Cara y cruz en Champions: el Barça cae en Mónaco (2-1) y el Atleti vence en el 90 al Leipzig (2-1)

Cara y cruz en Champions: el Barça cae en Mónaco (2-1) y el Atleti vence en el 90 al Leipzig (2-1)

Los culés jugaron desde el minuto 10 con uno menos por la expulsión de Eric García. Los colchoneros vencieron con un tanto de Giménez sobre la bocina.

Wilfried Singo (Mónaco) ayuda a levantarse a Raphinha (FC Barcelona)EFE

Noche de contrastes para los equipos españoles en Champions. El FC Barcelona, que se vio condicionado por la expulsión de Eric García en el minuto 10, ha sufrido su primera derrota de la temporada en Mónaco por 2-1. Por su parte, el Atlético de Madrid, con un gol de Giménez en el 90 para remontar el partido, ha logrado doblegar al Leipzig también con un marcador de 2-1.

Mónaco 2-1 FC Barcelona

El FC Barcelona ya no está invicto en este arranque de temporada con la derrota sufrida este jueves ante el AS Mónaco (2-1) en el Stade Louis II, en el estreno de la etapa de Hansi Flick en la Liga de Campeones, donde el equipo blaugrana sí pierde y sigue sufriendo, como en los últimos años, pagando además de forma muy cara unos errores defensivos que no se habían visto hasta ahora en esta campaña.

Todo lo bueno que tenía este Barça de Flick en LaLiga EA Sports, que domina con cinco victorias en sendas jornadas y con muy buen juego, no se vio en Mónaco. Para nada. Al contrario, este Barça se pareció mucho al de Xavi, al de Koeman, quizá hasta al de Setién que se estrelló contra el Bayern de Múnich de Flick. ¿Lo mejor? Que el partido fue extraño y que el Barça lo empezó con la expulsión temprana de Eric Garcia.

Lamine Yamal, con su gol y algún destello más, fue de lo poco que se salvó en una noche aciaga para Raphinha, que terminó el partido pese a errores muy vistosos. Flick quizá tardó en mover ficha, y lo hizo tras recibir el 2-1 y con su equipo físicamente agotado. Paradigmas de este estreno en 'Champions'; lo mejor de este nuevo Barça se dio a la inversa.

Pero es que en Mónaco todo salió al revés. En el 11' Eric Garcia, que formaba el doble pivote con el joven Marc Casadó --de nuevo muy bien--, fue expulsado al tocar por detrás a Minamino tras el regalo de Marc-André Ter Stegen, que le dio el balón a un Eric que no lo quería, con el japonés pegado a su espalda.

Una noche errática, de despertar a fantasmas del pasado. Una noche a olvidar o, mejor, de la que aprender mucho. El Mónaco ganó el Gamper este verano (0-3) y confirmó su buen inicio de temporada volviendo a superar a un Barça que mostró su peor cara y que, en inferioridad, perdió por la mínima. Argumentos a los que acogerse, igual que a ver de nuevo a Ansu Fati jugando o confirmar que Lamine Yamal, hasta cuando toca pocos balones, tiene gol.

Mal estreno y mal arranque del nuevo Barça de Flick en la 'Champions', pero queda un mundo por delante en esta 'Champions' con nuevo formato de 'liguilla'. No sumó puntos, no pudo coger mejores sensaciones ni trasladar el modo apisonadora de LaLiga a Europa. Todo lo contrario, pero hay margen de mejora y, visto lo visto en Liga, este Barça fue un espejismo.

Fue, de algún modo, un oasis a la inversa; fue pasar un pequeño desierto en medio de un verde pasto. Y se vio el primer gol de Lamine Yamal, se supone que el primero de muchos, en la Liga de Campeones. Pero jugar con uno menos desde el minuto 11 fue demasiado para este Barça que, con tantas bajas como tiene, tuvo que tirar de unos revulsivos para muchos desconocidos; Gerard Martín y Sergi Domínguez.

