¿'Evita' o 'Don Juan'? ¿Qué musical ver?
Una nueva temporada llega siempre con sus nuevos musicales. Y con ellos, las dudas de en cuál gastarse el dinero. Este año el dilema está entre Evita o Don Juan. Entre la producción de un musical conocido, probado e importado o arriesgarse con uno totalmente nuevo, cien por cien hispano en cuanto a la creación y producción.
Foto de Evita proporcionada por Daniel Mejías Comunicación.
Una nueva temporada llega siempre con sus nuevos musicales. Y con ellos, las dudas de en cuál gastarse el dinero. Este año el dilema está entre Evita o Don Juan. Entre la producción de un musical conocido, probado e importado o arriesgarse con uno totalmente nuevo, cien por cien hispano en cuanto a la creación y producción. Pero la pregunta está ahí ¿cuál de los dos ver?
Video de Evita proporcionado por Daniel Mejías Comunicación.
Evita, en el Nuevo Teatro Alcalá, es una producción en la que se ha hecho de la necesidad virtud o al menos es lo que parece. Tiene cierto toque de musical de los 80 en España. Al que le faltan actores y cantantes conocidos por el público, como en su momento lo fueron Paloma San Basilio y Patxi Andion (a pesar de que Jadel, que hace de Che Guevara, ha sido número uno en iTunes).
Producción a la que no le acompaña la orquesta. Dirigida para que se oiga más alto y más fuerte, confundiendo calidad sonora con volumen. Lo habitual en Madrid. Menos mal que la partitura de Andrew Lloyd Webber no se deja ocultar por el ruido, reclamando mejor suerte por derecho propio.
Se ha de decir en defensa del equipo artístico que resulta muy fácil caer. Es una obra compleja, tanto en lo musical como en su dramaturgia, pues incluye múltiples escenarios y personajes, flashbacks y bailes. Hasta un coro de voces blancas. Tal vez se hubiera beneficiado de entender la modestia de la producción y desde ahí haberla montado preocupándose más por lo teatral que por el espectáculo.
Detalle de uno de los carteles de Don Juan cedido por GrupoSmedia.
Don Juan, en el Teatro de la Luz Phillips Gran Vía es otro cantar. A diferencia del anterior, es un estreno absoluto. Un esfuerzo de producción en español, a más gloria del Tenorio, el depredador de mujeres más conocido del teatro. Musical que parte de la conocida obra de Zorrilla y de la que mantiene sus famosos versos: ¿No es cierto, ángel de amor,/que en esta apartada orilla/más pura la luna brilla/y se respira mejor?.
Tampoco son conocidos por el gran público ni sus cantantes (bueno aceptemos a Estíbaliz Martyn tras su paso por La voz) ni su equipo artístico. No es la apuesta de este musical tener nombres populares o conocidos por el gran público. Ni si quiera los pone en los carteles o anuncios que inserta en la prensa.
Y eso que el director musical, Julio Awad, es muy apreciado por el connaisseur de musicales madrileño por la calidad que suele sacarle a las orquestas. Como en este caso que en el primer acto se aparta de ese más alto, más fuerte, habitual para permitir que suene la música, un gustazo poder apreciarla. Claro que la partitura, tratando de contentar a todos, no contenta a nadie. En ella es posible oír citas a muchos musicales y de muchos estilos, lo que le quita personalidad y garra.
A la que no acompaña una escenografía compleja que no aporta espectáculo. Y, al igual que Evita, habría que repensarse la propuesta desde sus aspectos más teatrales, para dotarla de personalidad frente a los musicales que llegan del West End de Londres o del Broadway neoyorkino. Y en vez de meter un número musical tras otro dejar tiempo para que los personajes se desarrollen y el drama suceda y emocione.
Vídeo promocional de Don Juan cedido por GrupoSmedia.
Y es que al final, en ambos casos, se ha olvidado lo más importante. A saber, que al público se le convoca para contarle y cantarles una historia, incluso mucho más. En el caso de Evita de cómo las sociedades actuales pueden convertir a una mujer pobre en un icono político y, por supuesto, pop. En Don Juan que hay crímenes y maneras de ser que en sí mismas llevan su castigo, su penitencia, y que no hay amor ni arrepentimiento que valga. De esto poco o nada se habla en las críticas porque las producciones, tal y como están concebidas, no les dan la oportunidad.
Así que, vaya al musical que quiera en función de sus filias y sus fobias. Aunque si se decide por Evita, recuerde que su temporada en Madrid es muy corta y que el 23 de octubre es la última representación prevista. Don Juan se ha montado con la intención de convencer al público, de ser un long runner en la cartelera madrileña, así que le queda más tiempo para pensárselo. Pero tampoco le de muchas vueltas, ni se resista. Si tiene la costumbre de un musical al año o todos los que se estrenen, antes o después caerá, ya lo sabe.