España hace historia y conquista su cuarta Eurocopa tras superar a Inglaterra en un partido al límite

España hace historia y conquista su cuarta Eurocopa tras superar a Inglaterra en un partido al límite

Un gol de Oyarzabal en los últimos minutos y una aparición salvadora de Dani Olmo bajo palos al filo del descuento dan la victoria a España 2-1 ante Inglaterra, con un partido sobresaliente de Nico Williams. La Roja se convierte en la primera selección en ganar cuatro Eurocopas. Luis de la Fuente, clave.

Álvaro Morata levanta la Eurocopa en compañía de toda la selecciónDan Mullan vía Getty Images

La historia, dicen, la escriben los valientes y de eso en España vamos sobrados. Tanto como de un talento que nosotros mismos no sabemos valorar en su justa medida. Ingredientes de los que se nutre esta selección que ha reescrito la historia del modo más glorioso. ¡España es campeona de la Eurocopa por cuarta vez tras ganar 2-1 a Inglaterra

Y lo es con un equipo en mayúsculas, que durante un mes ha sabido aunar valentía, talento y compromiso y elevar todas esas virtudes en una final llevada al límite de la razón, en la que también brilló Luis de la Fuente con unos cambios que acabarían siendo la clave. Porque además de un Nico Williams sobresaliente, tanto incluido, apareció al final una de sus apuestas, Oyarzabal, para hacer el gol que entra directo al libro de leyendas del balompié.

Se hablará de ese ligero toque a pase de Cucurella —otro que vaya torneo...— si bien debería hacerse especialmente de un grupo que se levantó con rabia, unidad y fútbol ante las muchas críticas, las muchas dudas y las comparaciones con otros tiempos. Esta España es otra, pero como aquella con la que la enfrentan, es campeona. Y la protagonista de un hito jamás logrado por ninguna selección, ganar la cuarta Eurocopa.

El camino no pudo ser más difícil. Obligada a una reconstrucción deportiva, pero también social ante un país que se había desconectado tras una década larga de sinsabores —Nations League aparte—, la selección fue devolviendo fieles a medida que avanzaba rondas por el lado más difícil del torneo. Cayeron Croacia, Italia, Alemania, Francia... y hoy Inglaterra con un compendio de goles de Olmo, asistencias de Yamal, omnipresencia de Williams, hoy MVP, manejo sobresaliente de Rodri, declarado mejor jugador de la Euro, y apariciones mágicas de Merino y Oyarzabal. Un totum al que quedaba sumar la dirección de De la Fuente, brillante para saber llevar a España de vuelta a la cima del mundo.

Con los suyos al fin del mundo

Fiel a sus principios, también en lo futbolístico, y alejado de la emotividad que vendría dos horas después, De la Fuente hizo lo que se esperaba con la alineación, recuperando a Le Normand y Carvajal tras perderse las semifinales por tarjetas. Enfrente, Southgate sorprendió relativamente sacando a Shaw en lugar del cuestionado Trippier en el lateral izquierdo, pero más relevante fue su decisión de convertir a Foden en secante del motor español, Rodri, al que tan bien conoce del City.

Se esperaba partido de toque español y fogonazos por ambas partes. A estas alturas, caben pocas sorpresas a nivel táctico, más allá de individualidades. En ese guion, España dominó la posesión desde el comienzo. Fueron minutos de tanteo, de mucho toque en el centro del campo para acabar buscando un referente claro, Nico Williams. El extremo del Athletic fue el argumento, el único en encontrar pequeños huecos a la sólida defensa británica.

Williams, ante SakaUEFA via Getty Images

Todo el juego parecía volcado sobre su banda, la izquierda, que era la misma por donde atacarían Saka y Walker. Ambos llevaron peligro a modo de respuesta, imponiéndose a Cucurella y presentándose con demasiada fácilidad en el área española. Un primer aviso cuando se cumplía el cuarto de hora.

Cada vez que el balón merodeaba la portería de Unai Simón daba una impresión peligrosa, la del cierto descontrol atrás que venía sintiéndose en todo el torneo, pese a que realmente el meta vasco seguía sin estrenar sus guantes. Y no lo haría hasta el 45'. Enfrente, lo de De la Fuente seguían con su juego. Aparecían de forma recurrente Yamal y Fabián, lo intentaba sin suerte Morata y se multiplicaba en todas las zonas Nico Williams. En lo estadístico, el dominio español iba a más, tanto en posesión como en acercamientos al área.

