¿Cumpleaños feliz? Siete años recurrida la igualdad
No hay democracia ni Constitución del siglo XXI que pueda permitirse esta involución en derechos. Y, pensad conmigo, ¿cómo se explica esto, todo esto, a nuestros hijos? ¿Cómo evitamos nuestro desasosiego, nuestra preocupación?
En este mes de septiembre se cumplen siete años de la presentación por el Partido Popular del Recurso de inconstitucionalidad contra el Matrimonio Igualitario.
La Ley 13/2005, aprobada en junio de 2005 por amplia mayoría en el Parlamento y respaldada por la sociedad, modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio, permitiendo el acceso al mismo a todas las personas sea cual sea su orientación sexual. Es la ley del Matrimonio Igualitario.
En septiembre del mismo año, el Partido Popular entonces en la oposición, puso la zancadilla a esta ley recurriéndola ante el Tribunal Constitucional. Llevamos desde entonces demandando su retirada o su pronta resolución. Al Partido Popular, ahora en el Gobierno, le venimos instando reiteradamente la una y al Tribunal Constitucional, la otra. A estas fechas y tras una larga espera de siete años, esperamos que el alto tribunal sentencie que todas las personas, sea cual sea su orientación sexual, somos iguales en derechos y deberes, sancione que el Matrimonio Igualitario alcanza a toda la ciudadanía, aclare que no puede dictarse ley alguna que prive de igualdad a una parte de la ciudadanía. Que todas las personas, en fin, cabemos en la Constitución. Todas.
Más de cien constitucionalistas, profesores de diferentes universidades, se han manifestado públicamente a favor de la plena constitucionalidad del Matrimonio Igualitario. A estas alturas de la democracia confiamos en que nuestras miles de familias ya constituidas al amparo de la Ley 13/2005, puedan seguir viviendo en paz y en felicidad.
Y es que desde junio de 2005 se han casado, gracias a la modificación del Código Civil, más de sesenta mil personas. Más de sesenta mil personas hemos formado familias, familias que vivimos desde septiembre de 2005 en que el PP recurrió nuestro derecho a la igualdad, en una gran incertidumbre.
Cuando se cumplen siete años de la aprobación de la ley de Matrimonio Igualitario y de la interposición del recurso, confiamos que nuestras familias puedan seguir disfrutando de felicidad, viviendo en paz. Nos lo merecemos.
No hay democracia ni Constitución del siglo XXI que pueda permitirse esta involución en derechos. Es imprescindible aportar seguridad jurídica a las parejas del mismo sexo y a sus familias extensas.
Sí, esto es así, pero... llevamos siete años esperando del Partido Popular la retirada del recurso de la vergüenza y siete años también esperando del Tribunal Constitucional el fallo del recurso. Es mucho tiempo ya. Los niños que nacieron entonces tienen ya siete años. Nuestras familias están firmemente consolidadas pero... injustamente recurridas. Y, pensad conmigo, ¿cómo se explica esto, todo esto, a nuestros hijos? ¿Cómo evitamos nuestro desasosiego, nuestra preocupación?
El PP aún tiene la oportunidad de evitar pasar a la historia como la fuerza política que mantuvo el recurso de inconstitucionalidad contra el derecho a la igualdad para toda la ciudadanía; aún es tiempo de rectificar y de retirar el recurso que defiende la discriminación y ataca la ampliación de derechos y la consecución de la plena igualdad para el colectivo LGTB (de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales).
Estamos en septiembre. Siete años ya del recurso contra el Matrimonio Igualitario. Este cumpleaños es injusto y anacrónico. Es antidemocrático. Es humillante. Los hijos de esta ley tienen ya siete años. Siete años de espera. ¿Cumpleaños feliz?