Los trucos que usa 'Cuéntame cómo pasó' para estar en todos los hechos históricos
El atentado contra Carrero Blanco, la Revolución de los Claveles o la Operación Galaxia son solo algunos de ellos.
Desde San Genaro al resto del mundo. Ese ha sido el recorrido de la familia Alcántara en Cuéntame cómo pasó (TVE) desde 1968 hasta 1987 (entre 2001 y 2018 en tiempo real). Desde entonces, la audiencia los ha ido acompañando con Carlitos como hilo conductor —desde sus ocho años y con la voz en off de Carlos Hipólito— en hechos históricos como el atentado contra Carrero Blanco, los disturbios en la universidad durante el franquismo, la Revolución de los Claveles y la caída de la dictadura salazarista en Portugal, el rodaje de Bella de día (de Luis Buñuel) con Catherine Deneuve en Madrid, la visita de Kissinger a España, la fallida Operación Galaxia o la transición española y el intento de Golpe de Estado de Tejero. Parecía casi imposible vivir todo eso desde un pequeño barrio del extrarradio madrileño, pero Cuéntame cómo pasó lo ha conseguido.
Cuéntame narra el pasado, pero lleva 17 años siendo actualidad de la televisión de España. Y en estos momentos más que nunca, cuando sus fans ven peligrar el futuro de una serie que —aunque teóricamente debería haber finalizado hace 11 años— cuando termine de emitirse dejará un gran vacío en la parrilla, en la que le han acompañado una media de cuatro millones de espectadores durante 19 temporadas (y llegó a rozar los siete millones de espectadores). De esa temporada 19 se estrena este jueves la segunda mitad. Y ese final parece cada vez menos imposible con la marcha de Ricardo Gómez y Elena Rivera, Carlos y Karina, los jóvenes imprescindibles de la ficción en la que crecieron como actores.
A pesar de que muchos piensan que el gran corazón de Cuéntame en San Genaro es la travesía de Tito Fernández, el rincón que de verdad da vida al barrio nunca se ha visto en televisión. El HuffPost ha sido testigo del rodaje de la serie y ha estado en la sala donde trabaja el equipo de Arte, los profesionales que diseñan absolutamente todo lo que permite que nos creamos que la historia se desarrolla en el momento en el que se contextualiza cada capítulo.
Los particulares prestan objetos para ambientar la serie
Cada personaje, cada casa, cada lugar de la serie tiene una ambientación diferente en función del personaje, de su clase social, de su nivel económico, de su personalidad, de la época, de los acontecimientos, del momento político... Sobre ello y a partir de las descripciones y pinceladas que les aporta el guión, el equipo de arte empieza a dibujar, a decorar. Así, y también con las anotaciones del director, el decorado va tomando forma.
Los cambios se van introduciendo poco a poco, especialmente teniendo en cuenta que la serie empezó casi con la llegada del hombre a la Luna y ya ha alcanzado los años en los que nacieron los primeros millennials. Los coches, el papel de las paredes que deja paso al gotelé y el propio vestuario marcan una época dentro de la propia ficción que ha logrado sumergirnos en décadas tan dispares como los 60, los 70 y los 80. Para hacerlo creíble, han contactado con hospitales, asociaciones, coleccionistas, particulares... Gracias a todos ellos han podido ambientar San Genaro con teléfonos antiguos, carteles, radios, libros, multicopistas de imprenta, mandos a distancia, etc.
