'Elefutbol', la voz más viral del fútbol: "Muchos creadores de contenido no son conscientes de la responsabilidad que tienen"

'Elefutbol', la voz más viral del fútbol: "Muchos creadores de contenido no son conscientes de la responsabilidad que tienen"

Iker Ruiz del Barco, conocido en TikTok como 'Elefutbol', publica su primer libro, La vuelta al fútbol en 80 historias. De periodista con Pedrerol a tener 10 millones de seguidores gracias a un estilo propio y una filosofía diferente que desafía al mismísimo mundo de los influencers.

Iker Ruiz del Barco, 'Elefutbol' en redes, posa con su libroAURORA PASCUAL

"Es fútbol, pero es mucho más que eso", repite convencido. Bien lo sabe alguien que ha hecho de este deporte algo más que un modo de vida. Iker Ruiz del Barco (Sestao, 2000), más conocido como Elefutbol en las redes, se ha convertido en el creador de contenido de fútbol más seguido en España. Y lo ha logrado con un estilo diferente, con una voz entre melosa y susurrante, con la que contar las historias escondidas tras tantos goles, victorias y derrotas. Y tras tanto ruido.

A sus 24 años, bien puede decir que ha revolucionado el panorama de las redes "sin bufandas ni gritos". Sus más de 10 millones de seguidores entre TikTok e Instagram dan fe de ello. Ahora aspira a conquista otro campo, el de las librerías, con su primer libro, La vuelta al fútbol en 80 historias (Ed. Temas de Hoy, Planeta). Un canto a ese otro deporte que huye del resultadismo y se adentra en las historias, porque, como explica, "utilizo el fútbol como excusa para hablar de la vida".

Atiende a El HuffPost en un sitio revestido de magia para él y muchos otros enamorados de 'la redonda', el Museo Legends de Madrid. Allí donde luce expuesta la camiseta con la que Roberto Baggio falló el penalti clave en la final del Mundial de 1994. Un hito que acabaría marcando "el comienzo" de la nueva vida de este creador de contenido que pasó de ser periodista junto a Josep Pedrerol a convertirse en el influencer más grande de fútbol en España. "Todo cambió con aquel vídeo de Baggio", el hombre que murió de pie.

Iker tiene muy claro lo que quiere y lo que no, siempre con lo que denomina "mi responsabilidad" como bandera. "Lanzar un mensaje de cara al mundo que sea positivo, porque si tu hijo te ve haciendo el gamba él querrá hacer el gamba". Lo cuenta orgulloso, también crítico con la actitud de muchos otros compañeros de red, especialmente de aquellos que han "vendido su alma al diablo" por aceptar publicidades de apuestas y alcohol. "Tengo vetadísimas las dos cosas por mucho dinero que me ofrezcan", responde de inmediato.

Nostálgico, pero no encerrado en el ayer, sabe que el fútbol está a punto de sufrir lo que llama "el mayor drama de su historia" con las cercanas retiradas de Cristiano y Messi. Pero también que el mundo de hoy está "matando" la esencia histórica del fútbol con su "hermetismo" y "alejándolo" de los jóvenes, algo contra lo que rebela en sus vídeos y, desde ahora, también con su libro.

Es raro empezar una entrevista de fútbol citando a Pablo Motos, lo sé... y más ahora. El otro día le preguntó a Rodri qué sentía mientras miraba su flamante Balón de Oro. ¿Qué sientes tú cuando miras tu libro?

Es una buena pregunta, ¿eh? Siento como un orgullo que no es mío. Siento el orgullo de mis padres. Todo el sacrificio que en su día hicieron, porque no es barato llevar a tu hijo de Bilbao a Madrid y tenerle aquí un año viviendo, esa apuesta también a nivel emocional de dejarme atrás para echar a volar. Les miro a los ojos y les veo felices; el otro día me mandaban fotos con el libro. Mi madre se ha puesto de foto de perfil una foto con el libro. Ver a mis padres felices es lo que más feliz me hace.

Y a nivel personal, muy feliz porque siempre he sido muy lector y ver que he sido capaz de escribir un libro, encima de lo que más me gusta, que es el fútbol, y acercarlo a la gente joven me llena de orgullo. Digamos que esto es mi 'Balón de Oro'.

