¿Por qué ha ganado Bolsonaro en Brasil? Estas son las 5 claves de su victoria
Baja participación, sociedad dividida y la muerte de la derecha, factores determinantes.
El candidato ultraderechista Jair Bolsonaro ha pasado de ser el candidato brasileño peor valorado y de ser el objeto de miles de mujeres por sus comentarios machistas a quedarse a sólo tres puntos de conseguir su sueño: la presidencia del país. El llamado 'Donald Trump brasileño' se ha hecho este domingo con un resultado que está muy por encima del imparable ascenso que pronosticaban las últimas encuestas.
¿Cómo y por qué se ha dado su victoria? Estas son las claves.
1. La división (y a abstención) en Brasil
En Brasil hay una realidad: la sociedad está radicalmente dividida, factor al que se le suma que en esta cita con las urnas ha habido un récord de abstención del 20,3%. ¿El resultado? Tras esta primera vuelta se ha dibujado un nuevo mapa político: el norte y noreste siguen siendo feudos del Partido de los Trabajadores, que aspiraba a hacerse con su quinto mandato consecutivo, pero el sur, la zona más adinerada, apoya a Bolsonaro.
El mapa no deja ninguna duda: el candidato de extrema derecha ha obtenido más de la mitad de los votos en los estados de Sao Paulo y Rio de Janeiro, dos de los más ricos del país. Frente a él, su adversario Fernando Haddad (PT, izquierda), ha triunfado en los estados pobres del nordeste, el tradicional feudo electoral de su mentor, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), quien cumple 12 años de condena por corrupción pasiva y fue declarado inelegible.
Por otro lado, en lo que al porcentaje de abstención se refiere, este implica que un total de 29,9 millones de brasileños han decidido no acudir a las urnas para elegir presidente en Brasil. Esto es el mayor índice desde las elecciones de 2002, según ha informado el Tribunal Superior Electoral (TSE). Y el dato se da pese a que el voto es obligatorio en Brasil.
2. Poco que celebrar en el PT
Sí, pasan a la segunda vuelta, pero el Partido de los Trabajadores (PT) tiene poco que celebrar. El candidato del partido, Fernando Haddad, ha obtenido un 29,25% de los votos, cifra que está muy por detrás del 46,05% que ha conseguido Bolsonaro. Todo un drama.
Clave en esta derrota electora es un Brasil que, bajo el gobierno del PT, está sumido desde hace años en una grave crisis económica de la que no remonta. A esto hay que sumarle la dañadísima imagen que hay dentro y fuera del país de esta formación de izquierda: a la destitución de Dilma Rousseff hay que sumarle el encarcelamiento de Lula Da Silva, lo que ha dado alas a la ultraderecha.
3. Desplome de Silva
Pero si hay alguien que ha sufrido un duro varapalo en esta cita electoral, esa ha sido la ecologista Marina Silva. Ha pasado de ser la tercera más votada en las dos últimas elecciones a ocupar una octava posición. Aunque la exministra en el Gobierno de Lula no ha desvelado a quién apoyará en segunda vuelta, sí se ha desmarcado de un proyecto "autoritario" y ha asumido que hará "oposición".
"Aún vamos a discutirlo, haremos una discusión, pero lo que sí podemos decir es que no tenemos identificación con ningún proyecto autoritario", ha manifestado. La ambientalista ha subrayado que están "muy preocupados" con "lo que se avecina" para Brasil, y alertó sobre la "amenaza ambiental" y las visiones contrarias a cuidar la naturaleza que "parecen prevalecer cada vez más".
4. La "muerte" del centroderecha
Hasta ahora este espectro de la política brasileña lo cubría el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Geraldo Alckmin. El también exgobernador de Sao Paulo ha sufrido una severa derrota al quedar en cuarta posición y conseguir apenas un 4,77 % de los votos. Este batacazo ha influido notablemente la fuga de votantes hacia Bolsonaro.
Tal y como ha pasado en otros países más allá de América Latina, en Brasil se ha dado un voto castigo que ha implicado la ruptura del bipartidismo entre el PT y el PSDB.
5. Ojo con el centroizquierda
Y si la situación de la centroderecha brasileña es dramática, atentos al otro lado de esta balanza. El centroizquierdista Ciro Gomes, un temperamental abogado y caudillo del nordeste, podría tener, con sus 12,5% de votos, la llave de la presidencia de Brasil.
El resultado del domingo lo deja lejos de la segunda vuelta, pero ahora sus votos podrían cubrir una parte importante de la brecha de 17 puntos que separan a Bolsonaro (46,04%) de Haddad (29,26%). Y tener un impacto psicológico capaz de atraer otras adhesiones. Gomes, que ha sido ministro de Integración Nacional de Lula, ha dicho, según informa Efe, que discutiría con los líderes del PDT la posición para la segunda vuelta, pero ha adelantado un más que probable apoyo: "Haré lo que hice toda mi vida, que es luchar por la democracia y contra el fascismo", ha declarado.