Semanas de reconstrucción de escenarios in situ
Sin embargo, no solo de San Genaro vive Cuéntame: la Universidad Complutense de Madrid, la discoteca Alcalá 20 o el Hipercor objetivo del atentado de ETA en 1987 también han sido escenarios de la serie, y algunos de ellos se recrearon in situ y a gran escala, como Alcalá 20. "Alcalá ha cambiado mucho, es muy difícil grabar ese tipo de secuencias en la calle y se recreó todo", a base de recopilar información, documentarse con vídeos, entrevistas, titulares y muchas fotografías, explica Carlos Llanos. Él es uno de los responsables deque Cuéntame sea lo que es: un retrato exacto del pasado de España. Para este capítulo en concreto, La noche no es para mí, necesitaron un decorado de 200 metros cuadrados (el espacio de la discoteca) más el exterior. Todo ello les llevó seis semanas de trabajo en un trozo de la madrileña calle Alcalá, asesorados por un grupo de bomberos que estuvieron en la tragedia y trabajando con otros profesionales en activo que hablaron con los protagonistas para preparar el capítulo.
La recreación de la época no es solo un truco de pantalla. Es tan exacta que franquear la barrera que separa el mundo actual del barrio de San Genaro es como viajar en el tiempo hasta los años 80 de este rodaje. Si nadie desvelara que esto es un decorado donde se lleva a cabo la grabación de una serie, bien podría pasar por un barrio antiguo.
Fotos reales que inspiran los capítulos y logos inventados
De vuelta a la oficina de arte, todo son recuerdos de temporadas pasadas o de quienes inspiraron la ambientación del universo Alcántara, así como la construcción de sus personajes. Fotos de bodas antiguas, fotos de orlas de 1930, incluso esa portada de Telva en la que Mercedes (Ana Duato) era, en un primerísimo primer plano, la Mujer ideal 1971. De aquí salen hasta los logos de los bares de la serie, como el del Fly. Ellos son los responsables de que todo encaje bien con la época.
Así se dibuja la serie y se envejecen los decorados
Aquí se puede conocer la historia de Cuéntame en dibujo: cualquier escenario pasa por el lápiz de estos profesionales antes de montarse. Ya sabemos, antes de su emisión, cómo será la arrocería de Paquita. No se trata solo de imaginar, estudiar, dibujar y montar. Una vez que tienen el escenario y que graban la secuencia, hay que tocar el color y meterle filtros en postproducción para conseguir la textura y la calidad de la imagen, para que no chirríe lo nuevo que en realidad es cada espacio con la época que nos intentan vender. Para ello también tienen otras fuentes de inspiración, por ejemplo, en el capítulo en el que Merche y Antonio viajan a Canarias, Pareja made in Spain, el equipo tomó las referencias del cine de Alfredo Landa. Al final, los decorados son nuevos y hay que envejecerlos. "Que haya sido vivido y se note. Como el vestuario, que hay que sufrirlo", añaden.
Portadas de revistas inventadas
Los titulares que vemos en las revistas de la producción del Grupo Ganga también son de su invención. Paquita (Ana Arias) es portada de Interviú en un sueño de Miguel (Juan Echanove) y el titular Paquita, que ardan los fogones es cosa de arte, así como la portada de François (Aida Folch), la francesita que nos vuelve locos. Ocurre lo mismo con las ilustraciones de las portadas de los libros que escribe Carlos.
Los secretos del piso de la familia y las paellas a las 9 de la mañana
Pero si hay un emblema de Cuéntame que ha ido cambiando temporada tras temporada, con la decoración o la posición de los muebles, ese es el piso de los Alcántara, el que compraron "peseta a peseta" como tantas veces ha repetido Merche. Ahora, la casa viste de gotelé sus paredes y nada tiene que ver con la que vimos al principio. Sin embargo, uno de los iconos que permanece intacto desde sus comienzos es el cuadro de la cacería, que cambia de lugar pero siempre está ahí, en esta ocasión en el hall.
En la cocina todo tiene que estar operativo (funcionan tanto electrodomésticos como la toma de agua) y si hay algo que es real como la vida misma son las paellas que los Alcántara se meten entre pecho y espalda. Llegan por encargo, pero son previsores y piden dos o tres que se hacen muy difíciles de comer a las nueve de la mañana. "Hay que tener en cuenta que si hay que repetir escena... hay que empezar paella", desvelan en la productora.
