterra golpea en el último minuto y se cita con España en la final de la Eurocopa

Inglaterra golpea en el último minuto y se cita con España en la final de la Eurocopa

Un gol de Waktins al filo del descuento mete a Inglaterra en la gran final tras un partido que tuvo de todo y en el que, por primera vez en todo el torneo, se vieron muestras de la esperada calidad inglesa.

Watkins celebra su gol a Países BajosAlex Livesey vía Getty Images

Había muchos posibles protagonistas y tuvo que ser, quizás, el más desconocido de todo el arsenal que manejaba Inglaterra el que lo resolviera. Con una sorpresiva aparición de Watkins, la selección inglesa se ha metido en la final de la Eurocopa, donde volverá a verse las caras con un viejo enemigo, España. Pero esta vez por un premio mayor, el que le falta a the three lions: el título continental... que España busca por cuarta vez.

Los españoles y medio mundo apuntaban a la enésima prórroga de Inglaterra cuando de la nada apareció el recién entrado Watkins. El delantero del Aston Villa se movió con la velocidad y astuvia que no tuvo su par para batir a Países Bajos y poner el definitivo 1-2 en un partido que tuvo de todo. También los primeros minutos de verdadera calidad de juego de Inglaterra que, además, supo rematar cuando llegó el momento clave, justo cuando Países Bajos, que también tuvo sus bazas, flojeó.

Esos buenos minutos fueron los del primer tiempo. Porque cinco partidos después, Inglaterra sorprendió (para bien) de salida. Sin cambios llamativos en el once, lo que cambió fue la mentalidad, con un hambre que parecía ausente en días anteriores. Enfrente, Países Bajos aceptó el duelo, en un intercambio de zarpazos y velocidad de gran intensidad. Un respiro, de paso, para el sufrido espectador que viniera siguiendo el trascurrir de los de Gareth Southgate hasta las semifinales.

En esa presentación de fuerzas golpeó primero Países Bajos. En una de sus rápidas acciones, fue Xavi Simons quien abrió el marcador, con un potente disparo lejano que se beneficio de cierta debilidad de Jordan Pickford en su estirada. 

Pensaría el seleccionador inglés que para un día que salen enchufados se les vuelve en contra, pero no hubo opción al desánimo. Inglaterra se revolvió, presidida por una cierta sensación de urgencia. Con Bellingham activo en ese tramo y Kane sin dejar de moverse entre líneas, el balón pasó minutos sin apenas salir del área holandesa, hasta que el VAR premió a los británicos por una pierna a destiempo de Dumfries. Penalti que Kane no iba a desperdiciar. Sin hacer demasiado, aún luchará por el pichichi... y por su primer título el delantero del Bayern.

Superado el cuarto de hora e igualadas las fuerzas, Inglaterra había encontrado al fin el rumbo y el nervio tan desaparecidos en rondas previas. De hecho, lejos de acomodarse, siguió buscando la portería de Verbruggen. Fueron los minutos de Foden, en su versión 'estrella del City'. Con libertad de movimientos y sin tener que quedarse pegado a banda, el centrocampista acarició el 2-1, que evitó Dumfries sobre la línea para redimirse de su fallo anterior. No dejó de aparecer hasta el descanso.

El guion parecía claro. Inglaterra al mando, buscando una verticalidad a la que tampoco renunciaban los holandeses, a poco que tuvieran un metro de espacio. En una de esas contras frenéticas llegó el córner con el que Dumfries, omnipresente detrás y delante, rozó el 2-1 con un cabezazo al travesaño. Un susto de idéntica magnitud al que causó Foden tres minutos después con un disparo 'a lo Lamine Yamal' que acabaría impactando en el poste.

Foden, en una de sus muchas apariciones en el primer tiempoSTU FORSTER vía Getty Images

Sin Memphis, lesionado poco antes del descanso, Koeman tuvo que recomponer el once y optó por reforzar el centro del campo, en un intento por contener el ritmo de Inglaterra, que por momentos monopolizaba el juego. Y sí, allí donde estaba el balón estaba un Foden desatado. Sólo le faltó el gol que volvió a tener cerca en otro lanzamiento. La 'oranje' parecía desaparecida, pero era su juego. De hecho tuvo la última del primer tiempo, esta vez con una larga combinación sin remate final.

The three lions intensificó el control del balón a la vuelta de vestuarios, a cuenta de limitar su frenesí. Toque y más toque, aunque sin modo de penetrar en la agazapada formación holandesa, que apostó por el gigantón Weghorst para sumar peligros por alto con los que inquietar el dominio británico. 

Tardó en aparecer el cuadro naranja, pero lo hizo con la hora de juego. Poco a poco, fue quitando el balón a una Inglaterra incapaz de llevar peligro. Un par de arreones a balón parado seguidos de los holandeses, especialmente un remate a bote pronto de Van Dijk que salvó con habilidad Pickford, revitalizaron el encuentro. A él se sumaria, al fin, Cody Gakpo, muy desaparecido hasta entonces.

Con él, la otrora Holanda amplió el campo por banda izquierda, nivelando las fuerzas temporalmente. Inglaterra parecía algo más agazapada, pero apareció repentinamente en una acción por banda derecha que acabaría en gol de Saka que ni él llegó a celebrar por fuera de juego. Para entonces Southgate ya tenía claro que debía tocar a su equipo. Desaparecidos Kane y Foden en el segundo tiempo, les dio salida por dos nombres de perfil más bajo que acabarían siendo claves. Watkins y Palmer.

Las fuerzas ya menguaban y eso es sinónimo de espacios. El partido se abrió en los minutos finales, y en ese cruce de intentonas apareció uno de los 'anónimos' remplazos preparados por Southgate. Palmer filtró un gran pase, en diagonal y más rápido que su par apareció en profundidad Watkins, se revolvió con talento y se la cruzó a Verbruggen para poner el 2-1 y descuadrar lo que parecía directo a la prórroga.

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Inglaterra, con apenas 45 minutos de buen fútbol, se planta en la final de la Eurocopa para luchar por el gran título que le falta. España puede tomar buena nota. Con todo su poderío, apenas necesita mostrarse para avanzar.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es