El Mallorca acaba con el sueño copero del Girona
Un doblete de Abdón Prats guio la victoria por 3-2 del equipo de Luis Aguirre, que terminó con uno menos tras la expulsión por doble amarilla de Raíllo.
El Mallorca de Javier Aguirre ha despertado al Girona de su sueño copero y se plantó en las semifinales de Copa del Rey por quinta vez en su historia, a lo grande, con doblete de su delantero Abdón Prats y sufriendo en un agónico final ante el equipo de moda en Europa y líder de LaLiga, al que llegaron con uno menos tras la expulsión de Raíllo.
Con Rafa Nadal aportando todo su carácter ganador desde la grada, Son Moix jugó un papel clave y vibró con sus jugadores, que desde el inicio neutralizaron al Girona. A pesar de que los de Míchel no habían cambiado demasiadas piezas de su habitual versión liguera, echó de menos la velocidad de Yan Couto y el martillo pilón de Artem Dovbyk.
Ya el sorprendente 3-0 de la primera parte con un doblete de Abdón Prats y un tanto de Cyle Larin fue todo un mazazo para el equipo de Míchel, muy poco acostumbrado a sufrir revolcones de esa magnitud. De hecho, a Son Moix llegaba con una hoja de servicios inmaculada: trece meses invicto después de diecisiete partidos de Liga y Copa.
Los de Míchel eran una sombra de lo que habitualmente son en Liga, así que el entrenador vallecano introdujo en el descanso a Couto y a Dovbyk, pero a pesar del cambio de esquema, la de hoy no parecía la tarde idónea para una remontada épica.
Eso sí, un atisbo de esperanza tuvieron los gerundenses en el minuto 66, a raíz de un penalti cometido por Antonio Raíllo debido a un agarrón a Cristhian Stuani. El central bermellón recibió una primera tarjeta amarilla por ese lance y, acto seguido, Munuera Montero le mostró una segunda amarilla por las ostentosas protestas.
A partir de entonces, el Mallorca se atrincheró atrás intentando que los minutos pasaran lo más rápido posible. El Girona se volcó en el campo mallorquinista para recortar distancias en el marcador y llegar al final con opciones de, al menos, forzar la prórroga. El equipo de Míchel no lo consiguió, pese a su dominio y jugar con ventaja numérica.
El sueño de alcanzar las primeras semifinales de la Copa del Rey en la historia del equipo gerundense tendrá que esperar, pese a que el 3-2 marcado por Savinho en el tiempo añadido abocó el choque a un final agónico.