Te reconoces buen lector y tu libro está trufado de referencias literarias. Hay una idea de Muñoz Molina que me gusta mucho, que la música no pertenece a sus autores sino a quienes la escuchan. ¿A quiénes pertenecen el penalti de Roberto Baggio, el 'renacer' de David Ginola o la volea de Zidane?

Las historias son de la gente, de quienes las escuchan, las leen... Este libro no tendría sentido sin la gente que tengo detrás. No es raro que en la portada esté Baggio, que fue el vídeo que a mí me impulsó y con el que descubrí que había creado algo que no se hacía hasta la fecha, o Zidane o Kaká, que son vídeos icónicos míos... 

Estas historias son de la gente que sigue mis vídeos y son ellos los que le dan sentido a esta bendita locura. Yo simplemente les doy forma.

Hablas de tu comunidad, de tus seguidores. ¿Cómo empieza todo? ¿En qué momento un periodista joven que trabaja en una redacción, en Jugones (laSexta), decide dejar de 'juguetear' con las redes y pasar a dedicarse en exclusiva a ellas?

Ese proceso no era fácil. Un chavalín de 22 años en una redacción con periodistas importantes a nivel nacional. El vídeo de Baggio lo hice todavía en la redacción, en abril de 2023 y en julio yo era la persona con más seguidores en la redacción, más incluso que el propio medio... siendo yo era becario. Afrontar esto tanto para mí como para la gente de mi medio fue peculiar, porque no estás acostumbrado a algo así.

Hoy cuando tus hijos no están en el colegio y están con su tablet, ahí los otros educadores somos nosotros. Y si el ejemplo de tu hijo es un creador haciendo el gamba, tu hijo va a hacer el gamba. Yo pienso mucho eso, qué quiero construir yo en la gente que me ve.

Yo venía haciendo otros vídeos de otro tipo, más frenéticos... No se me olvidará nunca. Yo tenía un profesor de locución en la universidad, Juanma Rodríguez, tertuliano del Chiringuito, y nos mandó hacer y locutar una columna. Todo el día era hablar de Madrid o Barcelona y yo estaba cansado del tema. Acababa de leerme una biografía de Baggio y justo esa noche me puse la película La Divina Coleta, sobre él, y escribí un texto sobre ese momento. Llegué a clase y lo locuté.

Me dijo 'Iker, tienes muy buena voz, locutas fenomenal, pero este texto no es lo que te había pedido, es una mierda', me soltó con buen rollo porque siempre hemos tenido ese buen rollo. Pero me dio rabia, ¿sabes? Salió ese sentimiento que tenemos dentro y me dije 'tengo que hacerlo vídeo', pero un vídeo distinto. En TikTok se lleva el contenido rápido, pues yo lo hice de 1'50" con una música suave, muy cálido... Al día siguiente el vídeo tenía 15 o 20 millones de visitas, el audio estaba por todos los lados... Ahí fue cuando descubrí que eso que no hacía nadie me podía definir a mí. Y hasta aquí.

Tu hartazgo de 'o Madrid o Barça' es sintomático, especialmente para alguien que se define 'enamorado del fútbol', sin bufandas. ¿En un mundo tan polarizado en todo, también en el fútbol, cómo haces para escapar de esa 'necesidad' de ser de uno o del otro?

Mi padre, pese a ser súpermadridista, era un gran amante del fútbol y desde crío yo recuerdo ver documentales de Yashin, Cruyff y descubrir esas historias... Luego, el mundo del periodismo te anestesia ese posible sentimiento por uno u otro, aunque en mi caso nunca ha existido. Bien sabes tú que cuando eres periodista no quieres que gane uno u otro, sino que pasen cosas. Y eso es lo que he querido siempre, pero hay gente que no lo entiende.

Iker Ruiz del Barco posa con la famosa camiseta de Baggio en el Museo Legends de MadridAURORA PASCUAL

Si hago un vídeo del Barça, los del Madrid me dicen no sé qué; si lo hago del Madrid... Y así todo, aunque esos son una minoría. He conseguido que mi comunidad comparta mi visión, los sentimientos humanos detrás del fútbol. Tengo esa suerte, descubrir a tantísima gente que ama el fútbol tanto como yo.

