En Paraguay, la economía también es un problema
Ninguna tarea de Franco será fácil. Hasta ahora, siete países de América Latina retiraron sus embajadores en rechazo de lo que consideran un golpe de Estado. Hugo Chávez ya suspendió las exportaciones de petróleo.
Después del juicio político sumario que destituyó a Fernando Lugo, su reemplazante y exvice, Federico Franco, enfrenta un desafío tan preocupante como su legitimidad política: cómo afrontar la fuerte desaceleración de la economía más pequeña de Sudamérica.
El nuevo mandatario liberal contará con un agravante nada menor por haber llegado a la silla de Lugo sin las urnas de por medio: la suspensión de las ventas de petróleo de Venezuela y el aislamiento político del Mercosur.
En 2010, Paraguay experimentó la mayor expansión económica de la región, con un crecimiento del PIB de 14,5%. En el primer trimestre de este año, en cambio, el PIB paraguayo cayó 2,6% a causa del desplome de su actividad agrícola y ganadera, las dos grandes riquezas del país.
La pésima cosecha de soja y la pérdida de los principales mercados de exportación para carne bovina, luego del brote de fiebre aftosa detectado en septiembre de 2011, supusieron una variación de -28,1 % en el sector agrícola y de -2,3 % en el ganadero en el primer trimestre, según datos del Banco Central de Paraguay (BCP).
El año no va a ser bueno, según pronostica ese mismo organismo oficial, que prevé una contracción de -1,5 % del PIB, frente al crecimiento récord en 2010 y de 4,4% en 2011. La inflación ya supera el 10% debido al aumento de los precios de los productos importados, y el déficit fiscal también ascendería a 3% del PBI, según previsiones del banco BBVA.
Restablecer la confianza de los agentes económicos y poner en marcha los proyectos detenidos son los retos más urgentes, según el empresariado local. Franco prometió devolver en agosto de 2013 -cuando se realicen las elecciones presidenciales que habrían puesto fin al mandato de Lugo- un país "organizado", con la "participación de todos los sectores, con la presencia de ricos y pobres". No dijo que un tercio de la población paraguaya vive en la pobreza y 19% en la miseria.
Es notable que la agenda del día del Senado que terminó abriendo el juicio a Lugo el jueves pasado preveía debatir la entrada en vigor, este año, del impuesto a la renta. El tributo era una promesa hecha por Paraguay en 2003 al FMI a cambio de asistencia, y hasta ahora había sido sistemáticamente bloqueada por el Legislativo.
Ninguna tarea de Franco será fácil. Hasta ahora, siete países de América Latina retiraron sus embajadores de Paraguay en rechazo de lo que consideran un golpe de Estado. Hugo Chávez, el más duro con el nuevo Gobierno paraguayo, ya suspendió las exportaciones de petróleo a Asunción, que llegan a unos 50.000 barriles por día. Paraguay no tiene reservas hidrocarburíferas -ni de gas ni de petróleo- y depende totalmente de las importaciones. Su único fuerte es la generación de hidroelectricidad por medio de las represas Itaipú y Yacyretá.
¿Podrá Franco gobernar cuestionado políticamente, aislado comercialmente, y con una economía en clara recesión?
Este post estará disponible también en el blog del autor La revancha de Keynes.