¿Es todavía posible controlar la epidemia de ébola en África Occidental?
La situación actual es un tanto confusa, por lo menos observada desde la distancia. En algunas zonas de los tres países afectados la epidemia parece haber entrado en fase de control mientras que en otras, no. Hay informaciones que indican que a algunos centros sanitarios, abiertos recientemente, apenas acuden pacientes o acuden menos de los esperados.
Sí. La respuesta es un sí rotundo. La realidad, el cómo y el cuándo, es algo más confusa. Las epidemias de enfermedad por virus del ébola se han controlado con tres medidas básicas:
- Diagnóstico, aislamiento y tratamiento de los pacientes infectados.
- Reducción del riesgo de contagio, mediante los entierros sanitariamente seguros de los pacientes fallecidos por ébola.
- Estudio de contactos para identificar lo antes posible casos secundarios a partir de un paciente concreto.
Las tres medidas han funcionado y están funcionando en Guinea Conakry, Sierra Leona y Liberia. Las tres medidas han permitido que, tras los casos importados en Senegal, Nigeria y Mali, la enfermedad haya podido controlarse en estos países.
Los organismos sanitarios internacionales tienen una regla de oro para controlar la epidemia: 70-70-60. Un 70% de los enfermos de ébola ingresados en centros sanitarios o en sus domicilios junto a un 70% de los entierros realizados con medidas que reduzcan el riesgo de contagio, y todo ello antes de 60 días (70-70-60) conseguiría invertir la tendencia de la epidemia y facilitaría su control. La realidad es que estas cifras están lejos de alcanzarse y se sitúan alrededor del 40-50% en los tres países afectados, con algunas diferencias. Se han empleado también otras medidas puntuales y temporales de aislamiento o restricción de movilidad de la población, con relativo éxito.
La situación actual es un tanto confusa, por lo menos observada desde la distancia. En algunas zonas de los tres países afectados, la epidemia parece haber entrado en fase de control, mientras que en otras, no. Hay informaciones que indican que a algunos centros sanitarios, abiertos recientemente, apenas acuden pacientes o acuden menos de los esperados.
Las cifras oficiales han ralentizado su aumento, que alcanzó proporciones exponenciales al inicio de la epidemia (número de casos doblado cada mes). Si recordamos las predicciones iniciales, especialmente algunos de los modelos publicados, se estimaba que se alcanzarían, en el caso más favorable, los 20.000 casos a finales del año 2014 y, en el caso más desfavorable, esta cifra se multiplicaría por 50, sobrepasando el millón de casos al inicio del año 2015. La realidad es que hoy estamos sobre los 18.000 casos, lo que sugiere que a finales de este año la cifra estará próxima o ligeramente por encima de los mencionados 20.000 casos, lo que supone una situación de control relativo.
Lo que nadie discute es que toda la ayuda y los recursos necesarios para terminar con esta epidemia en África Occidental deben emplearse cuanto antes mejor, y que el retraso en la respuesta internacional se ha pagado y se está pagando con miles de vidas humanas. Tampoco se discute que la epidemia no está aún bajo control, ni mucho menos se ha acabado. Existen múltiples daños colaterales (colapso de los sistemas sanitarios, problemas de abastecimiento de alimentos, repercusiones económicas) que no se han podido aún cuantificar.
Las tres crisis del ébola
Con el objetivo de ofrecer una fotografía del estado actual de la epidemia y de examinar sus causas y consecuencias, así como el papel desempeñado por España, el área de Análisis de ISGlobal ha presentado esta semana la publicación digital, Las tres crisis del ébola, que aporta numerosos datos e información gráfica al respecto. Queda mucho trabajo por hacer, durante mucho tiempo. Es nuestra obligación hacerlo y hacerlo bien.