Inconfórmate... y actúa
Inconfórmate con lo que eres para ser más, con lo que sabes para aumentar tu conocimiento, con el punto en el que estás para alcanzar el siguiente, con tus éxitos conseguidos para alcanzar los que están por llegar. Inconfórmate para ser, inconfórmate para aprender, inconfórmate para crecer.
Si hoy no vas a crecer para ser más que ayer, ¿qué sentido tendría haberse levantado esta mañana? Hoy sólo tiene sentido si tienes un objetivo que te permita crecer, mejorar como persona, aprender algo nuevo, alcanzar algo que ahora no tienes, trascender el lugar en el que ahora te encuentras. Pero para desear un molde nuevo, antes tienes que inconformarte con tu molde actual; inconformarte y cambiar, inconformarte y crecer, inconformarte y actuar.
Existen dos tipos de inconformismo, uno destructivo y otro constructivo. Siempre que el inconformismo te lleve a la queja es un inconformismo negativo, y siempre que te conduzca a la acción, se trata de un inconformismo positivo. Aléjate del primero como de la peste y agárrate al segundo como a la vida, ya que es el primer paso en la ruta del crecimiento.
Inconfórmate con lo que eres para ser más, con lo que sabes para aumentar tu conocimiento, con el punto en el que estás para alcanzar el siguiente, con tus éxitos conseguidos para alcanzar los que están por llegar. Inconfórmate para ser, inconfórmate para aprender, inconfórmate para crecer.
Te formulo una pregunta trampa. ¿Serías capaz de darme un solo motivo por el que en un año a partir de hoy no puedas ser el doble de listo, el doble de sabio, el doble de interesante, tener el doble de conocimiento o el doble de éxito? En una frase, que tu compañía pueda ser el doble de preciada y tu persona tener el doble de valor.
La respuesta es no. No puedes porque sencillamente no lo hay. No hay un solo motivo por el que dentro de un año no puedas ser el doble de lo que hoy eres. La clave está en inconformarte con lo que eres y desear lo que serás.