Todo se terció al poco de empezar, cuando Ter Stegen le dio un balón envenenado a Eric Garcia, en corto y con Minamino al acecho. El japonés se anticipó, el central catalán intentó recuperar el balón pero su entrada por detrás le costó la roja directa, en la frontal del área. Cambio de guión. Como cuando Ronald Araujo fue expulsado en la vuelta de los cuartos de final contra el PSG cuando todo estaba de cara y propició la remontada gala.

Poco después de quedarse con uno menos, el Barça tuvo una de esas ocasiones que no se pueden desaprovechar; y menos con este escenario de inferioridad. Robert Lewandowski peleó un balón y se hizo con él, asistió a Raphinha y este, con campo libre para encarar a Köhn, se durmió y permitió que Singo le robara el balón antes de que siquiera pudiera pensar en el hueco a elegir para intentar marcar.

Y encima, tuvo consecuencias peores. Porque 3 minutos después, Akliouche recibió un balón inofensivo que él convirtió en oro; en gol 'abre latas'. El Barça, con 10 y abajo, se veía obligado a una remontada complicadísima. Y es que Akliouche demostró que, cuando las cosas empiezan raras, pueden enrarecerse más todavía. Se fue contra toda la defensa blaugrana, recortó y tiró entre tres jugadores y nadie tocó ese balón que se coló enganchado al palo izquierdo de Ter Stegen.

Necesitaba una chispa de magia el Barça, que estaba desilusionado, desinflado tras el varapalo doble en forma de roja y gol en contra. Y ahí estaba la varita mágica de Lamine Yamal para, en la primera contra en la que pudo hacer de las suyas, controlar el balón fuera del área, encarar a KONG y batir al meta monegasco por su palo corto. Aire y esperanza para un Barça necesitado

Ese gol de Lamine hizo cambiar el signo del partido. El Barça creyó en poder rascar algo del Stade Louis II y, pese a que el AS Mónaco tampoco renunciaba a nada, Alejandro Balde remató mal un balón que le cayó franco dentro del área tras un rechace provocado por un tiro previo de Robert Lewandowski. Nuevo partido, con idas y venidas, cuando minutos atrás el Barça parecía estar dormido y vendido. Eso sí, susto grande incluido cuando el Mónaco marcó, pero con Singo en claro fuera de juego.

Pero tras el descanso todo empeoró. El Barça pudo aprovechar alguna otra contra, sí, pero no lo hizo. Los errores iban a más a medida que crecía el desgaste físico --lógico, ante un Mónaco tan fuerte y en superioridad numérica--. Y pese a que Lamine Yamal vio el desmarque desde campo propio de Raphinha y le envió un balón largo, al brasileño le costó llegar y, cuando lo hizo, tenía ya enfrente al portero del Mónaco, que estuvo muy acertado para cortar bien el intento de autopase del blaugrana.

El 'capi' Ter Stegen intentó compensar su error inicial y alguna imprecisión más con buenas paradas, como sacando las dos manos y su vuelo a relucir ante un disparo lejano de Vanderson, o con una férrea mano al estilo de balonmano en un misil que recibió desde dentro del área. Pero no pudo hacer mucho más ante, George Ilenikhena solo ante él tras un error de marca de Iñigo Martínez, que no cubrió al delantero. Este, fresco tras entrar desde el banquillo, encaró a Ter Stegen para, pese a que el alemán tocó el balón, batirle y poner el definitivo 2-1.

Atlético de Madrid 2-1 Leipzig

El Atlético de Madrid sumó sus primeros tres puntos en la Liga de Campeones 2024-2025 después de imponerse con mucho trabajo este jueves en el Estadio Cívitas Metropolitano por 2-1 al RB Leipzig alemán, al que remontó y tumbó con un tanto en el minuto 90 del central uruguayo José María Giménez.

No firmó un estreno redondo el conjunto rojiblanco en la nueva liguilla de la máxima competición continental, pero se fue a dormir con la sonrisa del primer triunfo, importante sobre todo por ser en casa. Su rival se adelantó pronto y le controló mejor en la segunda mitad, pero cuando se disponía a saborear un punto, se lo arrebató la zurda de Antoine Griezmann y la cabeza de Giménez. El francés, autor del 1-1 y el más lúcido de los suyos, puso con su zurda un balón que el defensa no perdonó cuando el choque llegaba a su fin.

