11 motivos por los que sigues siendo un gay soltero (y menos mal)
La costumbre de avergonzar a los solteros es muy sutil y universal, pero tiene que parar. No hay nadie más solo que quien sienta soledad estando con otra persona. Disfruta y celebra tu soltería al igual que lo haces cuando tienes una relación. Puedes enorgullecerte de ambas cosas.
1. Porque no quieres convertirte en un florero. Muchos hombres buscan a chicos que encajen en su concepción de pareja perfecta: trabajo perfecto, aspecto perfecto, amigos perfectos y perfecto para un anuncio de Ikea. Necesitas a un chico que te quiera por ti mismo y que incluso desentone con parte de tus muebles. Está ahí, sigue buscando y luego redecora tu casa.
2. Porque tener los mismos derechos que el resto no significa que haya que casarse inmediatamente. Las leyes que permiten el matrimonio homosexual están haciendo historia, pero no existe ninguna ley que te obligue a empezar a planificar tu boda con el chico con el que llevas saliendo un mes. Para muchos, estas leyes significan que pueden casarse con el hombre de su vida. Si todavía no le has conocido, no tienes por qué hacerlo, por mucho que lo diga tu madre. Deja que lo hagan aquellos que sí están preparados.
3. Porque no puedes comprometerte. Hay ocasiones en las que muchos factores en la vida son más importantes que una relación: el trabajo, la economía, un problema con las drogas o el alcohol (tuyo o suyo), una enfermedad... No eres capaz de darlo todo cuando otros asuntos requieren tu atención y no tienes por qué fingir. Deja las páginas web de contactos y dedícate a pasar tiempo con la persona que más lo necesita: tú.
4. Porque crees en el amor. Has encontrado al chico que todos tus amigos creen que es perfecto para ti. Es inteligente, sexy, con éxito en la vida y, lo que es mejor, ¡te quiere a ti! Si os vais a vivir juntos u os casáis, os darán el premio a la Pareja Gay del Año y tendréis fotos en Facebook para demostrarlo. El problema es que no estás enamorado de él. Es algo que te cabrea y sigues esperando que algo cambie. Así funciona a veces la ausencia del amor... Si te quedas con él, dentro de un par de años te envidiarán y te admirarán, pero tú no serás feliz.
5. Porque tu pareja no es una buena persona. Tiene un cuerpo de infarto y todo el mundo utiliza fotos suyas para subirlas a sus perfiles de Grindr. Es muy bueno en la cama y tiene un físico que hace que quieras encerrarlo para que nadie lo vea. Las miradas que le echan deberían estar prohibidas. El problema es que, Míster Sexy Perfecto comparte sus fotos con todo el mundo, ha estado con media ciudad y es un mentiroso compulsivo cuando se trata de la fidelidad. Está bien soñar un poco, pero si este hombre es el Titanic de los novios, salta del barco y súbete en un bote salvavidas ya.
6. Porque a ti no te va mucho la monogamia y a él, sí. O al contrario. El asunto de la monogamia es muy importante en las relaciones y, si no estáis de acuerdo, fingir que sí lo estáis acabará haciendo daño a uno de los dos. Es posible que en el futuro lleguéis a un acuerdo, pero hasta entonces él no es el elegido.
7. O no te van los niños. Hoy en día, los homosexuales quieren tener niños tanto como un hombre heterosexual y suele ser un tema de conversación en la primera cita. No le ocultes la verdad sólo porque a él también le encante tu serie favorita o porque tu gusto para escoger calzoncillos le parezca fabuloso. La cuestión de los niños no se va a esfumar así como así; así que, si no tienes pensado tener hijos, lo inteligente, aunque te cueste, es decirle que lo vuestro no va a funcionar.
8. Porque todavía no lo has conocido. Las redes sociales nos hacen creer que el chico perfecto está a la vuelta de la esquina. Y, hoy en día, no hay que preocuparse de preguntarle a Don Culo de Ensueño si quiere que os toméis un café. También es fácil asumir que, como llevas seis meses buscando a tu media naranja y sigues pasando solo los fines de semana, tienes que tener algún tipo de problema. Conocer hombres nunca ha sido fácil -da igual dónde vivas, cuántos años tengas o en qué trabajes- y encontrar al chico que te haga sentir mariposas en el estómago no es algo que pase muy a menudo. Céntrate en ti y quiérete. Ese es tu rasgo más atractivo.
9. Porque no está disponible emocionalmente. Este chico es el elegido. Sin duda. Es guapísimo, sensible, inteligente y tenéis un vínculo tan fuerte que lo sientes físicamente. El problema es que sólo te hace daño, aunque no sea a propósito. No puedes acostarte con él sin que se sienta culpable, es totalmente dependiente de un grupo de ayuda, de un psicólogo, de una mejor amiga, desaparece varios días y, al volver, no entiende que tú no toleres que ignore tus mensajes. Cuando hablas seriamente con él, acaba siendo culpa tuya que a él se le haya olvidado invitarte a una cena con sus amigos. Tiene tantos problemas que debería montar una tienda. Aunque odies pensar en perder a alguien así, huye. Solamente podrás tener una relación sana con él cuando se enfrente a sus problemas.
10. Porque no vives en la época de tus padres. Cuando eras pequeño, le quitabas la Súper Pop a tu hermana mayor para aprender a atraer al chico perfecto para ti. Tu entorno decía que lo más importante era el amor y el matrimonio, y puede que ir a la universidad. Aprendiste en las películas y las series -desde Sexo en Nueva York a Pretty Woman- que conseguir acabar con el chico es la clave de la felicidad. Aunque tus padres estén divorciados, y también la mitad de tus amigos, sigues topándote con miles de artículos que te explican por qué no está bien ser un gay soltero. Estamos por encima de esas cosas, vivimos en un mundo en el que podemos tomar nuestras propias decisiones sobre el amor, el matrimonio, las parejas y las prioridades. La costumbre de avergonzar a los solteros es muy sutil y universal, pero tiene que parar. Tener una relación sentimental puede ser maravilloso, pero también puede ser horrible. No hay nadie más solo que quien sienta soledad estando con otra persona. Disfruta y celebra tu soltería al igual que lo haces cuando tienes una relación. Puedes enorgullecerte de las dos cosas.
11. Porque quieres. Y no hay nada malo en eso.
Foto de Chip McGoldrick.
Este post fue publicado originalmente en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros