La extrema derecha ya está aquí: ¿Hasta dónde puede llegar VOX?
El 1,4% de los españoles votaría hoy a Santiago Abascal si hubiera elecciones.
Si hoy hubiera elecciones generales, el 1,4% de los españoles votaría por el partido de extrema derecha VOX. Hace poco más de dos años, en los comicios de junio de 2016, sólo el 0,2% de los ciudadanos metió en la urna una papeleta del partido de Santiago Abascal. ¿Qué está pasando? ¿Hasta dónde puede llegar esta formación? ¿Ha desembarcado el fenómeno radical que azota Estados Unidos y media Europa en nuestro país? ¿Entrarán en las instituciones?
En el último barómetro del CIS aparece por primera vez VOX en el listado de opciones (anteriormente se le engloba en "otros partidos"). Y atención: su 1,4% de posibles votos lo situaría por encima de partidos históricos como el PNV o de fuerzas como Blldu y Coalición Canaria, pudiendo conseguir escaño en el Congreso de los Diputados.
En VOX empiezan a saborear ese subidón en las encuestas y este domingo han organizado un gran acto en Madrid en el Palacio de Vistalegre -lugar mítico en la política al ser escenario de grandes concentraciones de Podemos y de grandes mítines durante la época dorada de José Luis Rodríguez Zapatero en el PSOE-. Su exigencia: que haya ya elecciones generales.
De esta manera, la formación de extrema derecha busca mostrar su escalada demoscópica y preparar las próximas citas electorales: el superdomingo de mayo con europeas, autonómicas y municipales, además de las elecciones generales -que siempre están acechando por la debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez-. Quieren testar su fuerza, que ha visto crecer el partido durante el último año al lograr, según datos de la formación, casi triplicar desde hace un año sus afiliados. Han pasado de 3.400 a más de 10.500. Los de Abascal sostienen que están subiendo especialmente desde la moción de censura y la llegada del PSOE a La Moncloa.
Hasta ahora los dirigentes españoles solían presumir fuera de nuestras fronteras de haber frenado a la derecha ultra que hace tambalear a media Europa. España y Portugal eran el ejemplo de países inmunes a esa tendencia. Pero empieza a desaparecer esa idea y surge la duda de hasta dónde puede llegar Santiago Abascal.
"VOX forma parte de un fenómenos sociopolítico más extenso, que a España no había llegado. Pongo muchos interrogantes, pero puede ser que esté empezando. Es el populismo de derechas, los hemos visto en Austria, Alemania, Holanda, Italia, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos, Hungría o Polonia", explica Xavier Coller, catedrático de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide.
Dice este profesor que hay que esperar a ver en las próximas encuestas cómo evoluciona, pero analiza los diferentes causas sociales de este incremento en intención de voto: la inmigración, los efectos devastadores de la crisis económica, el descontento con los partidos tradicionales y la radicalización de la política ("en España se están radicalizando los bloques", subraya en varias ocasiones).
Y sigue con más factores: el periodo de cambio que está viviendo el PP en el liderazgo, que ha supuesto una "pequeña crisis" en el partido que lleva a canalizar en otras formaciones voces discordantes dentro de los populares.
Todo ello aderezado con el otro gran factor que da alas a VOX: el conflicto en Cataluña. Según David Redoli, sociólogo y vocal de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), el "tema del nacionalismo catalán tiene como efecto pantalla que se reaviva el nacionalismo español mal entendido, del que se puede nutrir VOX". De hecho, el mayor acto celebrado por el partido hasta ahora fue en Barcelona en junio del año pasado, donde logró reunir a unas dos mil personas.
No obstante, Redoli dice que por el momento parece "muy lejos" que se produzca a corto plazo una gran irrupción en el panorama político como pasó con Podemos y Ciudadanos.
Lo que sí hay que decir, continúa Redoli sobre la imagen de que aquí no calaría la extrema derecha, es que "ninguna sociedad es inmune a nada, cualquier sociedad puede experimentar procesos que pensaban que no iban a suceder en sus países o ciudades". Además, dice que el crecimiento de VOX dependerá mucho de lo que pase con el Partido Popular: "El Partido Popular se está reideologizando. Esto hace que cualquiera que sea de derecha muy dura pero quiera voto útil lo haga por el PP". El propio Pablo Casado durante la campaña de primarias comentó explícitamente que quería volver a atraer a los votantes que se habían ido a VOX o Ciudadanos.
Y es que el PP que arropa ahora a Casado conoce perfectamente a Abascal. El líder de VOX es un exdirigente popular, que abandonó el partido al creer que había debilitado sus posicionamientos. Con su salida del PP vasco, fue el Partido Popular de Madrid de Esperanza Aguirre el que le dio cobijo. Abascal llegó de Euskadi a la capital para ocupar en 2010 la dirección de la Agencia de Protección de Datos y, posteriormente, sería nombrado director de la Fundación para el Mecenazgo y Patrocinio Social.
