'Iba en serio': Jorge Javier Vázquez en vena
Iba en serio es, en parte, la intrahistoria sentimental y musical de aquellos homosexuales españoles que, como Jorge Javier Vázquez, eran niños de barrio de aluvión cuando murió Franco y ejercieron su opción sexual en democracia. Intrahistoria contada sin excesivo dramatismo, con cierto humor, música de divos y divas hispanos, bailes y una familia que entiende en silencio.
Foto de Iba en serio - Kiti Manver y Jorge Javier Vázquez - ®Javier Naval
El lunes pasado, el día después de las elecciones históricas, la audiencia, el share, se agolpaba con sus teléfonos móviles y sus palos de selfies en la puerta del Teatro Compac Gran Vía. No, allí no estaban ni Rajoy, ni Sánchez, ni Iglesias, ni Rivera. Lo que buscaban las audiencias eran las fotos de los famosos televisivos que pasaban por el photocall del estreno de la obra Iba en serio. Eran de ese tipo de famosos que uno no sabe bien a qué deben su fama, pero querían verlos en vivo y en directo. Y tener la prueba de que existen fuera de la televisión para mostrárselo a familiares, amigos y compañeros del curro.
La convocatoria la hacía Jorge Javier Vázquez, el boss de Sálvame Deluxe, y allí estaban todos, retratándose. Era el estreno en Madrid de una obra que, como era habitual antiguamente, se estrenaba y se rodaba en provincias antes de llegar a la capital. Y en ese rodaje se la iba ajustando.
Pues bien, esta obra ajustada ya está en Madrid. Ofrece una historia, la de Jorge Javier, contada en primera persona. Biografía que narró en un libro y que ha dramatizado y dirigido Juan Carlos Rubio. Un autor y director de teatro que ya hizo algo similar con mucho éxito, de crítica y de público, con la biografía de Concha Velasco. Y ahora mismo tiene en la cartelera Tres, que debido a la venta de entradas ha pasado de la sala off a la sala grande del Teatro Lara. Y que tendría Páncreas en el Teatro Valle-Inclán, del Centro Dramático Nacional, si no fuese porque el gran Santiago Ramos se ha puesto enfermo y ha habido que suspender.
Foto de Iba en serio- ® Javier Naval
No es el único ingrediente de calidad que ha convocado el presentador para debutar sobre un escenario. A su lado ha puesto a la actriz Kiti Manver, que hace de su madre. Y en la dirección musical a Julio Awad, responsable de que muchos musicales suenen bien en la misma Gran Vía en la que se produce este estreno. Profesionales a los que el boss deja trabajar y ejercer su profesionalidad al servicio de la obra y de él. Lo que denota una cierta inteligencia que muchas veces se le niega al personaje que se ha creado Jorge Javier. Personaje al que se quiere o se odia, no hay termino medio, y esto tiñe cualquier opinión.
Con estos mimbres quien acuda al teatro se encontrará con un musical al estilo de los de hoy. Ese que se hace con canciones populares de aquí y de allá. Que peca de un sonidismo ruidoso, a la rusa, como casi siempre en Madrid (¡qué alguien haga algo, por favor, antes de que los espectadores se queden sordos!). Lo que no permite apreciar los arreglos que Julio Awad ha hecho a canciones tan populares como Juntos de Paloma San Basilio o Pavo Real de José Luis Rodríguez El Puma. Canciones, en una gran mayoría, puestas en escena para animar al respetable a cantarlas sin complejos acompañando a los artistas.
Vídeo cedido por Grupo Smedia - Comienzo de la obra Iba en serio
Músicas que ilustran la vida del presentador y que él, con sus limitaciones vocales e interpretativas, canta en directo. Vida que puede ser la intrahistoria sentimental y musical de aquellos homosexuales españoles que, como Jorge Javier Vázquez, eran niños de barrio de aluvión cuando murió Franco y ejercieron su opción sexual en democracia. Intrahistoria contada sin excesivo dramatismo, con cierto humor, música de divos y divas hispanos, bailes y una familia que entiende en silencio.
Obra a la que le sobran ciertos cultismos (¿de verdad es necesario que la última canción sea Les comediens de Charles Aznavour y cantarla en francés? ¿o citar a Lope?) o la necesidad del personaje-autor-productor de mostrar que tiene su corazoncito (como en la escena del estudio de grabación). Pues es una obra en la estela de Mamma Mía!. Que convoca a una historia más bien ligera (aunque para él no lo sea, como no lo es para nadie su propia vida), a cantar y bailar cuando se pueda, a reír o sonreír con la pareja cómica madre-hijo que forma con Kiti Manver (que maneja como nadie el registro costumbrista) y que ofrecerá a su share una hora y media de Jorge Javier Vázquez en vena, ya que a penas abandona el escenario, ni deja, por un momento, de ser el personaje que todo el mundo conoce y del que todo el mundo tiene una idea, incluidos los que dicen no ver el programa.