Además, hay trucos para mantener las famosas croquetas de Paquita, pero esa es otra historia. Hasta los electrodomésticos denotan la época y entre ellos no falta el VHS. La serie hila fino incluso con las máquinas recreativas que aparecen en los bares, para no meter la pata y asegurarse de que existieran realmente en aquella época.
Marcas que nacen a raíz de Cuéntame
Algunas marcas han nacido en la vida real a raíz de la serie. De hecho, ya existe el vino Cruz de Sagrillas, explican, aunque no tiene nada que ver con Cuéntame. El nombre salió antes en la serie, como las marcas de cerveza que aparecen, inventadas por el departamento artístico.
El sexto Alcántara
Al final, el desafío está en contar la historia de un país a través de un salón. Porque el sexto Alcántara existe, el que no vemos, que es el televisor. Y el séptimo es la historia. Así consiguen que el espectador se meta tanto en la historia como para apreciar de cerca detalles extraordinarios, algunos de ellos nacidos de increíbles casualidades, como el parecido físico, cada vez mayor, entre Ana Duato y Pablo Rivero (madre e hijo en la ficción). Seguramente ni el equipo de casting podría imaginarlo en 2001.
La localización real de San Genaro
Con el paso del tiempo Inés (Irene Visedo), Toni (Pablo Rivero) y Carlos (Ricardo Gómez) han ido creciendo y volando del nido, aunque sin desvincularse del barrio, por lo que no todas las casas sitúan a los Alcántara en San Genaro. El guión coloca el pisazo de Toni y Deborah (Paloma Bloyd) en Pío XII, mientras que el de Inés y Marcos (Carlos Cuevas) está en Argüelles, lejos de San Genaro, que teóricamente está en los aledaños de la M-30. El barrio de la Concepción, Moratalaz o el barrio de Valdezarza han sido algunos de los que han inspirado este núcleo. El equipo los visitó todos cuando todavía se barajaba una localización real.
La escena de Herminia y Antonio
Hoy (en el momento de este rodaje), en la travesía de Tito Fernández con avenida Doctor Roberto Cairo (en honor al actor que interpretó a Desi) y calle de San Genaro suena el claxon de un Renault empujado por parte del equipo hasta la puerta del Bistrot París-Nalón, donde brilla su rótulo de neón. En él circula un caracterizado Imanol Arias, que acaba echándose unas risas con María Galiana (Herminia).
Las tomas falsas también existen para los Alcántara, por muy asimilado que tengan su personaje tras tantos años. Aunque no se engañen por este momento: los coches arrancan sin problema, pero es preferible evitar según qué velocidades en este pequeño rincón del barrio. Aquí, Herminia está incansable —tanto que Ricardo Gómez, el más joven hasta la llegada de María (Paula Gallego), ha abandonado la serie antes que ella— y repite escenas entre silencio y silencio. En Cuéntame, los capítulos se graban a ritmo de emisión para mantener el contacto con la audiencia.
La serie ha tocado todos los palos
La serie ha tenido tiempo para todo: capítulos o temporadas enteras cómicas, dramáticas, con tensión, con intriga... Seguramente esa sea parte del secreto de Cuéntame, además de la verdad que encierra cada secuencia. Otro de ellos ha sido la incorporación de nuevas generaciones, a las que va alcanzando la contextualizacion y se sienten identificadas con lo que ven.
Todo ello se ha hecho, principalmente, en 7.000 metros cuadrados de un plató que ha ido creciendo con la evolución de San Genaro, con un asfaltado real y un cambio al ritmo de los tiempos. Carlitos vivió sus mejores momentos en el camión de un descampado —jugando con Josete (Santiago Crespo) y Luis (Manuel Dios), y también con Karina y Maika (Patricia Ponce de León)— que ya no existe. En su lugar hay escaparates de tiendas ayudan a dar fe de la evolución tecnológica. Y de 20 años de historia en una sola ficción que muchos, entristecidos por su posible final, piden que dure 20 años más.