El circo de Florentino
¡Pasen y vean! ¡Siéntense, bienvenidos sean! En breves instantes podrán contemplar a nuestro artista invitado, de brillante pasado, de futuro sin mellas, domador de estrellas.
¡Pasen y vean! ¡Siéntense, bienvenidos sean!
En breves instantes podrán contemplar a nuestro artista invitado,
de brillante pasado,
de futuro sin mellas,
domador de estrellas.
Verán al más valiente entrenador,
garantía de un servidor,
reputado futbolista,
el siguiente de mi lista.
Aplaudan a Zinedine,
héroe y lustroso paladín,
mi nueva y reciente protección,
del banquillo, solución.
Aprovechen también para despedir al último bufón,
otrora solución,
este madridista de lágrima inaugural
sentó a Casemiro y firmó su final.
En él, el equipo no creía,
fantoche sin alma que me protegía;
penúltimo resguardo,
amparo de mi fracaso.
¡Reemplacen al agrio Benítez!,
la prensa y su campaña vencen el envite;
no acusen a la presidencia de fulastre,
¡tranquilos!, ya tenemos nuevo héroe para cuando soltar lastre.
Recuperaremos el camino del prestigio perdido hace un año.
Desde el sacrificio de la izquierda mano,
estimado por el que juega,
ninguneado desde platea.
El Madrid, ya saben, buscaba un nuevo impulso,
confíen como siempre en mi pulso;
exijo no pregunten cual fue el fallo,
ordeno y mando un canje de vasallo.
Releven a Carletto,
de temple afable y discreto,
incapaz de situar al galés,
donde juega el portugués.
¡Pasen y vean! ¡Siéntense, bienvenidos sean!
Aprecien mi obra monumental,
mi recreo y juguete Real.
Sean sinceros y valoren con honestidad
lo que diría la Bolsa de nuestra entidad.
No me vengan con historias de largos plazos y proyectos,
no es para ustedes que presido sino para hacer largo mi trayecto.
¿Quizás prefieran un nuevo inquilino en el palco?
Que la oposición y su almajaneque
muestren bien alto su cheque
si quieren tener opciones
en unas elecciones.
No molesten, no disturben,
que el francés ya está apresto;
es mi nueva víctima,
para mantenerme en el puesto"