El marketing de contenidos y las mujeres 2.0
No se trata de lanzar contenidos en nuestro blog simplemente por lanzarlos y rellenar, ni de recrearnos en el autobombo comercial y contar, sin más, lo buenísimos que son nuestros productos. Se trata de aportar valor, de "escuchar" a nuestros clientes y de atender sus necesidades.
El marketing de contenidos es una estrategia online que cada vez más negocios, de todo tipo y condición, se plantean implementar. ¿Por qué? Porque prácticamente la gran mayoría de los usuarios de Internet buscan y consumen información antes de realizar cualquier compra, ya no solo dentro sino también fuera de Internet.
Vivimos en la era del contenido y, como empresas, no solo necesitamos estar donde están nuestros potenciales clientes sino que también tenemos que saber atender sus demandas de información a partir de sus gustos, necesidades, preocupaciones e intereses.
Más allá de este dato general del común de los internautas, aún más significativo es el hecho de que las mujeres son las mayores consumidoras de información en Internet. Son mucho más activas, más sociales y, a la hora de comprar, aunque todavía gastan de media menos que los hombres, realizan un mayor número de pedidos. Su presencia en la red, a todos los niveles, está creciendo en estos momentos a un ritmo mucho más rápido que el de los hombres.
¿Esto qué quiere decir? Pues ni más ni menos que si, en general, el marketing de contenidos cada vez cobra más sentido como acción estratégica por la creciente demanda de información en Internet, mayor razón de ser tiene si cabe en el caso de aquellos negocios que tienen a las mujeres como principal target o público objetivo. Y que, de alguna manera, están relacionados con todos aquellos temas por los que las mujeres 2.0 tienen en general un mayor interés: moda y complementos, belleza, estética, salud, bienestar físico y mental, estilos de vida y tendencias, hijos, familia, decoración, trabajo, viajes,...
No todos somos Zara (de momento)
Puede que al gigante de la moda Zara no le haga falta implementar una estrategia de marketing de contenidos. De hecho, no la tiene, igual que tampoco hace publicidad directa. Y no le va precisamente mal. Pero resulta que su mejor estrategia es nada menos que una marca totalmente consolidada y que todo el mundo conoce.
Lamentablemente, al menos de momento, no todos somos Zara y si de lo que se trata es de intentar aumentar nuestra visibilidad, de que nuestra marca vaya calando más y más en la mente de los consumidores, y de llegar a personas que todavía no nos conocen, sin duda el marketing de contenidos nos puede ayudar y mucho en esta tarea.
Eso sí, no todo vale. El marketing de contenidos es una estrategia efectiva cuando tenemos perfectamente identificado quién es nuestro público objetivo y cómo es, cuando sabemos qué le gusta, qué le interesa, qué le inquieta o le preocupa, y cuando actuamos en consecuencia.
No se trata de lanzar contenidos en nuestro blog simplemente por lanzarlos y rellenar, ni de recrearnos en el autobombo comercial y contar, sin más, lo buenísimos que somos y lo buenísimos que son nuestros productos. Se trata de aportar valor, de "escuchar" a nuestros clientes y de atender sus necesidades. De construir una relación con ellos más allá de la transacción y de cuidarla. Ésa es la esencia del marketing de contenidos, que para obtener resultados y servir a nuestros objetivos siempre deberá estar basado en una estrategia.
Cómo aplicar con éxito el marketing de contenidos
El marketing de contenidos, con un blog en el centro de la estrategia, puede ayudarnos a ganar visibilidad, a captar más tráfico, a atraer nuevos clientes que aún no nos conocen, a fidelizar a los que ya tenemos y, en definitiva, a vender más y mejor, y a construir una relación mucho más sólida con nuestro público objetivo. Pero, en cualquier caso, la clave está en huir del egocentrismo corporativo para volcarnos en aportar valor y ser de utilidad a nuestros potenciales clientes.
Ya que, como hemos comentado, las mujeres son especialmente receptivas al marketing de contenidos, vamos a ver con un par de ejemplos cómo dos empresas de sectores distintos, pero que tienen a la mujer como principal (aunque no único) "target", han implementado con éxito un blog en sus estrategias.
Tenemos, por ejemplo, el caso de Germaine Goya, un centro de estética con presencia en Internet desde hace varios años. Aunque también vende directamente ciertos productos a través de su web, su principal objetivo es captar clientes que bien pidan información o directamente una cita para realizarse alguno de los tratamientos que ofrece el centro.
¿Qué le puede interesar a una persona que quizá se está planteando realizar un tratamiento estético concreto pero que aún tiene sus dudas? Obviamente, información a todos los niveles: ¿en qué consiste exactamente el tratamiento? ¿qué resultados reales puedo conseguir? ¿tiene contraindicaciones? ¿cuánto dura? ¿es para mí? ¿por qué este tratamiento y no este otro? En resumidas cuentas, esa persona necesitará información de calidad, concreta y de utilidad sobre los distintos aspectos de cualquier tratamiento y sobre sus beneficios. Y toda esta información es la que el centro de estética se encarga de aportar desde su blog, además de otros temas relacionados con salud y belleza.
Igual que un potencial cliente puede llegar a nuestro blog, y a un contenido concreto que le ha interesado, a través de nuestra propia página web y terminar de convencerse a raíz de la información que ha podido encontrar en el mismo, todavía más interesante si cabe es conseguir atraer a una persona que, estando interesada en algo que nosotros ofrecemos o vendemos, ha buscado información en general en Internet y ha dado con lo que necesitaba saber en nuestro blog. Si finalmente decide comprar, ¿no tendremos más posibilidades de que nos elija ya que ahora nos conoce y hemos atendido su demanda de información?
Otro ejemplo, en este caso de la tienda online Naturmaket.es, dedicada a la venta de productos naturales, control de peso y parafarmarcia y que utiliza el marketing de contenidos no solo para informar sino también para educar. En su blog, esta parafarmacia online habla sobre todo de las propiedades y los beneficios de los ingredientes naturales, habla de salud, belleza y bienestar, habla de problemas y necesidades. Informa y educa a personas que quizá todavía no saben que un determinado ingrediente natural, que ni siquiera conocen, puede ayudarles a combatir sus migrañas o a aumentar sus defensas para prevenir una gripe.
En resumen, un blog no debe contemplarse como una plataforma desde la que lanzar contenidos y más contenidos sin un objetivo definido. Hay que apostar por la calidad, ser constante, conocer muy bien las necesidades de nuestro público para poder atenderlas. Hay que ofrecer valor, resultar de utilidad y asegurarnos de que informamos, educamos o entretenemos. Un blog debe servir a tus objetivos y, para ello, deberá tener una estrategia que nos permita alcanzar, antes o después, los resultados deseados.