Sin embargo, dentro de esa zona, había poco o nada que rascar, sin modo de descomponer la muy bien plantada defensa de Southgate, que volvía a renunciar a la pelota a la espera de nuevas oportunidades. Los intentos se acumulaban, en juego abierto o a balón parado, con la repetida amenaza de los corners en los que Williams intentaba encontrar las cabezas de sus centrales.

Inglaterra, a lo suyo, como llevaba haciendo todo el torneo, de forma muy poco visual pero absolutamente efectiva. Sin crear prácticamente nada en 20 minutos, tuvo la última del primer tiempo. A la que recuperaban balón en campo hispano, hacían daño. Una pérdida sin aparente peligro de Carvajal acabó en una falta que volvió a generar miedo. En el mar de piernas dentro del área, Foden probó a Unai Simón, seguro en su estreno.

Vaya par de jugones

Casi anulado y tocado físicamente, Rodri ya no saltaría a la vuelta. De la Fuente apostó por su relevo natural y otro jugador de su confianza, Zubimendi. Pronto se haría notar, aunque su primera acción fue ser testigo de la acción que lo cambió todo. Apenas rodó el balón, una rápida acción de esa España vertical dejó el balón en las piernas de Lamine Yamal, que aprovechó para meterse por dentro, sin nadie capaz de seguirle. 

Listo como no debería ser un niño que acaba de cumplir 17 años, no se obcecó con el gol y sí abrió a la izquierda, ante la llegada en ventaja de Nico Williams, que no perdonó el regalo de su amigo. Pickford no pudo hacer nada y España se entregaba a la euforia.

El subidón tuvo continuidad inmediata, como es habitual entre los pupilos de Luis de la Fuente. Siempre con la velocidad como arma letal, se sucedieron ocasiones clarísimas para romper el partido con un 2-0 que rozaron varios. Primero Olmo, listo tras un rechace a un tiro lejano de Nico, que volvería a probarlo poco después, igual que un Morata siempre insistente pero desviado en el uno contra uno ante el guardameta. Se cumplía la hora de juego e Inglaterra, casi desaparecida, podía dar gracias de perder 'sólo' de uno.

Caer, levantarse... y la gloria

Bellingham se asomó con un tiro raso que tuvo réplica en otra ocasión brillante de Yamal, ante el que surgió salvador Pickford. Fabián y Oyarzábal, reemplazo de Morata, tuvieron las suyas antes de que Inglaterra volviera a flote con un zurdazo certero del recién aparecido Cole Palmer, libre de marca, en el 72'. Esto es Inglaterra, poco juego y un talento descomunal en un amplio puñado de futbolistas, y esto es el fútbol, quien perdona la paga.

Lo bueno es que a veces el fútbol es justo. España se sabía superior, aunque no escondió el golpe anímico. Ahí, los de Southgate no supieron (o no quisieron) echarse arriba, pese a las dudas que mostraban sus rivales. Por suerte, el 'duelo' hispano duró poco y una preciosa triangulación entre Olmo, Williams y Yamal nos devolvió al camino de lo que había que hacer. El gol se lo negó otra vez el portero del Everton, que parecía haberle cogido la medida al culé. Lo que ya no pudo negar Pickford fue el 'hambre' de 'La Roja'. En la locura de los últimos minutos, Cucurella centró raso y en el área apareció Oyarzabal para meter una pierna que valía la historia misma. El VAR sólo añadió emoción al gol que recorrió Berlín y el resto del mundo.

El balón de Oyarzabal, directo a colarse en la portería de Pickford para hacer el 2-1 definitivoQian Jun/MB Media vía Getty Images

Con la vista en el toque de Oyarzabal, Inglaterra tuvo la mejor ocasión de todo el partido para empatar, a la desesperada ya cuando asomaba el descuento. Un doble cabezazo, primero Rice e inmediatamente Guehi, se toparon con Unai Simón y especialmente Dani Olmo, con una 'salvada' sobre la línea de gol que valío medio torneo. Sin saberlo, acababa de 'matar' a Inglaterra. El descuento voló sin más sobresaltos, para desesperación británica y de un Kane que vuelve a ser subcampeón por enésima vez en su vida. La historia estaba escrita y esta vez, el relato es español.

Rey de Europa, España vuelve a la cima del mundo... y después de 12 años de decepciones, de fracasos, de impotencias, es hora de celebrar como campeones.

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es