¿Y esa comunidad de 10 millones largos de seguidores y centenares de millones de visualizaciones como se gestiona al preparar tus vídeos? ¿Te frena el pensar que algo pueda resultar polémico, por ejemplo?

No, porque en todo momento soy consciente de la responsabilidad que tengo. Mis vídeos no son sólo fútbol, hablo de temas que considero importantes. Utilizo el fútbol como excusa para hablar de la vida e intento dejar mensajes importantes a mis seguidores. Que la derrota no es el final de todo, la salud mental... Uso mucho la frase de que la gloria no se mide en trofeos sino en la capacidad que tienes de dejar huella en el corazón de la gente. 

Delante del micrófono no pienso en cuántos seguidores tengo, pienso en la responsabilidad de lanzar un mensaje de cara al mundo, siempre tiene que ser positivo, y creo que muchos creadores de contenido no son conscientes de la responsabilidad que tienen. Hoy cuando tus hijos no están en el colegio y están con su tablet los otros educadores somos nosotros. Y si el ejemplo de tu hijo es un creador haciendo el gamba, tu hijo va a hacer el gamba. Yo pienso mucho eso, qué quiero construir en la gente que me ve. Pues gente con buenos valores.

Con el fútbol como vehículo para que el mensaje cale, efectivamente. Y te diré que cala, en jóvenes y en mayores, porque he conseguido conectar con dos generaciones. Insisto, simplemente lanzando una buena propuesta de valor, un buen mensaje, que muchas veces falta. En redes se fomenta tanto el odio, el contenido para buscar la polémica, que si sale algo así simplemente te sientas a disfrutarlo.

Hablas de un fútbol que escapa del resultadismo, del ganar, y buscas la historia. ¿Lo haces también para reivindicar un mundo que a veces queda muy denostado por su supuesta simpleza?

Sí. En la vida de un jugador, un entrenador o un aficionado incluso, considero que lo importante no es el resultado final, sino el recorrido personal que has tenido hasta llegar a ese momento. Hay mucho estigma en torno a esto y se habla muy poco de los sentimientos que suscita el fútbol, porque en su interior se comprenden todos los sentimientos de la vida, de la pasión a la traición, la ilusión, la tristeza... 

Estoy muy de acuerdo con eso de que el fútbol es la vida. Y con algo tan obvio como esto es la manera en la que he llegado yo a la gente. Siendo algo tan lógico, hasta que yo entré no era algo que generase interacción. Se ha demostrado que se puede hablar de este fútbol más romantizado si lo haces bien. 

Hacer publicidad de apuestas o alcohol, vetado. Es lo que menos me gusta de la publicidad, ver que aún hay gente que vende su alma al diablo por dinero olvidando esa responsabilidad que tienen

Yo entré en un momento en el que había creadores del Barça o del Real Madrid y hacían su papelón, sin hueco para nadie más. Mi propuesta rompía con eso, más 'meloso' y a la gente casi le ha convencido más lo mío que ver a gente darse leches.

¿Esa propuesta 'limpia' que tú haces en tus redes tiene espacio hoy para colarse en alguno de los espacios de mayor tirón televisivo a nivel futbolístico? A priori parecen modelos contrapuestos...

Sí. No me gusta mirar los números, pero creo que tengo la comunidad de fútbol en España más grande en TikTok. Me llena de orgullo ver que muchos chicos estudiantes de Periodismo están empezando a hacer un contenido inspirándose en esto. Han visto que se puede hablar de ese fútbol poetizado con una visión positiva y ahora vende mucho.

Cada vez hay más de esto, ser tú la persona que cuenta la historia con estilo. Y no opinadores, que de esos hay muchos. La gente demanda hoy historias, algo que les inspire. 

Volvemos a tu yo influencer. ¿Te llegas a sentir esclavo de las redes, de tu público, del calendario de publicaciones?

Las redes son muy esclavas, por mucho que yo desde el primer momento tomé la filosofía de 'poco, pero de calidad'. Existe o existía el pensamiento de subir mínimo un vídeo, dos o tres al día. Pero yo vi que ese ritmo no era posible, porque es mucho trabajo, hay una edición, producción... Si entraba en eso me iba a despedir de mi vida personal. Mi estilo, además, puede saturar con ese tono, esa intensidad... igual que pasa con el calendario del fútbol, que tanto partidazo junto, cansa. Yo publico cada 2-3 días.

