Una dramática tanda de penaltis le sonríe al Real Madrid, ya en cuartos de Champions

El Real Madrid ha vuelto a demostrar en el Metropolitano por qué es el rey de Champions League. Lo ha hecho en un derbi tenso, en el que el Atlético de Madrid mereció más, en el que Vinícius Júnior falló un penalti que pudo ser decisivo si la eliminatoria no se hubiese resuelto desde los once metros, con una tanda de penaltis que ha estado marcada por el resbalón de Julián Álvarez y la decisión arbitral de anular su gol. Como tantas otras veces en Europa, el Real Madrid sobrevivió, resistió los golpes y se aferró a los cuartos de final tras un 4-2 en la tanda de penaltis que sentenció Antonio Rüdiger.

El Metropolitano necesitaba algo más que el ambiente de las grandes noches para soñar con la remontada. Y el Atlético encendió la mecha con el gol más rápido de su historia en la Champions. Ni 30 segundos habían transcurrido cuando Conor Gallagher remató con todo un centro de Rodrigo de Paul, tras una acción iniciada con un despeje defectuoso de Raúl Asencio.

El Real Madrid, descolocado y sin ideas, vio cómo el Atlético se fue haciendo dueño del partido. Defendió con orden, se cerró con inteligencia y explotó el ritmo de Julián Álvarez, un problema constante para los de Ancelotti. Courtois, el mejor de los merengues, fue el encargado de salvar al equipo en una primera parte, con paradas de mérito, mientras los blancos, con el balón pero secos en imaginación, apenas inquietaron a Jan Oblak. Solo Rodrygo, con un disparo débil, obligó al esloveno a intervenir.

La segunda parte mantuvo el mismo guion, pero el Madrid encontró un resquicio para igualar el partido. Mbappé, desaparecido durante todo el encuentro, encontró espacio, aceleró y dejó a Giménez vendido. Lenglet llegó tarde y cometió un penalti indiscutible. Vinícius Jr. asumió la responsabilidad de tirarlo y falló de manera clamorosa, enviando el balón por encima del larguero.

El Atlético, sin cambios hasta los minutos finales, se mantuvo en pie y pudo sentenciar con un remate de Ángel Correa, que se marchó por encima del larguero en la que fue la última acción del tiempo reglamentario. La prórroga solo sirvió para desgastar más a los jugadores, sin grandes ocasiones y con los dos equipos esperando la tanda de penaltis.

Un resbalón que marcó la tanda y clasificó al Madrid

El Real Madrid inició la tanda de penaltis con seguridad. Mbappé y Bellingham marcaron sus lanzamientos y Sørloth convirtió el primero para el Atlético. El punto de inflexión de la clasificación, sin embargo, llegó con el turno de Julián Álvarez. El argentino resbaló en el momento de golpear y acabó tocando el balón con los dos pies. La pelota acabó dentro de la portería, pero tras la intervención del VAR, se anuló el gol por doble contacto.

De acuerdo con el reglamento, durante la ejecución de un penalti, el jugador que lo lanza no puede tocar el balón por segunda vez antes de que otro jugador lo toque. Si ocurre, se considera una infracción y el equipo contrario recibe un tiro libre indirecto desde el lugar donde se cometió la infracción. En el caso de Julián Álvarez, el doble contacto constituye una infracción, por lo que el gol fue correctamente anulado tras la revisión.

El Madrid aprovechó el golpe psicológico. Valverde amplió la ventaja, Correa mantuvo al Atlético con vida, pero Lucas Vázquez falló su penalti. La esperanza rojiblanca duró poco, porque Marcos Llorente envió su disparo al larguero. Rüdiger, con un lanzamiento que Oblak llegó a tocar, selló la clasificación blanca para los cuartos de final.

Así quedan los cuartos para Real Madrid y Barça

La presencia española en Champions League se reduce ahora a dos equipos, ambos con opciones firmes de pelear por 'La Orejona'. Real Madrid y Barcelona serán los únicos equipos que representen LaLiga en los cuartos de final, tras la eliminacióndel Atlético.

El Real Madrid, clasificado tras una agónica tanda de penaltis ante el Atlético de Madrid, se enfrentará al Arsenal, un equipo al que no ha ganado nunca y que ha mostrado un alto nivel en esta edición del torneo, con una goleada global de 9-3 sobre el PSV Eindhoven en octavos. Los de Mikel Arteta están firmando una gran temporada en la Premier League y llegan a cuartos con la ambición de eliminar al equipo hegemónico de Champions.

Por su parte, el FC Barcelona, bajo la dirección de Hansi Flick, se verá las caras con el Borussia Dortmund. Los alemanes, irregulares en la Bundesliga, pero en Champions han mostrado una versión más competitiva, eliminando al Lille en octavos. El Barça, que es uno de los serios aspirantes al título, sueña con llegar a unas semifinales que se le resisten desde 2019.

El otro gran duelo de la ronda enfrentará al Bayern Múnich y al Inter de Milán, dos equipos históricos del torneo. Los bávaros, para plantarse en cuartos, han dejado atrás al Bayern Leverkusen, mientras que el Inter se deshizo del Feyenoord y sueña con repetir la gesta de llegar a la final, como hizo en 2023.

El último emparejamiento lo protagonizarán el Paris Saint-Germain y el Aston Villa. El equipo de Luis Enrique llega tras eliminar al Liverpool en los penaltis, en una eliminatoria de alto voltaje. Su rival, el Aston Villa, ha sido una de las sorpresas del torneo, después de imponerse con solvencia al Club Brugge con un global de 6-1.

Los partidos de ida de los cuartos de final se jugarán los días 8 y 9 de abril, mientras que los encuentros de vuelta están programados para el 15 y 16 de abril. Si el Real Madrid vence al Arsenal, se enfrentará en semifinales al ganador del duelo PSG vs. Aston Villa. En el otro lado del cuadro, si el Barça gana se medirá con el vencedor del Bayern vs. Inter. La final de la Champions League se disputará el 31 de mayo en el Allianz Arena de Múnich, un escenario donde el fútbol español aspira a ver un clásico Real Madrid vs. Barcelona.