A Abascal (Bilbao, 1976) lo afilió su padre al PP cuando cumplió la mayoría de edad. Con apenas 23 años logró ser concejal en el ayuntamiento de Llodio, gobernado por Herri Batasuna. Además, fue presidente de las Nuevas Generaciones del PP en Euskadi, desde el año 2000 hasta 2005. Fue procurador en las Juntas Generales de Álava y luego diputado en el Parlamento vasco. En 2013 decidió darse de baja del partido y lo anunciaba mediante una carta a Mariano Rajoy en el que le acusaba de haber traicionado a los populares. En enero de 2014 se presentaba VOX con la idea de "regenerar la vetusta política española, fortalecer la unidad de España y dinamizar la economía de mercado".
¿Cómo son los votantes de VOX?
Pero, ¿cómo es el votante de VOX? De la última encuesta del CIS se pueden sacar los datos sobre los que hoy optan por esta opción. La comunidad con mayor nivel de penetración es Murcia, donde el 4,7% de los ciudadanos metería la papeleta de Abascal. Luego, aparecen los madrileños, con un 3,2%, y los extremeños, con un 1,3%. Detrás se situarían Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valencia, donde el 0,7% de la población lo cita como su primera opción.
Si atendemos a las condiciones económicas, VOX logra su mayor grado de aceptación entre aquellos de clase alta y media-alta (un 1,3% lo votaría), siguiendo aquellos de nuevas clases medias. El grupo en el que peor resultados tendría en unas elecciones sería entre los obreros no cualificados (sólo el 0,3% optaría por Abascal).
Además, es un partido mejor visto por los hombres: un 1,2% de los electores masculinos optarían por Abacal, mientras que el porcentaje entre mujeres baja al 0,7%. Por edades, VOX conseguiría sus mejores resultados entre aquellos que tienen entre 35 y 44 años, con un grado de aceptación superior al 2%, teniendo como segundo grupo a los que van de los 45 a los 54 años. Los mayores de 65 años serían su target más difícil, donde solo es primera opción del 0,3%.
La interesante radiografía que nos deja el CIS muestra que VOX cala más en los grandes municipios: especialmente en las ciudades de entre 50.000 y 100.000 habitantes (donde lograría el 2,2% de los votos). Y también rascaría sus mejores resultados -un 2% de votos- en las grandes urbes españolas con más de un millón de habitantes. El porcentaje menor lo tendría en los pequeños municipios. Y el nivel de estudios: sus mejores porcentajes aparecen entre los que han cursado FP (1,4%) y estudios superiores (1,3%). El peor dato lo cosecharía entre los que no tienen estudios.
Desgranando estas cifras se viene abajo esa imagen de persona de interior de derecha cerrada e inculta. De hecho, el CIS nos dibuja hoy un perfil de votante de VOX de clase alta, con estudios y que vive en la ciudad.
Según Jorge Galindo, sociólogo y fundador de Politikon, es "difícil" todavía hacer una previsión de hasta dónde puede llegar VOX en las urnas. Señala que ahora hay una serie de temas que le benefician como la cuestión catalana y la inmigración. Y, además, indica que empieza a haber bastante espacio en los medios sobre este partido y ya sale en las encuestas. En este punto, advierte también de que dependerá mucho de cómo se comporte Abascal y si logra una imagen a lo Matteo Salvini, el polémico viceprimerministro italiano, o se queda en una "nueva España 2000".
La primera gran prueba serán las europeas, municipales y autonómicas de mayo del año que viene -si no se adelantan las generales-. Los expertos consultados ven más factible que logre su mejor resultado en las europeas, donde le beneficia que haya una circunscripción única y donde el voto de la gente es más "aventurero".
Galindo, no obstante, puntualiza que ahora mismo el espacio "de la derecha está bastante competido", después de años dominado exclusivamente por el Partido Popular. "Tenemos al PP y Ciudadanos luchando con opciones similares, y es difícil ver cómo entra un tercero. El argumento del voto útil será muy importante", indica. Y observa: "Pablo Casado en temas de mucho interés para un partido de derechas, como la inmigración, tiene un discurso bastante echado a la derecha. Esto hace que Cs intente llegar más allá también a la derecha, con lo cual la competencia es bastante grande". El sociólogo añade: "La estrategia de VOX es entrar en las europeas y luego conseguir en las generales un escaño en Madrid".
La extrema derecha ya está aquí. ¿Hasta dónde llegará VOX?