Ahora, hay veces que no puedes cumplir ese objetivo y sí que te llegas a agobiar un poco. Estas fuera, te pilla de vacaciones... Mi novia lo ha sufrido. Pasa algo y nos ha cogido fuera y le he dicho 'perdóname, vuelvo al hotel, saco el portátil y el micro'. Y en cierta medida te sientes esclavo. No es como un trabajo normal con sus vacaciones normales. 

Aquí se trabaja todos los días, sea publicando, sea editando, sea en reuniones con las marcas, interactuando con tu comunidad... Sí me he sentido esclavo de mis redes en ocasiones, pero luego pienso en mi suerte y mi trabajo y me siento privilegiado. Mi padre me dijo 'buscate un trabajo que te haga feliz y no volverás a trabajar en mi vida' y así ha sido en mi caso.

Hablas de reuniones con las marcas como asunto clave ¿A nivel económico tener cientos de millones de visualizaciones no se rentabiliza?

Ahora mismo, tristemente no. TikTok tenía un fondo de creadores que te pagaba según tus visitas, pero lo quitaron. YouTube monetiza algo, pero no te sacas un sueldo. Al final, la clave son las marcas. Tener millones de visualizaciones se nota con las marcas, pero es dificil, porque hay muchos creadores muy seguidos pero con un contenido poco atractivo para las marcas. 

En mi caso tengo la capacidad de llegar a un público joven y a otro adulto y algunos 'jefazos' me han hablado directamente porque querían trabajar conmigo. De hecho, cuando yo estaba en laSexta ya ganaba más dinero de mis redes que de la redacción y tenía ese debate interno de 'me quedo con esto, estable, bien visto... o me voy a lo otro que no sabes cómo te va a venir'. 

Antes el fútbol era otra cosa, Antes tú veías un enfrentamiento salvaje entre Guardiola y Mourinho en rueda de prensa. Ahora sería impensable, porque te saldría el jefe de prensa y te diría 'cuidado, cuidado', 'no hay más preguntas'

Aún así me lancé porque me vi seguro, me vi con un contenido bien valorado por las marcas y porque, te lo digo, probablemente sea de los pocos creadores que digan que les gusta hacer publicidad. Me parece muy creativo, te dan cuatro piezas y tú tienes que montar el puzle y me encanta, así que afronto esos vídeos como otro más. Y hay gente que me dice 'ah, esto era un anuncio', lo que significa que lo he hecho bien.

¿Qué vetarías hablando de publicidad?

No me gusta hacer publicidad de cosas que no le vienen bien a los jóvenes. Ahora está más regulado todo lo de las apuestas o el alcohol, pero encubierta aún hay creadores que siguen haciendo esas publis. Tengo un amigo que da buenos consejos de partidos, etc. Encima, como cada vez hay menos gente que quiere trabajar con eso, se paga más. 

Me han llegado a ofrecer un sueldazo para cinco años, pero dije no porque sé lo que hay. Vengo de Sestao, un pueblo con el PIB bajo, el paro alto... Un pueblo obrero de Vizcaya y muchos amigos míos de pequeños han tenido problema con las apuestas. Chavales de 15 años robando dinero a sus padres... ¿Yo quiero eso para la gente que me sigue, quiero que sus familias pasen por eso? Absolutamente no. Y el alcohol ni mucho menos. 

Todo eso, vetado. Es lo que menos me gusta de la publicidad, ver que aún hay gente que vende su alma al diablo por dinero olvidando esa responsabilidad que tienen y de la que hablábamos antes.

Volvamos al fútbol. Especialmente, a la 'nostalgia', tú que introduces mucho de este elemento en tus trabajos. ¿En el fútbol eres de 'todo tiempo pasado fue mejor' o huyes de esa idea? 

No huyo de eso, pero muchas veces no valoramos lo que tenemos ahora. Cualquier tiempo pasado fue mejor, pero están a punto de retirarse los dos mejores de la historia del fútbol. Y estos han sido de hoy. No han sido hace 20 años, de ese 'odio eterno al fútbol moderno' que preferíamos el barro de los años 90.

