Así va a destrozar a España el cambio climático
¿Tú también crees que no es para tanto y que no te afecta? Estás MUY equivocado.
El tiempo se acaba: o se detiene el calentamiento global o los efectos del cambio climático entrarán en un terreno aterrador, por irreversible y por imprevisible. El Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha alertado a la comunidad internacional con un informe especial sobre el cambio climático. Ese estudio sonó como un disparo en la falsa sensación de tranquilidad de muchos: cita 2040 como una fecha de no retorno para la crisis climática y asegura que los 2 grados de calentamiento son una barrera demasiado alta que debería ser fijada en 1,5 grados.
No se trata de la fusión de los hielos en los polos o de la desaparición de especies lejanas que sólo hemos visto en el zoo. Se trata de una amenaza que pone en peligro el patrimonio cultural del Mediterráneo y que afecta especialmente a España. El IPCC ha advertido de que nuestro país es especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático debido a su clima desértico.
El cambio climático, denominación que algunos proponen ya abandonar para empezar a hablar de crisis climática, es un reto de primer orden en España, pues sus impactos amenazan no sólo la naturaleza, sino el turismo, la economía, la agricultura, la industria y la sanidad.
Estas son las amenazas:
Javier Benayas, profesor de Ecología en la Universidad Autónoma de Madrid y estudioso de la Antártida, lo resumen de una manera contundente: "Todos los sistemas productivos, toda la estructura socioeconómica que tenemos está en entredicho. Podemos esperar a una evolución natural, pero eso puede costarle la vida a millones de personas".
Más claro, agua. Benayas es mucho más cauto a la hora de hablar de los posibles impactos del cambio climático en España que Javier Andaluz, Tatiana Nuño y Mar Asunción, portavoces de Ecologistas en Acción, Greenpeace y WWF respectivamente. Los cuatro han participado en la elaboración de este reportaje y tienen visiones distintas sobre lo que podría pasar, pero comparten la certeza de que la amenaza es real y la necesidad de tomar medidas, urgente.
También comparten cierto optimismo. Benayas se pregunta por qué no van a llegar los Estados a acuerdos serios en este tema "si han conseguido ponerse de acuerdo para que la Antártida, que es todo un continente, no sea explotada" y Tatiana Nuño va más allá: "Hay que descartar las visiones que nos paralizan, porque es cierto que hay muchas cosas que hacer, pero llevarlas a cabo está en nuestra mano. El futuro está en nuestra generación".