Déjenos salir del trabajo a las seis, señor Rajoy

Déjenos salir del trabajo a las seis, señor Rajoy

¿Podemos confiar para promover cambios reales en nuestros horarios laborales en unos políticos que convocan a la prensa cuando ya ha anochecido? Son millones los españoles cansados de sus horarios, dispuestos a ganar menos a cambio de una mayor felicidad laboral. ¿No deberían nuestros representantes dar ejemplo con este asunto?

Llevamos casi un año sin gobierno. Dicen los economistas que esto es fatal para la economía. Y yo los creo, faltaría más. Estábamos ya los periodistas, y supongo que también los ciudadanos, con ganas de tener un gobierno que, como diría Albert Rivera, pusiera el país a funcionar (como si los trabajadores no hubieran seguido madrugando cada día, con o sin gobierno).

Se esperaba con impaciencia el nombramiento de los ministros. Casi 365 días nada menos para que llegara el momento. Tras la sesión de investidura, la definitiva, la que lo convirtió en presidente, Rajoy se cogió el puente de noviembre, se fue a Pontevedra y, de regreso a Madrid, emplazó a la prensa al jueves 3 de noviembre para conocer el nombre de los agraciados con un ministerio. A las 18:00 se reunirá en Zarzuela con el rey y luego dará a conocer la lista a los medios. Hora del anuncio: sobre las 19:00. Una hora buenísima para la conciliación.

¿Se podría haber hecho el anuncio a primera hora de la mañana? Según la agenda oficial del gobierno, que se puede consultar aquí, Rajoy no tiene ningún acto a lo largo del día.

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En Moncloa explican a El Huffington Post que, cuando se va a Zarzuela, "el horario lo pone Casa Real".

En la web de Casa Real no hay rastro tampoco de ningún acto programado del rey para hoy jueves, aunque aseguran desde prensa que el monarca "tiene actos oficiales todos los días, aunque no aparezcan en la agenda".

Después de casi un año esperando gobierno, ¿se podría haber buscado un día y una hora que cumpliera con el compromiso de Rajoy con la conciliación? El que adquirió en el pacto de Gobierno que firmó con Albert Rivera - 150 Compromisos para mejorar España lo llamaron- y que, según el PP, sigue vigente para esta legislatura que comienza.

En las páginas 22 y 23, ese documento dice esto sobre medidas de conciliación y racionalización de horarios:

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"Se buscará un consenso para la finalización de la jornada laboral con carácter general a las 18:00 h"

No ha empezado a gobernar y Mariano Rajoy ya ha incumplido este compromiso. En un país en el que estar en la oficina a las 8 de la tarde es lo más normal del mundo, mientras nuestros colegas europeos llevan desde las 6 en casa, ¿no es hora ya de que nuestros gobernantes se tomen el tema en serio?

Hasta la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría- por cierto, una persona con capacidad para promover una legislación al respecto- ha reconocido: "Tenemos unos horarios endemoniados, pensados por los hombres (...) un país en que se llega a casa a las ocho de la tarde, no tiene sentido".

Este tema nos afecta a todos, no sólo a los periodistas. Las cientos de personas implicadas en el nuevo Gobierno tampoco van a llegar esta noche a casa a una hora razonable. Además, que levante la mano quien haga horas extras, quien salga tarde de su trabajo, quien tenga un jefe calienta-sillas o quien sienta que su vida laboral y personal está, como mínimo, un poco descompensada. Son millones los españoles cansados de sus horarios, dispuestos a ganar menos a cambio de una mayor felicidad laboral.

La conciliación es un tema que incide directamente en nuestra calidad de vida. ¿Podemos confiar para promover cambios reales en nuestros horarios en unos políticos que convocan a la prensa cuando ya ha anochecido? A Albert Rivera se le llena la boca hablando de conciliación pero es conocido por sus reuniones tardías.

Cuando le reprochan estos horarios, el líder naranja contesta: "La vida no tiene por qué terminarse a las seis de la tarde".

En estas manos estamos.