Osasuna sobrevive al asedio bilbaíno (1-1) y se clasifica para su segunda final de Copa del Rey
El otro finalista saldrá del partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid que se disputará este miércoles a las 21:00.
Noche histórica para Osasuna. El conjunto navarro se ha clasificado para la segunda final de Copa del Rey de su historia tras lograr un meritorio 1-1 en San Mamés que ha hecho buena su victoria por 1-0 en el partido de ida.
Un gol de Pablo Ibáñez en la prórroga que será recordado para siempre por los aficionados rojillos fue el que desniveló una eliminatoria muy igualada que, en algunos momentos de este partido de vuelta, pareció que iba a caer para el lado vasco.
Ambos equipos se jugaban mucho, y la tensión del choque fue palpable desde antes de que se iniciara. El encuentro comenzó con diez minutos de retraso después de que, según el conjunto navarro, Osasuna quedara retenido por la Ertzaintza más de media hora y no pudiera acceder a San Mamés a la hora prevista.
Una vez superado el incidente, sobre el césped se vio lo esperado, un Athletic Club volcado en ataque que, con el incesante apoyo de su afición, asedió al Osasuna desde el comienzo para tratar de remontar la eliminatoria.
Por su parte, los navarros, optaron por estar bien arropados atrás y confiar en poder cazar en algún contraataque a los bilbaínos. Sin embargo, apenas gozaron de situaciones favorables a lo largo de los 90 minutos.
Quien sí se convirtió en protagonista por parte de Osasuna fue su portero, Sergio Herrera, que frustró una tras otra las ocasiones locales… hasta el minuto 33, cuando, en un saque de esquina, Iñaki Williams aprovechó un balón peinado por Mikel Vesga para hacer subir el 1-0 al marcador e igualar la eliminatoria.
Nico Williams pudo dar el pase a la final al Athletic
En la segunda parte, el otro de los hermanos Williams, Nico, dispuso de dos grandes ocasiones. Pero sólo, delante de Sergio Herrera, envió el balón a las nubes en ambas oportunidades.
De ahí hasta el final del choque, el conjunto vasco dio una sensación continua de peligro, pero que no fue materializada en acercamientos claros más allá de esos dos del hermano pequeño de los Williams.
De esta forma, el empuje de San Mamés, que estableció un récord de asistencia con 51.544 espectadores, no fue suficiente para que los bilbaínos lograran el segundo gol y evitaran tener que jugar la prórroga ante un rival tan peligroso como Osasuna
En los 30 minutos adicionales, el cansancio hizo mella, algo que sirvió para que el partido se abriera. De hecho, en la primera mitad de la prórroga, cada equipo dispuso de una bala. En el minuto 96, un buen remate de cabeza de Mikel Vesga obligó a Sergio Herrera a sacar una mano prodigiosa y, en el 105, Chimy Ávila, disparó por encima de la portería defendida por Agirrezabala en un acercamiento claro de Osasuna al contraataque.
Pablo Ibáñez entra en la historia de Osasuna
En la segunda parte de la prórroga, volvió el dominio del Athletic Club. Pero Osasuna hizo aquello a lo que acostumbran los equipos grandes, tener una oportunidad y aprovecharla.
Una de las pocas llegadas al área de Osasuna en los últimos 15 minutos de la prórroga hizo que el balón llegara a Pablo Ibáñez en la frontal del área. Y el joven centrocampista, en el 116, enganchó una sensacional volea que sirvió para darle a Osasuna la segunda clasificación a una final de Copa del Rey de su historia.
Osasuna jugó su otra final copera en 2005 ante el Real Betis, y la perdió en la prórroga por 2-1. El rival del club navarro en la final de este 2023 saldrá del partido entre el FC Barcelona y el Real Madrid que se disputará este miércoles a las 21:00.