El papa Francisco no quiere veranear en Castel Gandolfo como sus antecesores
Se ha cerrado una era y ha empezado otra muy diferente. El papa Francisco renunció a vivir en el apartamento pontificio en el Vaticano y eligió Santa Marta como su casa. Ahora ha renunciado a la residencia estival de Castel Gandolfo para abrirla al público.
Se ha cerrado una era y ha empezado otra muy diferente. El papa Francisco renunció a vivir en el apartamento pontificio en el Vaticano y eligió Santa Marta como su casa. Ahora ha renunciado a la residencia estival de Castel Gandolfo para abrirla al público.
Desde el año pasado, el pontífice decidió abrir al público una parte del Palacio Apostólico, donde se abrió un museo y los jardines de la residencia estival papal. Ahora, y desde el 22 de octubre, los que fueron los aposentos veraniegos de todos sus antecesores han quedado a la disposición de quien desee visitarlos.
Estos son algunos de los salones con los que cuenta el Palacio Pontificio y que ahora se pueden visitar:
• El salón verde
• La sala del trono
• La galería de la música
• El salón de invitados
• La capilla del papa Clemente XIII
• La sala del Consistorio
• La biblioteca del Santo Padre
• El despacho del papa y el de su secretario particular
• La habitación y la capilla privada del santo padre
Muchos años de tradición e historia se han vivido en este palacio, como cuando dio cobijo a más de 3.000 judíos que huían de la persecución nazi en 1943, así como el fallecimiento de los papas Pío XII y Pablo VI.
Foto: ALICIA ROMAY
Foto: ALICIA ROMAY
Foto: ALICIA ROMAY
Foto: ALICIA ROMAY
En 1596, la Santa Sede adquirió la propiedad durante el papado de Clemente VIII. En 1626 se convirtió en la residencia veraniega de los papas, durante el mandato de Urbano VIII (1623-1644).
El calor de Roma hizo que Juan XXIII y Juan Pablo II se instalaran en verano en Castel Gandolfo, al que llamaban el "Vaticano II".
Al papa Francisco no le gusta estar solo, necesita gente a su alrededor y, además, huye de tener vacaciones. Si está cansado, se retira a la Casa de Santa Marta, que es donde vive en el Vaticano y a la que puede ir andando, y después de pequeños descansos, volver a la actividad.
Castel Gandolfo es un complejo de cinco hectáreas. Además de las villas, cuenta con los jardines Barberini, que rodean el palacio con jardines y cipreses ancestrales entre otros cientos de abetos imponentes.
Desde el palacio, las vistas al Lago Albano son espectaculares. Evocan sosiego y paz.
Romper con una tradición de más de 400 años no es fácil. A los vecinos del pueblo, a pesar de que han disfrutado por mucho tiempo las visitas de los pontífices, ahora les cambiará la vida, como algún lugareño comentó durante la presentación a la prensa de los salones reservados de Castel Gandolfo, celebrado,el pasado viernes 21 de Octubre.
Cuando un pueblo se desarrolla por tener como huésped de honor a un papa durante gran parte de su historia, este cambio provoca incertidumbre. Los habitantes de Castel Gandolfo sólo han conocido su pequeño pueblo como lugar de descanso de los papas; ahora tendrán que aprender a hablar en pasado cuando reciban a los grupos de turistas deseosos de ver las estancias privadas de los papas.
Han sido 420 años de una historia que, a partir de ahora, se escribirá de otra manera.
Los que deseen visitar el palacio apostólico lo podrán hacer realizando las reservas en la página web de los Museos Vaticanos www.museivaticani.va.