Científicos de Yale descubren por error la manera de comer grasa y no engordar
Inhibiendo algunas proteínas se cierran los vasos que absorben los lípidos.
A veces los errores tienen consecuencias maravillosas. Quizá el más conocido fue el descubrimiento de América por Cristobal Colón, que iba buscando otra cosa. Pero la ciencia tampoco escapa, y un fallo ha dado lugar a hallazgos tan importantes como la penicilina.
Una de esas maravillosas meteduras de pata ha ocurrido hace unos días en un laboratorio de la Universidad de Yale. Un grupo de científicos estaba llevando a cabo un experimento en el que esperaban crear un ratón con obesidad mórbida.
Como dice la propia institución en su web de noticias, "fallaron miserablemente" pero en el proceso descubrieron algo "mucho más interesante" que podría derivar en un tratamiento contra la obesidad.
"Creamos un ratón que come grasa pero no engorda", ha explicado la profesora de Cardiología y Fisiología Celular y Molecular Anne Eichmann, miembro del estudio que ha sido publicado en la revista Science.
El experimento, liderado por el científico Feng Zhang, sirvió para entender que la ausencia de dos moléculas 'cerró' los vasos especializados en el tejido linfático y evitó la absorción de partículas de grasa conocidas como quilomicrones.
Los lípidos son absorbidos por el tejido linfático en los intestinos por medio de portales conocidos como vasos quilíferos. En la mayoría de los casos, la entrada de lípidos a los vasos se controla por medio de estructuras similares a un botón y fácilmente penetrables.
Pero en los ratones que carecen de factor 1 de crecimiento endotelial vascular y de la proteína NRP1, los vasos se cierran y los lípidos se excretan, en vez de absorberse. Ese cierra puede también ser inducido en ratones normales inhibiendo la proteína Rho kinase ROCK.
Eichmann apunta que un inhibidor de la ROCK ya se utiliza en un medicamento para tratar el glaucoma y podría probarse en la absorción de lípidos y el aumento de peso.