Había decenas de cámaras preparadas para captar esa imagen. El productor estadounidense Harvey Weinstein se presentaba este viernes 25 de mayo con chaqueta oscura y camisa clara en una comisaría del sur de Manhattan para ponerse a disposición de la Justicia por los cargos de abusos sexuales levantados contra él.
Bien rodeado, el productor de 66 años no llegaba con las manos vacías. Llevaba tres obras que han captado la atención de muchos. Una parecía ser una libreta de notas de cuero. Las otras dos eran libros: una biografía del cineasta americano Elia Kazan, escrita por Richard Schickel, y otra biografía titulada Something Wonderful, escrita por Todd Purdum. Dos obras que recuerdan que, pese a ser persona non grata en Hollywood en la actualidad, Harvey Weinstein se mantiene vinculado al mundo del cine y el espectáculo.
Elia Kazan: A biography trata sobre la vida del director de La ley del silencio y Un tranvía llamado deseo. El director, muy influyente en los años 50 y 60, también es conocido por haber participado activamente en la "caza de brujas" contra los sospechosos de ser comunistas en la América de McCarthy, de lo cual se arrepintió más tarde, según Libération. "Tomé conciencia del carácter terrible de mi acto: no en el aspecto político, ya que sin duda era una actitud correcta, aunque ya no tiene importancia que lo fuera o no; lo único que cuenta es el aspecto humano. Me dije: has hecho daño a un ser humano, a uno de tus amigos y a su familia, y el aspecto político te lo puedes meter por el culo", escribe en su biografía.
En Something Wonderful (un título que evoca todo lo contrario de lo que está viviendo Weinstein), el periodista de Politico Todd Purdum elabora una biografía cruzada de los compositores Richard Rodgers y Oscar Hammerstein II, que trabajaron juntos y escribieron y compusieron canciones para el teatro. Su "alquimia" descrita por Purdum dio vida a algunas de las producciones más célebres de Broadway, como Oklahoma!, Carousel, South Pacific, El rey y yo y Sonrisas y lágrimas.
Venir con estos estos libros "es puramente comedia, una puesta en escena", asegura a la edición francesa del HuffPost Louis Jublin, director asociado de la agencia de comunicación Albera Conseil.
"En Estados Unidos, el tribunal mediático a veces es más importante que el tribunal judicial y los acusados juegan con ello. Con estos libros, él quiere demostrar que, pese a todo, sigue siendo un gran realizador de cine y que seguirá vinculado al séptimo arte, pase lo que pase. Quizá también quiere aprovechar para decir que, al final, como con Elia Kazan, sólo nos acordaremos de sus obras y no de sus historias con la justicia. Aunque, al contrario, yo pienso que sus imágenes saliendo del tribunal con las esposas van a quedarse grabadas en la mente de la gente".
En 1952, Elia Kazan testificó ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses y señaló a varias personalidades de la industria —entre ellos al dramaturgo Clifford Odets y al actor Morris Carnovsky— como comunistas. El realizador se convirtió, por ello, en persona non grata en Hollywood.
Sin embargo, parece que la reputación de Elia Kazan resistió finalmente al escándalo político, ya que después de su testimonio ganó el Oscar a Mejor director por La ley del silencio y un premio a la mejor película dramática en Cannes por Al este del Edén, ambos en 1955. En 1999, incluso recibió un Oscar honorífico... que muchos espectadores decidieron no aplaudir, según The Guardian.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Francia y ha sido traducido del francés por Marina Velasco Serrano
9 de octubre
El lunes 9 de octubre la actriz y creadora de la serie Girls escribió una carta en The New York Times lamentándose del silencio de los hombres de la industria a la hora de condenar el acoso se...