Diego Pablo Simeone sorprendió un tanto con un once muy renovado respecto al del Valencia y muy ofensivo con Griezmann de medio y Ángel Correa y Julián Álvarez arriba, además de la entrada de Reinildo Mandava en defensa. Marco Rose optó por defensa de cuatro, el cedido por el Atlético Thomas Vermeeren y mucha movilidad y peligro arriba con Xavi Simons, Antonio Nusa, Lois Openda y Benjamin Sesko.

Y el conjunto alemán fue el primero en golpear cuando todavía el partido no había tomado forma para enfriar un poco más una noche un tanto desapacible aunque sin la fuerte lluvia que había complicado a la afición su llegada al Metropolitano, lejos de su mejor entrada para ser noche de Champions. Una transición local se convirtió en una aún más peligrosa visitante y aunque Jan Oblak metió una buena mano al potente disparo de Openda, el rechace le cayó a la cabeza de su compatriota Sesko que lo empujó a la red.

El equipo colchonero, enganchado a la calidad de su '7', trató de reaccionar y tras recibir otro susto de Sesko con buen cruce de Reinildo, tuvo cerca el empate. 'La Araña' no empaló bien un rápido saque de esquina sacado por Griezmann y a renglón seguido tras un error en la salida de balón del guardameta Gulacsi, Riquelme pecó de generoso y el posterior balón perdido a escasos metros de la portería no lo pudo materializar en el empate el de Macon, al que le ganó la fe de Lukeba con un despeje salvador.

Sin estar del todo fino, el Atlético fue haciéndose con el control del choque y terminó encontrando premio tras otro buen aviso de Correa y un remate al larguero. Una buena incorporación de Marcos Llorente acabó con un centro del madrileño y remate de volea de Griezmann para establecer las tablas antes de una media hora de juego en la que el conjunto de la Bundesliga había concedido demasiado en las inmediaciones de su área ante la acumulación de camisetas rojiblancas.

Y tras el 1-1 llegó la calma, producto en buena parte de las imprecisiones, mayores en el bando de los de Marco Rose, con poca presencia de Simons y casi siempre asfixiados por la presión local. Los del 'Cholo' Simeone no encontraron la lucidez de Griezmann y aunque lo siguieron intentando se fueron a vestuarios sin poder voltear el marcador.

La pausa trajo un encuentro más calmado y por lo tanto con mayor precisión. No la tuvo Simons en un taconazo, quizá, innecesario y que le dio una buena oportunidad a Griezmann que se plantó solo al borde del área, pero su zurda no tuvo el tino deseado y el balón se fue muy por encima del larguero.

Al Leipzig le costaba encontrar a sus hombres de arriba continuó sin hacer demasiado daño, salvo un lejana falta de Henrichs que repelió Oblak. Simeone decidió mover ficha y lo hizo con un triple cambio y las entradas de Samu Lino (Riquelme), Conor Gallagher (De Paul) y Alexander Sorloth, este por un Julián Álvarez generoso en el esfuerzo, pero poco protagonista en el ataque.

Casi sin tiempo para asimilar estas novedades, Nahuel Molina entró por Correa para que Llorente adelantase su posición. Un centro del argentino lo cabeceó Sorloth demasiado centrado y poco después los visitantes tuvieron una buena ocasión con Simons disparando fuera una buena dejada dentro del área de Poulsen, sustituto de Sesko y que rozó el 1-2 con un cabezazo que se fue por poco.

El conjunto alemán daba la sensación de estar mejor en el tramo final ante un Atlético al que las incorporaciones no habían logrado animar y que seguía agarrado principalmente a lo que Griezmann pudiese generar. Y el '7' generó cuando el partido parecía abocado al 1-1 y Giménez emergió de héroe para dar los tres puntos.