El Real Madrid amplía su reinado y gana su decimoquinta Champions League

El Real Madrid amplía su reinado y gana su decimoquinta Champions League

Vinicius, Carvajal y Kroos, en su adiós de blanco, impulsan al Real Madrid para imponerse 0-2 a un Borussia Dortmund que apretó muchísimo los primeros 45 minutos.

Nacho Fernández, capitán del Real Madrid, levanta la 'Decimoquinta' en WembleyEFE/EPA/NEIL HALL

Pasan los años, los jugadores, las eras en la carrera de Taylor Swift... Todo pasa excepto una fotografía que acaba siendo, casi siempre, la misma. El Real Madrid, campeón de la Champions League. La Decimoquinta ya es una realidad. Y en Wembley, para darle mayor misticismo a la enésima conquista del rey de Europa

Los goles de Carvajal y Vinicius, que llama a la puerta del Balón de Oro, junto al eterno Toni Kroos en su despedida blanca, terminaron por noquear 0-2 a un durísimo Borussia Dortmund. Los alemanes tuvieron K.O. al Madrid en la primera mitad, pero acabaron como sucede casi siempre, noqueados por los de Carlo Ancelotti

Esta vez sin la épica de otras grandes noches, pero con la solidez de un equipo que supo sostenerse sobre las cuerdas donde otros hubieran caído. Y que supo dar donde más duele, allá donde otros no saben llegar. Eso también es fútbol; precisamente de eso va el fútbol en noches como la de este sábado 1 de junio de 2024, el día de la 'Decimoquinta'. Porque las finales no se juegan, se ganan. Y en esa ley no escrita no hay nadie como el Real Madrid.

Marcaba el reloj las 21:00 cuando el balón empezó a rodar en Wembley. El alto voltaje que transmitían las gradas se llevó de inmediato al césped. A la tensión sólo faltó por sumarse el personal de seguridad, que se tragó la irrupción de hasta tres espontáneos nada más comenzar el partido. El susto quedó en nada, salvo un nuevo ridículo del fútbol europeo en su día grande.

Superado el extraño arranque, al Madrid le costó situarse. Sin sorpresas en el once, con la ya sabida aparición de Courtois en su debut en Champions esta temporada, el Borussia ganó desde el primer momento la batalla por el control del juego.

Cómodamente revestido de eso que llaman underdog, el rol de no favorito, el equipo alemán se movió con facilidad en ambos lados. Sin problemas en su portería y con peligros múltiples delante Una, dos y hasta tres veces se cantó el gol en un puñado de minutos en el área de Courtois, un tanto frío en sus primeras acciones. Pero el poste, Carvajal y un rápido repliegue de la zaga merengue evitaron por tres veces el gol.

La velocidad del Borussia no dejaba de castigar, con Sancho o Ryerson por la derecha, Adeyemi o Fullkrug delante, y una intensidad física mucho mayor que el Real Madrid. Los de Ancelotti, anulados en casi todo, bastante tenían con soportar las oleadas alemanas; tanto es así que no tiraron a puerta en todo el primer tiempo.

La asfixia era evidente y sólo respiraron con el descanso. Ahí llegó la mejor noticia, directamente la única buena, que dejó el primer tiempo: el 0-0 con el que los equipos se fueron a vestuarios. Los cambios eran obligatorios, o en nombres o en sensaciones y Ancelotti apostó por lo segundo.

Nunca le perdones al Real Madrid...

Necesitado de un plus de intensidad, el Madrid salió con otro aire. Lo empezó a mover Toni Kroos con un lanzamiento magistral de falta nada más comenzar la segunda parte. De hecho, supuso un cambio más allá de lo estadístico. Porque su lanzamiento de falta provocada por Vinicius y el córner posterior reactivaron al equipo, necesitado de estímulos.

No fue un cambio radical, al menos en lo visual. El Borussia mantenía la pelota, pero sin el peligro del primer tiempo. El Madrid, bien armado atrás, comenzó a correr, siempre con Vinicius como punto focal y con Carvajal presente en uno y otro lado. Tanto que rozó el 0-1 al filo de la hora de encuentro. Con ellos emergió Rodrygo, casi inédito los primeros 50 minutos y poco a poco fue apareciendo Bellingham, que acarició el gol a centro de Vinicius en el 69'.

El partido, ya sí, era otro. Y en ese nuevo escenario llegó lo que llega tantas veces, el zarpazo del Real Madrid.

Corría el 73'. Kroos, alejado de cualquier atisbo de emoción a esas alturas de final, lanzó un corner soberbio que encontró la cabeza inesperada, la de Dani Carvajal, para firmar el 0-1. No cabía mejor firma a un partido y una temporada sobresalientes del lateral derecho... que acabaría como MVP de la final.

Dani Carvajal celebra su gol en la final de la ChampionsJustin Setterfield vía Getty Images

El duelo se volcó sobre la portería de Kobel. A placer, el Madrid tuvo el 0-2 en varias ocasiones. Bellingham, Kroos, Camavinga, Nacho... Hasta que llegó, con el Borussia ya absolutamente K.O. 

Un fallo garrafal en la salida de balón atrás de Maatsen regaló el balón a Bellingham, que sólo tuvo que abrir a su izquierda para dejar solo a Vinicius ante el portero germano. Y pese a sus milagrosas manos en anteriores oleadas madridistas, esta vez Kobel no pudo hacer más magia. Vinicius sentenció la final en el 82' y quién sabe si ese Balón de Oro para el que lleva tiempo postulándose. 

Todo estaba ya escrito. Ni siquiera un gol anulado por claro fuera de juego del Borussia modificó lo más mínimo el final de fiesta madridista, a la que se sumaron nombres claves días atrás: Modric, Joselu, Lucas Vázquez... En el emocionado adiós de Toni Kroos, que tuvo su despedida soñada entre aplausos y títulos, Europa se vuelve a rendir ante su rey

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos. Puedes contactar con él en miguel.fernandez@huffpost.es