España sabe sufrir, remonta y acaba goleando a Georgia para meterse en cuartos de la Eurocopa

España sabe sufrir, remonta y acaba goleando a Georgia para meterse en cuartos de la Eurocopa

El 4-1 final resulta engañoso. La selección caucásica, liderada por Kvaratskhelia, sorprendió a España y consiguió llevar a los de De la Fuente a momentos de ansiedad al verse por detrás en el marcador. La goleada sólo llegó en los últimos minutos. Grandes minutos de Yamal y acciones clave de Rodri y Nico Williams.

Lamine Yamal y Nico Williams celebran el 3-1 a GeorgiaGetty Images

En cuartos, con una dosis de sufrimiento para bajarnos a tierra, pero en cuartos, que es algo que ya no puede decir la vigente campeona. Y con goleada, para acabar con el ánimo arriba. España ha sudado para superar por 4-1 a Georgia en los octavos de la Eurocopa, en un partido de marcador engañoso que no se decantó hasta el último cuarto de hora

La selección caucásica llegó a sorprender casi de inicio al cuadro de Luis de la Fuente, que pasó por momentos de zozobra. Fueron los primeros minutos realmente a la contra de 'La Roja', que tardó en encontrar la manera al fútbol de repliegue y contraataque de Kvaratskhelia y compañía. Pero lo hizo, con una amplitud de recursos que evidencia las virtudes de España.

Lo hizo por bloque y una calidad técnica infinitamente mayor, pero también con unas individualidades estelares de Rodri, Yamal, de nuevo sin gol pero capital en el juego, y Nico Williams. Por delante, el más difícil todavía. Los caprichos del fútbol han llevado a España por el lado extremadamente duro del cuadro. El viernes, la Eurocopa enfrentará a sus dos únicos tricampeones. España-Alemania para medir si, de verdad, aspiramos a todo o volvemos a la historia negra de los cuartos.

Los once de Luis

Tras la gris prueba de la rotación masiva contra Albania, De la Fuente no dudó en volver a su once de confianza, el del día de Italia. Sin sorpresas ante un rival que tampoco las prometía, porque la selección con menor porcentaje de posesión jugó a eso mismo que le ha llevado hasta los octavos. Encerrarse, esperar y correr a la contra con Kvaratskhelia como faro.

España aceptó el 'pacto' de juego y pareció encantada de salida, como ha venido haciendo siempre, abriendo el campo al máximo y Williams y Cucurella como focos. Hubo convicción de salida, mayor si cabe tras presenciar el batacazo de Italia ante Suiza y el milagroso pase de Inglaterra ante Eslovaquia gracias a una genialidad de Bellingham en el descuento y a una aparición de Kane en la prórroga.

Aquello de 'no hay rival pequeño' también lo iba a sentir España pronto. Fue al filo del cuarto de hora, pese a que por entonces 'La Roja' ya podría ir ganando 2-0. Pedri en jugada combinativa, Carvajal en otro remate 'sorpresa' tras córner, Nico, Fabián desde más lejos... El juego sólo se desarrollaba en el último tercio georgiano, buscando mucho a Yamal, que no dejó de ofrecerse, y con la zaga caucásica perfectamente replegada... hasta que llegó su turno en una de esas contras en el 17'. 

Entre la velocidad y el despiste de la defensa española, una cabalgada de Kvaratskhelia habilitó a Kakabadze por la derecha. Su centro cogió a Le Normand mal colocado en el repliegue y, sin querer, desvió el balón directo a portería. Era el primer gol que recibía España en el torneo. Un mazazo que cambió la dinámica del partido.

Ansiedad y plan b

Porque si bien el cuadro español quiso volver a la fórmula de antes, quizás más enfocado en el carril central con Rodri, Fabián y Pedri, enfrente el rival se había crecido. En el área de Mamardashvili no cesaban las acciones, pero Georgia también mostraba un convencimiento mayor, con oleadas de poco fútbol y mucha velocidad que hicieron daño, aprovechando que los de De la Fuente parecían un tanto ansiosos por buscar el empate.

Tocaba cambiar el plan. Aparte de cubrirse mejor las espaldas ante las subidas de Carvajal o Cucurella, España empezó a probar desde lejos a Mamardashvili para superar el 'autobús' que plantó la selección del este. Lo intentó Cucurella, en un 'uy' que abrió la pista, y lo consiguió al instante Rodri. El descomunal centrocampista del City sacó una de sus mejores armas y, al filo del área, cruzó un balón sin respuesta posible del meta valencianista. El VAR descartó implicación alguna de Morata y dio el empate y una buena dosis de oxígeno que tanto necesitaba el equipo antes del descanso.

El factor Yamal

La vuelta de vestuarios fue de todo menos tranquila. Otra pérdida española en terreno georgiano la pudo convertir Kvaratskhelia en uno de los goles de la Eurocopa, pero su disparo desde medio campo se fue por centímetros. Un susto que espabiló a los de De la Fuente. Yamal, incansable en eso de dar la cara, se hizo con los mandos. 

Recién titulado de la ESO, el jovencísimo proyecto de estrella mundial aceptó la responsabilidad de lanzar una 'jugosa' falta centrada que despejó bien el meta georgiano. La continuación llevaría su firma con un maravilloso centro desde banda derecha para hacer el 2-1. Similar al tanto de Carvajal contra Croacia, su rosca fue un regalo para Fabián, libre de marca. La fiesta del extremo del Barça pudo ser mayor, con dos ocasiones para hacer el 3-1. Sólo le falta el gol en esta Euro y lo sigue buscando.

Cumplida la hora, España podía decir que controlaba otra vez el juego. El físico georgiano parecía decaer, mientras Luis de la Fuente movía el banquillo, refrescando con Olmo, Grimaldo y Oyarzábal, este por un Morata hoy gris y apercibido de suspensión. La sensación era que el 3-1 se acercaba.

Nico Williams, en la acción del 3-1Justin Setterfield vía Getty Images

Llegó momentánemante en otra acción de Yamal que remató en propia puerta Gvelisiani en el 73' pero el VAR chivó el fuera de juego del culé. No habría objeción legal tres minutos después, en una contra que pilló a Georgia aún en campo español. El mundo al revés. Nico Williams, que recuperó protagonismo en los minutos previos, la cogió en medio campo, se la llevó por velocidad y sentenció con una calidad extraordinaria en el área.

Ese 3-1 ya sí mató el partido con un cuarto de hora por jugar. Sacó colmillo España con el rival superado y, aprovechando los muchos huecos abiertos, consiguió que del sufrimiento se pasara a una goleada demasiado resonante a nivel estadístico. Dani Olmo aprovechó sus minutos para hacer un bonito 4-1, después de varias ocasiones del omnipresente Yamal. 

Nadie en la selección dijo que Georgia fuera fácil, como no lo han sido otras tantas selecciones. Pero España ya está donde tenía que estar. Y a partir de ahí... El viernes, historia por escribir.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es