El Barça no levanta cabeza en Europa y cae eliminado de la Europa League a las primeras de cambio
La victoria del Manchester United 2-1 en la vuelta de dieciseisavos de final sentencia a los de Xavi Hernàndez.
En casa es una cosa, líder cómodo de LaLiga y semifinalista en Copa, pero en Europa el desastre continúa. Por segundo año consecutivo, el Barcelona ha quedado eliminado de la Europa League, donde había llegado tras caer relegado desde la fase de grupos de la Champions.
Otro problema para un equipo afectado por el escándalo del 'caso Negreira' sobre los negocios durante años con el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros.
Esta vez, el verdugo culé ha sido el Manchester United, que con su victoria en casa 2-1 ha tumbado a los de Xavi Hernández en la vuelta de los dieciseisavos de final, tras el empate 2-2 en la ida. Era la primera ronda de la Europa League que disputaba el equipo catalán, que de este modo vuelve a quedarse sin opciones de título continental un año más.
El año pasado le bailó el Eintracht de Fráncfort y esta vez el United remontó el tempranero y muy afortunado gol de penalti de Lewandowski. Y eso que los azulgranas empequeñecieron durante muchos minutos al mejor United de los últimos años. La salida en tromba de los ingleses descarriló cuando Bruno Fernandes cometió un penalti estúpido al agarrar a Alejandro Balde dentro del área.
Tras el 0-1 al United se le fue la inspiración y el Barcelona comenzó a contemporizar y a verse favorito, en una tibia reminiscencia de cuando este equipo devoraba al de Alex Ferguson. Sintiéndose superior pudo llegar el 0-2, en un error de De Gea con los pies que no aprovechó el Barcelona.
Necesitaron el descanso los ingleses para rearmarse y para cambiar la formación. La salida de Wout Weghorst para que entrara Antony, con el movimiento de Rashford a la punta, desengrasó el ataque del United, que no tardó ni dos minutos en igualar el partido. En la frontal combinaron Wan-Bissaka y Bruno, que le filtró la pelota a Fred y el brasileño, que dejó en evidencia a Sergi Roberto, marcó.
Esto es Old Trafford. El gol envalentonó a la afición, que se sentía robada por el penalti concedido al Barcelona, y la grada acompañó a los jugadores a la vez que acongojaba al Barcelona, que aún no sabe lidiar con la presión de estos escenarios.
Ten Hag, que vio la oportunidad, metió a un jugador temperamental como Alejandro Garnacho y el argentino estuvo en el corazón del 2-1. Bruno entró por la línea de fondo y dejó a Garnacho con la pelota controlada dentro del área. Su disparo, precipitado, se estampó en un defensa, pero la pelota salió rebotada hacia las inmediaciones de Antony, que no dudó. Enganchó el balón con tal violencia que Ter Stegen no pudo hacer nada.
El Barcelona se resignó. Una vez más. Como en Roma, Anfield o el Camp Nou el año pasado. Lewandowski rozó el milagro del empate en el añadido, pero Varane sacó el balón bajo palos, prolongando par el barcelona una pesadilla dramática que no tiene fin.
Otra vez los demonios europeos del Barça.