Estamos hablando de que dentro de poco vamos a sufrir probablemente el mayor drama de la historia del fútbol que va a ser cuando se retiren Messi y Cristiano. Y eso va a pasar ahora, con jugadores del ahora. Vivimos con ese pensamiento constante de que lo de antes era el paraíso y que lo de ahora es el infierno y no. Dentro de 40 años echaremos de menos igual a Mbappé, a Haaland, a Nico Williams... 

Yo ahora estoy como en un trabajo interno, porque intento vender mucho la nostalgia, un sentimiento que conecta muy bien con la gente, pero estoy en ese trabajo conmigo y con mis seguidores de aprender a valorar lo que tenemos ahora. Jugadores también con mucho carisma, que lanzan mensajes positivos a la gente joven, que son buenos futbolistas...

Sí que es cierto que pesa la falta de acceso a los protagonistas Pienso, por ejemplo, en el Real Madrid, que es un club superhermetizado. Ver a jugadores hablando con la prensa es casi misión imposible después de un partido o tener acceso a cualquier otro futbolista del día a día... Yo que trabajo con algún club, vas a grabar con algunos de ellos y a última hora te dicen no, no, al final este no puede. Esas cosas son las que han matado un poco al fútbol.

Se habla mucho de que los jóvenes se alejan del fútbol de hoy y entiendo que esto también agrava esa distancia...

Para mí lo aleja completamente. ¿Por qué ahora, cuando tenemos más posibilidades que nunca de acercarnos a la gente joven, es cuando menos aparecen los protagonistas con el poder que tienen las redes sociales? ¿Por qué no se les da más bombo? Tú ves las redes sociales ahora mismo y salvo honrosas excepciones, no.

El creador de contenido, durante su entrevista con 'El HuffPost'AURORA PASCUAL

Tienes a tíos que están cobrando millones de euros. Ponles en redes sociales a hacer algo que les acerque a la gente, no sólo decir hola, gracias por el apoyo. Ponles con un reto rápido de fútbol que venden mucho ahora, como darle al larguero, ponles a colaborar con otros creadores de contenido conocidos... Habla, que a la gente le hace ilusión.

A mis seguidores les hace mucha ilusión cuando yo aparezco con un jugador. Hacen montajes, se los suben a sus propias redes... se genera una comunidad. Y eso no lo hacen los clubes. Tiene que ser una marca o un patrocinador, pero claro, porque hay dinero. Si no, nada. Los clubes no te ponen a un jugador a no ser que seas amiguísimo de no sé quién. Es una pena. Considero que en ese sentido sí que estamos alejando mucho al público joven de de todo esto.

¿Al futbolista se le está escuchando hoy lo que quiere decir?

Pues yo creo que los futbolistas tienen mucho más que decir de lo que dicen. A mí, por ejemplo, me encanta el medio The Players' Tribune donde ellos mismos cuentan sus historias porque hay cosas que no sabíamos. Por ejemplo, salió Kevin de Bruyne hablando de lo dura que fue su infancia. ¿Por qué no lo sabemos hasta ahora, que ha salido él a contarlo en un medio donde sólo escriben los jugadores?

Se les hermetiza tanto a ellos desde los propios departamentos de prensa... En el mundo del periodismo, tú lo sabes más que sigues en el día a día, pero tú vas a entrevistar a un jugador y te dan cinco minutos de cronómetro y cuando pasan te llegan con el 'lo siento, nos tenemos que marchar'. Y tú peleando una última pregunta.

Los jugadores tienen ganas de hablar. Ves que se enfadan y ponen cuatro emojis en Twitter, como que quieren decir más de lo que dicen. Antes el fútbol era otra cosa, Antes tú veías un enfrentamiento salvaje entre Guardiola y Mourinho en rueda de prensa. Ahora sería impensable, porque te saldría el jefe de prensa y te diría cuidado, cuidado, no hay más preguntas. A mí, por llevar el micro del medio que llevaba, no me han dejado preguntar. Pues quizás sean estas pequeñas cosas las que están un poco destruyendo al fútbol...

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es