Mari Carmen Paredes, la maratoniana que quiere reinar en la ciudad del amor junto a su guía y marido

Mari Carmen Paredes, la maratoniana que quiere reinar en la ciudad del amor junto a su guía y marido 

Esta paratleta de 61 años va a correr este domingo con su pareja, Lorenzo Sánchez, su tercera maratón en unos Juegos Paralímpicos. 

Mari Carmen llegando a una meta junto a su marido y guía, Lorenzo Sánchez.Imagen cedida por Mari Carmen

Los de este domingo serán, casi con toda seguridad, los últimos 42,195 kilómetros paralímpicos que correrán juntos la inagotable atleta paralímpica con discapacidad visual Mari Carmen Paredes y su marido y guía, Lorenzo Sánchez. A sus 61 y 65 años respectivamente, este matrimonio deportivo y amoroso va a disputar su tercera maratón en unos Juegos tras las de Río de Janeiro y Tokio en la categoría S12.

Paredes llega sin lesiones, tranquila e ilusionada en conseguir mejorar los resultados obtenidos en estas dos citas, en las que en Río tuvo que abandonar por calor y en Tokio acabó novena. 

"Nos conformamos con repetir la marca de Sevilla con la que nos clasificamos (3.10’48”) y no nos planteamos la medalla, sería un error pensar en eso, aunque sabemos que la maratón es una prueba muy larga, con muchos factores y todo es posible, pero es que siendo realistas la siguiente más veterana tiene 30 años menos", asegura esta fondista de origen pacense, pero residente en Cornellà de Llobregat.

Sánchez avisa que a pesar de no tener ese objetivo Paredes es "muy competitiva" y no se la puede descartar. "Que a las rivales no se les ocurra mirar para atrás, que ahí va a estar Mari Carmen, que yo en cuanto veo dudar a alguna se lo voy diciendo, la voy picando y ojo como vaya medio bien", advierte sobre la personalidad de su mujer.

Además, esta vez no va a correr los 1.500 metros, como sí hicieron en las otras dos ediciones: "En Río la corrimos porque era la única manera de poder disfrutar del estadio olímpico, teníamos una edad y pensábamos que igual serían los primeros y los últimos Juegos. En Tokio igual, también queríamos esa experiencia, pero ahora sí que sabemos que va a ser con toda seguridad la última y por eso solo vamos a hacer la maratón".

Ambos, para ejemplificar la ambición y el espíritu competitivo que tiene la paratleta, recuerdan el Mundial de Londres del 2019 y la capacidad para recomponerse de un golpe tan duro como el que recibió ahí. Esos más de 42km describen a la perfección su carácter y la dureza de una maratón. 

Paredes, que llegó tras una lesión, salió de las últimas y durante la carrera fue adelantando a todas sus rivales hasta llegar a disputar la segunda posición en la recta de meta. Ahí, en pleno sprint final, se rompió el isquio cuando solo quedaban 150 metros obligando a Sánchez a tirar de la cuerda para que no se cayera de cara contra el suelo. El comité valoró esa ayuda del guía como ilegal y acabó descalificando a la pareja tres horas más tarde y ya habiendo celebrado el bronce mundial y la clasificación para Tokio 2020.

2007, el año que cambió sus vidas

Mari Carmen y Lorenzo llevan 48 años juntos, desde que empezaran su relación cuando ella tenía 13 y él 17, y 41 como matrimonio. Sin embargo, el año que significó un antes y un después en sus trayectorias vitales fue el 2007, cuando a ella le diagnosticaron a sus 45 años una degeneración macular retiniana, de la que fue intervenida dos veces y que le causó la pérdida de prácticamente toda su visión.

"Tengo una mancha que no me deja ver nada nítido. No se puede corregir y ahora mismo no hay ningún tratamiento", explica. La pérdida de visión fue progresiva, poco a poco vio como cada vez le costaba más identificar las líneas rectas y los objetos, obstáculos y personas que se encontraba por delante. 

Eso obligó a Paredes a coger bajas en el hospital en el que trabajaba como enfermera junto a su marido, hasta que gracias a la ayuda de psicólogos se dio cuenta que iba a tener que dejar su profesión. 

El matrimonio de Lorenzo y Mari Carmen.Imagen cedida por Mari Carmen Paredes

"Yo pensaba que con salir a correr para olvidarme de todo era suficiente, pero desde la ONCE me dijeron que fuera a un psicólogo. Cuando me vieron me dijeron que tenía un nivel de ansiedad del 86% provocada por una depresión. Iba llorando por la calle, cada vez que me chocaba con algo que no había visto me sentía horrible y fue la que me ayudó a tomar la decisión", asegura la paratleta, que añade que se cayó varias veces al no reconocer un obstáculo mientras corría y hasta una vez se rompió dos costillas. 

