Las canciones que cambiaron nuestras vidas
"Una buena canción puede cambiar el mundo", dijo una vez Pete Seeger, el patriarca del folk-song americano. La crónica sentimental de este país, como en su día notificó el escritor Manuel Vázquez Montalbán, se podría testimoniar siguiendo el rastro de muchas canciones que han acabado escribiendo nuestra banda sonora, íntima y colectiva.
"Una buena canción puede cambiar el mundo", dijo una vez Pete Seeger, el patriarca del folk-song americano. Algunas canciones han acabado convertidas en himnos revolucionarios o en el ADN sonoro de un determinado periodo histórico. Canciones que han transformado la cultura popular o han colaborado a modificar la sensibilidad de su tiempo.
La crónica sentimental de este país, como en su día notificó el escritor Manuel Vázquez Montalbán, se podría testimoniar siguiendo el rastro de muchas canciones que han acabado escribiendo nuestra banda sonora, íntima y colectiva.
Serrat, Núria Feliu y Raimon en el Palau de la Musica. Fotografía: Oriol Maspons.
Yo te diré
En medio de las cenizas de la posguerra emerge esta melodía a ritmo de habanera que formaba parte de la película Los últimos de Filipinas (Antonio Román, 1945). La evocación melancólica del ausente, la persona amada, como metáfora de un país y un millón de corazones huérfanos tras la guerra civil.
Tatuaje
El protagonista podría haber sido un antepasado de Corto Maltés desembarcado en el puerto de Barcelona, y en versión gay, hasta un héroe de Jean Genet. Una historia enmarcada en un escenario de transgresiones para escapar de la oscuridad exterior vía el dial radiofónico y la voz de Concha Piquer.
Bésame mucho
El bolero ultramarino como vehículo erótico de una sociedad que encuentra en la oscuridad de las salas de cine su espacio de intimidad carnal y en la verbena popular, el baile como ejercicio de contacto. La melodía hará su camino de Lucho Gatica a Diana Krall pasando por los Beatles.
Raska Yu
Cara B, irreverente y escéptica, de una sociedad que ha dejado de creer en su unidad de destino en lo universal y que se burla de la muerte para conjurar el miedo y el hambre. Bonet de San Pedro, a pesar de la censura, dejaba una de las canciones más insolentes de la posguerra.
Quince años tiene mi amor
Primera vindicación de la juventud como clase biológica y con derecho a su lugar en el sol. El Dúo Dinámico realizaba el tiro de salida teenager y por primera vez los jóvenes comenzaban a dejar de vestirse como sus padres.
El Dúo Dinámico y la explosión del fenómeno juvenil.
Tómbola
A las puertas de la sociedad de consumo y los años sesenta, la vida se ilumina como la tómbola. Un nuevo mundo "de luz y de color", de Duralex y Railite. Marisol es la embajadora de una década que se abre como las fotografías en color de una revista ilustrada.
El Porompopero
Los primeros bikinis se han asentado en la línea de la costa y la Coca-Cola y las bases americanas nos han acercado al mundo global. En una España en movimiento, El Porompopero nos devuelve nuestras raíces como pueblo diferenciado, con derecho al botijo y al frigorífico de dos puertas.
El debut discográfico de Raimon señalaba el punto de partida de la canción de autor entre nosotros.
Al vent
El inicio de la generación rebelde, proclama existencialista y grito de autoafirmación juvenil. Raimon es la voz de una juventud que lee a Camus y dispuesta a decir no como su "homme revolté".
Sapore di sale
La playa como espacio conquistado de sensualidad y deseo. El transistor pone la banda sonora mientras la voz de Gino Paoli atrapa los corazones bañados de arena y agua salada. El saxo de Gato Barbieri dejaba la melodía para la eternidad musical.
Chica ye-ye
Conchita Velasco lanzó el grito de guerra, la señal acústica. ¡Ye! ¡Ye! Y la onomatopeya se hizo carne y se quedó entre nosotros para una larga e intensa temporada. Un verano sin fin con sabor a Fanta naranja y pintado de colores escubidú. El imperativo se llama original, ya sea en unos pantalones de cuadros o calcetines de colores.
Palabras para Julia
Los versos de José Agustín Goytisolo y la voz afirmativa de Paco Ibáñez, la poesía, además de arma cargada de futuro, complejo vitamínico para periodos de melancolía y convalecencia anímica en el tardofranquismo.
Cançó de matinada
La canción de autor conoce su primer big-bang. En unos momentos en que la sociedad española descubría los brazos seductores de la modernidad doméstica, Serrat fijaba la mirada en el mundo rural a través de una proclama vibrante y de arraigo en el paisaje catalán y mediterráneo
La Cançó de Matinada lleva a Serrat a las listas de los Hit-Parade.
Poco antes que den las diez
El toque de queda de las diez de la noche para preservar el honor de las jóvenes españolas en el hogar familiar y una canción que denunciaba uno de los tabúes intocables de la sociedad española.
Je t'aime moi non plus
Una pareja hace por primera vez el acto sexual en público y registro discográfico. La canción, a pesar de la censura y el Vaticano, recorre con éxito la penumbra de las discotecas. El sexo en estéreo y acompañamiento de órgano litúrgico.
La pareja Jane Birkin y Serge Gainsbourg y su declaración de amor físico.
Yo no soy esa
Apuntes feministas y reivindicación de independencia amorosa. Mari Trini capitaneaba la banda femenina de la canción con aspiraciones líricas y pequeñas dosis de crítica social.
Había una vez un circo
La canción se transforma en show televisivo para todas las edades. La televisión le ha ganado la partida a la sala de cine y los payasos tristes del circo son las nuevas estrellas mediáticas: ¿Cómo están ustedes?
Llora el teléfono
En un país sin derecho, entre otros, al divorcio, el melodrama de la ruptura matrimonial servida a través de una balada de gusto kitsch y efecto lacrimógeno.
Chica de ayer
Como antídoto a una existencia alienada, la huída juvenil y refugio en un paisaje melancólico y bañado de neoromanticismo. Buenos días, tristeza.
Bailando
Celebración del baile como afirmación hedonista, territorio de placer, juego y humor. Alaska y los Pegamoides ponían himno de clausura a la transición y abrían nuestro primer posmodernismo.
Mujer contra mujer
Miguel Bosé había sacado del armario a Don Diablo, y la voz de Ana Torroja confirmaba que el amor, además de ser una palabra de cuatro letras, también era patrimonio y usufructo de las personas del mismo sexo.
¿Quieres darle un repaso a esta lista? Aquí puedes escucharla: