El Barça solventa el estreno liguero con un triunfo sin brillo (3-0)
El cuadro de Valverde mostró síntomas de estar aún en pretemporada pese al abultado resultado y sólo la genialidad de Messi y la entrada de Coutinho le sacaron del sopor
Se abrió el telón de la liga en el Camp Nou y compareció un Barça destensado, rutinario, como si la monotonía de la liga le empezara a pesar y tuviera en el subconsciente la anhelada Champions que reclamaba Messi el pasado miércoles en el trofeo Joan Gamper. Por momentos pareció más una pachanga estival que un partido oficial de liga. Muchos de los titulares han regresado de las vacaciones hace escasos días y ese detalle fue decisivo para el devenir del duelo. Si bien, un campeón del mundo como Ousmane Dembélé fue el más activo en una primera parte tediosa y monótona. El francés, que adelantó su regreso de vacaciones, fue el más entonado. Si en la Supercopa decidió el partido con un latigazo desde fuera del área, anoche se mostró muy participativo e intentó combinar con Messi constantemente. El Barça monopolizaba el juego y el Alavés buscaba las contras por el carril izquierdo. Semedo descubría su espalda y Jony percutía por el único resquicio que el cuadro vasco encontraba.
No sucedía nada hasta que en el minuto 38, en una jugada episódica, un golpe franco, surgió la figura de Messi para poner el balón en el travesaño. Fue el detonante para que todo el equipo se enchufara. Al minuto siguiente, una pared entre el propio Leo y Dembélé, acabó con un disparo de éste que Pacheco frustró cuando todo el Camp Nou cantaba el gol. Los de Valverde merodeaban el tanto y al filo del descanso, la conexión entre el capitán y Alba, propició una nueva ocasión del '11' francés con un disparo que rozó las mallas.
Se reanudó el choque y la tónica no cambió. Valverde introdujo más madera con la inclusión del mago Coutinho. El Barça encerraba a su rival y los pupilos de Abelardo solo podían achicar agua. Hasta que por fin Messi encontró la red en una nueva falta en el balcón del área. Corría el minuto 64. Lo buscaba el equipo local y lo encontró en las botas de su mejor hombre. El argentino lograba el tanto número 6.000 del Barça en liga. Una cifra redonda que solo podía llevar su nombre. El 'diez' destapó el tarro de las esencias y al minuto siguiente recibió un balón en el área, se revolvió y su disparo se estrelló en la cruceta.
Quien no se pudo sumar a la fiesta fue Luis Suárez, que sigue enfadado con el gol y convirtió a Pacheco en héroe. El Alavés aguantó hasta que el cancerbero de Badajoz lo sostuvo en pie. Salvó un mano a mano con Coutinho tras una excelsa asistencia de Messi pero no pudo atajar la siguiente. El brasileño se internó por el carril izquierdo, caracoleó, amagó y soltó un disparo seco a bocajarro imparable para el portero visitante.
Messi puso la puntilla en el último minuto de un choque sin historia y que no sirve para sacar muchas conclusiones. Debutó Arturo Vidal y el Camp Nou le ovacionó. Se espera mucho del guerrero chileno.