Las claves de la unión entre el Ejército y el deporte en España: una demanda de décadas mirando a nuestro entorno

Las claves de la unión entre el Ejército y el deporte en España: una demanda de décadas mirando a nuestro entorno

Este lunes, el COE y el Ministerio de Defensa han sellado una alianza que se inspira en modelos de éxito como el de Italia. El doble medallista olímpico y militar Carlos Arévalo, uno de los grandes protagonistas.

Carlos Arévalo, con su uniforme de cabo del Ejército de Tierra, en la presentación de la alianzaEuropa Press via Getty Images

El deporte español ha sellado, este lunes, un paso largo tiempo demandado. El Comité Olímpico Español (COE) y el Ministerio de Defensa han hecho oficial un acuerdo para que los deportistas de alto nivel tengan facilidades para ingresar al Ejército.

La medida, que sigue los pasos de potencias deportivas como Italia, uno de los espejos del deporte español, implicará que los tres Ejércitos (Tierra, Marina y Aire y Espacio) reservarán plazas en su convocatoria anual para estos deportistas. Dicha entrada en las Fuerzas Armadas se desarrollaría en paralelo a su carrera, para garantizar un futuro laboral una vez llegue la retirada.

La convocatoria de plazas para ser soldado o marinero, la escala más básica del Ejército, se publicará a comienzos de 2025 y a ella se podrán acoger deportistas de primer nivel acreditados por el Consejo Superior de Deportes (CSD) que tengan entre 18 y 29 años y hayan superado la Enseñanza Superior Obligatoria.

El acto ha contado con la presencia del presidente del COE, Alejandro Blanco, y la ministra de Defensa, Margarita Robles, así como decenas de deportistas, como recoge EFE. Entre ellos el piragüista y doble medallista olímpico Carlos Arévalo, cabo del Ejército de Tierra, uno de los grandes protagonistas de la jornada.

Como ha detallado Defensa durante el acto, los deportistas de alto nivel podrán acceder a 50 plazas de tropa y marinería del total convocado cada año. Esas 50 contarán con un baremo específico, pero no estarán reservadas exclusivamente para los deportistas. Para quienes cumplan los requisitos se abrirá un proceso de evaluación de méritos y superación de pruebas físicas, médicas y psicológicas, en igualdad al resto de aspirantes.

En caso de superar estas fases, los deportistas se incorporarán a un centro docente militar, lo que tendrá lugar en mayo o en noviembre, donde adquirirán los conocimientos básicos de la profesión castrense como paso previo a su destino a la unidad que elijan, según ha explicado el director general de Reclutamiento y Enseñanza Militar, teniente general Pedro García Cifo.

Una vez enrolados en las Fuerzas Armadas, los deportistas tendrán la opción de quedarse en la escala a la que han accedido hasta su pase a la reserva o bien de ir ascendiendo a la escala de suboficiales u oficiales, donde no hay límite de edad de permanencia.

El teniente general también ha precisado que quienes den el paso de incorporarse al Ejército podrán posteriormente desvincularse para volver al mercado laboral civil o incorporarse a puestos de administración pública o cuerpos policiales a partir de la formación adquirida en las Fuerzas Armadas.

Robles ha subrayado que la colaboración entre el deporte de alto nivel y las FAS es "una unión imbatible" al ser dos colectivos que comparten "los valores de la voluntad de servicio, el compañerismo, el sacrificio y, sobre todo, el amor a España".

“Os animo a los deportistas a que os incorporéis a las FAS, que es una gran familia en la que nunca nadie se queda atrás. Cuando hay un éxito, lo comparten todos, y cuando hay dolor, todos lloran con sus familias", ha remarcado Margarita Robles, que ha insistido en la "demanda" del deporte español desde hace casi veinte años en esta cuestión. "Nos unen muchas cosas, pero, sobre todo, los valores. Nada apoya más la sociedad que a las FAS y a los deportistas. Juntos representamos a la mejor España", ha rematado la ministra de Defensa.

El propio Carlos Arévalo, uno de los pilares del acto, ha intervenido uniformado como cabo de Tierra, actualmente destinado en el Regimiento 'Príncipe' número 3, en Siero (Asturias). 

"Desde que entré en las Fuerzas Armadas, en 2016, he obtenido mis mejores resultados. He logrado todos mis sueños con los valores de trabajo, esfuerzo y constancia", ha enfatizado el piragüista gallego, bronce en París 2024 y plata en Tokio 2020 en el K4-500 junto a Saúl Craviotto, Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade. 

Precisamente, Craviotto, policía nacional además de palista, explicaba esta cuestión a El HuffPost en una entrevista previa a los Juegos de París 2024. Para el sextuple medallista olímpico, "en varios países a los deportistas que llevan años representando al país se le dan facilidades una vez retirados, sea en Policía, en el Ejército... Y sería una buena vía ofrecer alguna facilidad para dar un horizonte a gente que desde los 15 hasta los 30-40 años ha representado a su país y cierra su carrera y se enfrentan a una nueva realidad".

"Una vía con la que dar tranquilidad económica y laboral a tantos deportistas que se ven en el precipicio de la retirada" añadía Craviotto en la entrevista y que ahora empieza a ser una realidad más allá de casos aislados como el de Arévalo o Fran Garrigós, bronce en París y sargento del Aire en la reserva.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es