Luis Rubiales comunica a su equipo que presentará su dimisión en la asamblea de la RFEF
Según adelanta la 'Cadena SER'. Se ha quedado sin apoyos y aunque salvase la reunión federativa, el CSD, el TAD y hasta la FIFA le habían sentenciado por la polémica de su beso a Jenni Hermoso.
Era una de las opciones más probables y podría ser la definitiva. La Cadena SER ha adelantado en exclusiva que Luis Rubiales dimitirá como presidente de la RFEF en la asamblea extraordinaria convocada este viernes.
Según informa la periodista Paula Giménez, el aún dirigente de la federación ya habría comunicado a su equipo su intención para la esperada reunión del órgano ejecutivo de la RFEF.
Aislado, y sin más apoyos que unas pocas (cada vez menos) federaciones territoriales, Rubiales confiaba en salvar la cita de este viernes, pero nada le garantizaba mantener el puesto. El Gobierno, a través del CSD, ya había prometido actuar contra él, contando con la incesante lista de denuncias y procedimientos abiertos en su contra. El último, de la propia FIFA, que le dejaba sin otra salida que irse o que le acabaran inhabilitando en unas semanas.
Durante días, Rubiales y su entorno más cercano han intentado blindarse frente a la tormenta en su contra desde que diera aquel beso sin consentimiento a Jenni Hermoso en la celebración por el Mundial.
Tras intentar sin éxito que la propia jugadora participara en el vídeo de disculpas del presidente, como adelantó Relevo, a Rubiales ya no le ha quedado colchón. Aún menos, con el comunicado enviado por Hermoso a través de su sindicato, FUTPRO, en el que pedía "medidas ejemplares" y que "acciones como estas no queden impunes".
En la cita convocada de urgencia para este viernes cabía una opción muy remota de que los asambleístas se levantasen contra Rubiales e impulsasen una moción de censura, algo que nadie veía posible por el peso territorial del granadino de adopción. Ante los escenarios posibles, todos negativos, el aún máximo dirigente del fútbol nacional, ha optado por la opción 'intermedia', un adiós en el que al menos dispone de un altavoz donde lanzar su último mensaje.
Al convulsísimo mandato de Luis Rubiales le quedan horas.