Alcaraz sucumbe en el Masters 1.000 de París y da por finiquitada la lucha por el número 1
"Las opciones que tenía se han ido", ha declarado el tenista murciano después de caer ante el ruso Roman Safiullin.
El español Carlos Alcaraz era uno de los atractivos del Masters 1.000 de París, el último del año, acostumbrado a perder estrellas en los confines de las largas y desgastantes temporadas. Fiel a esa tradición, el número dos del mundo cayó de entrada contra el ruso Roman Safiullin, procedente de la fase previa.
Una detonación en el torneo, que soñaba con reeditar la final de Wimbledon entre el español y el serbio Novak Djokovic, que persigue la séptima corona en las orillas del Sena que se le escapó el año pasado en la final contra el danés Holger Rune.
París no vivirá el partido soñado, porque Alcaraz quedó atrapado en la maraña de golpes a la que le sometió Safiullin, un tenista modesto que vive un momento dulce, en cuatro meses ha encadenado los cuartos de Wimbledon y la final de Chengdu. Y ahora derrotar al número dos del mundo, 6-3 y 6-4.
La contundencia del resultado hace todavía más inexplicable la derrota de un jugador que reaparecía tras unas semanas sanando problemas físicos y con la intención de relanzar su acoso al número uno del mundo que se disputa con Djokovic.
París no le es propicio al español, octavos en 2021, cuartos en 2022 y ahora en su debut, el único que le ha sido adverso en toda la temporada. La derrota de Alcaraz es el primer gran bombazo de un torneo que vio como el resto de los favoritos superaban sus compromisos.
Alcaraz: "Las opciones que tenía se han ido"
Con la derrrota, Carlos Alcaraz no sumará su tercer Masters 1.000, después de los de Indian Wells y Madrid, pero sobre todo deja la carrera por el número 1 a expensas de Djokovic, que este miércoles debuta frente al argentino Tomás Martín Etxeberry.
"Después de esta derrota no tengo opciones, todas las que tenía para acabar número 1 al final del año se han ido. No vamos a pensar eso, creo que oportunidades hay cero", dijo el tenista murciano, visiblemente tocado por la derrota en un torneo al que llegaba con altas expectativas.
Alcaraz, que descartó haberse resentido de los problemas físicos que le llevaron a perderse la pasada semana el torneo de Basilea, dijo estar "decepcionado con el nivel" que tuvo y reconoció que se esperaba "dar más en la pista", lo que le lleva a pensar que tiene "muchas cosas que mejorar" si quiere cerrar bien el año en el Masters de Turín que reúne a los ocho mejores del año.
El español atribuyó su mal partido "a lo mental", consideró que su nivel de juego fue "decente" pero que no supo aprovechar las pocas oportunidades que le dio un rival que "no tuvo bajones". "Mi tenis precisa de un nivel físico alto, pero de movilidad, de rapidez, me ha faltado mucho. Me he sentido lento", afirmó.