Sánchez también tuvo que recibir tratamiento psiquiátrico. "Piensa que cuando un miembro de la familia enferma lo hace toda la familia", indica. Además, señala que ese exceso de preocupación acaba siendo perjudicial para todos: "La hacíamos sentir todavía más dependiente porque con nuestro excesivo celo de ayudar conseguimos que sintiera que tenía implicados a todos los miembros del a familia. Es bueno, claro, pero también molesta porque provoca esa culpabilidad de robar el tiempo y en muchas ocasiones magnificas sus carencias, algo que es un error".

Gracias a la mano de expertos ambos consiguieron superar esos malos momentos, hasta el punto de que Paredes ahora es capaz de defenderse de forma autónoma en espacios conocidos en los que desarrolla su vida cotidiana. "Por ejemplo, el bastón solo lo llevo si voy sola para identificarme", sentencia. 

Mari Carmen y Lorenzo, una vida de amor y deporte

Desde que se conocieron y se casaron el deporte siempre ha estado presente en la relación de Mari Carmen y Lorenzo. Primero, de joven, era ella la que iba a ver los partidos de él del equipo de balonmano en el que jugaba... pero fue a partir de los nueve años de casados cuando el atletismo y las maratones entraron en sus vidas hasta hoy. 

Sánchez con 33 años comenzó a aficionarse por estas pruebas y empezaron a hacer lo que se conoce como turismo deportivo: "Cogíamos la familia y nos íbamos a hacer maratones o medias. Hemos hecho las de París, Roma, Berlín, etc. Y en todas yo corría y ella y los niños me ayudaban", relata el guía, que como corredor veterano de más de 40 años llegó a ser de los referentes en el circuito y a ganar varias. 

Ella, en cambio, quiso iniciarse en el atletismo en 1991, con 28 años, ya que se puso de objetivo hacer la maratón para viajar a Nueva York con esa excusa. Consiguió la mínima para ir, pero el embarazo de su hijo a falta de tres meses la obligó a no correrla. Desde ese momento y hasta su enfermedad no volvió a prepararse una.

Mari Carmen llegando a una meta junto a su marido y guía, Lorenzo Sánchez.Imagen cedida por Mari Carmen

Sin embargo, una vez diagnosticada esa pérdida de visión empezó a volver a correr como liberación. La primera maratón la hizo con su hijo, que iba al lado guiándola y ya desde 2011 en Carpi Lorenzo y Mari Carmen son un tándem inseparable con 16 maratones a sus espaldas. De hecho, en 2014 Paredes bajó de las tres horas (2:59.22) firmando un récord mundial para su clase. 

Además de compartir todo, Sánchez, que dejó de hacer maratones por su cuenta, ejerce de entrenador de Paredes: "Como pareja no se lo aconsejo a nadie porque es un sufrimiento continuo no solo por lo que tú estás padeciendo con tu esfuerzo físico, si no porque también asumes el esfuerzo físico y mental de tu pareja. Pero es que a nivel deportivo es una experiencia brutal porque nadie la va a llevar mejor y nadie se va a preocupar más por ella o va a saber qué tecla tocar para superar los momentos malos".

"También hemos tenido que ser capaces de diferenciar los dos contextos porque a veces hay broncas en los entrenos y si te las llevas a casa es un problema. Cualquiera que me viera recriminándole un mal entreno te diría que es maltrato y si las sacas del contexto en el que se está produciendo puede llegar a equívoco, pero nosotros sí somos capaces de separarlo y saber que eso es entrenando y que el entrenador tiene que ejercer ese papel. Si no hiciéramos esto juntos no tendría sentido para ninguno de los dos", añade.

Titania
Titania
Santander

Tras 13 años corriendo juntos y de la mano, el destino ha querido que si los de París son sus últimos Juegos Paralímpicos de este matrimonio sentimental y deportivo sean recorriendo las calles de la ciudad del amor. 

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Alfredo Pascual es redactor de Virales en El HuffPost en Madrid. Escribe sobre noticias de televisión, política, redes sociales, deporte, etc. Estudió periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y un máster en Periodismo de investigación, datos y visualización en la UNIR. Antes de entrar en El HuffPost estuvo en la Cadena Ser y en el Heraldo de Aragón. Puedes contactar con él en alfredo.pascual@huffpost.es