He perdido la mitad de mi peso (a la manera tradicional)
Con 28 años, llevaba una talla 56 y tenía obesidad mórbida, pero no me sorprendía: llevaba teniendo sobrepeso toda mi vida. Cuando me di cuenta de que mi salud estaba en riesgo, decidí hacer algo con mi bienestar y con mi peso, que no dejaba de crecer.
Durante los primeros 28 años de mi vida fui feliz e hice lo que quería; vivía cada día como si fuera el último.
Era el alma de la fiesta, siempre me lo pasaba bien y me divertía. Nada me paraba, ni siquiera mis 127 kilos.
Con 28 años, llevaba una talla 56 y tenía obesidad mórbida, pero no me sorprendía: llevaba teniendo sobrepeso toda mi vida. Cuando me di cuenta de que mi salud estaba en riesgo, decidí hacer algo con mi bienestar y con mi peso, que no dejaba de crecer.
Carli pesaba 127 kg en 2014.
En febrero de 2014 vivía en Londres. Me desperté una lluviosa y fría mañana con una sensación de entumecimiento y de cosquilleo en la parte derecha del cuerpo. Además, sentía pinchazos a la altura de la cadera. Me di cuenta de que al dormir la circulación no llegaba bien a todo el cuerpo por culpa de mi peso.
Durante el día, me dolían las articulaciones, tenía jaquecas frecuentemente y me quedaba dormida en el trabajo. Trabajaba entre 50 y 60 horas semanales, estaba agotada y lo único que quería hacer en mi tiempo libre era sentarme en el sofá, ver la televisión y comer. Consumía unas 4000 calorías diarias, más del doble de las recomendadas para una mujer.
Fue ese día de febrero cuando decidí cambiar el sofá por la vieja y polvorienta bicicleta estática para ver mis programas favoritos mientras pedaleaba. A partir de entonces, decidí que podía llevar las riendas de mi salud y de mi peso.
Me di cuenta de que no tenía por qué estar gorda toda mi vida, como pensaba antes. Me comprometí a perder la mitad de mi peso a la manera tradicional. Llevando una vida sana: haciendo ejercicio, comiendo bien, alimentándome bien, durmiendo bien y cuidando mi bienestar.
Y eso fue lo que hice.
Empecé a hacer ejercicio de 10 o 20 minutos al día. Después, pasé a 40 minutos y acabé llegando a un punto en el que hacía ejercicio dos veces al día simplemente porque disfrutaba. Estaba mucho más en forma y había introducido una nueva costumbre en mi vida.
Gracias a toda esta dedicación, a no dejar de lado mi objetivo y a esforzarme -nada de trucos, dietas milagro ni operaciones- puedo decir orgullosamente que el pasado febrero, justo dos años después, logré mi objetivo: he perdido 63,5 kilos. Yo sola, sin ayuda.
Carli ha perdido 63,5 kg, la mitad de su peso, en dos años.
Empecé a ilustrar mi progreso a mediados de 2015 en mi cuenta de Instagram para motivar a otras personas. No importa lo grande que sea tu objetivo, lo lograrás con perseverancia y constancia.
Aquí tienes varias fotos que documentan la pérdida progresiva de peso de Carli:
Para saber más, sigue la cuenta de Instagram de Carli: @misscarlijay_healthyliving.
Este post fue publicado con anterioridad en la edición australiana de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Irene de Andrés Armenteros.