¿Qué NO tendríamos en la ficción si Antonio Mercero no hubiera existido?
Diez colegas creadores de ficción han contestado amable y puntualmente a esta pregunta que les he lanzado.
Se ha muerto Antonio Mercero, que creó La Cabina (nuestro Emmy rotundo), Verano Azul, que ahí sigue, imbatible, Farmacia de guardia, que abrió mil puertas a la comedia familiar jacarandosa, o Espérame en el cielo, un comedia sobre un doble de Franco que podría haber firmado el Woody Allen de La rosa purpura del El Cairo, según me apunta el guionista Carlos Clavijo.
Yo he defendido Verano Azul a morir, siempre. Incluso cuando no era cool hacerlo. Siempre he creído que sin ella, no estaríamos aquí, en esta ficción nuestra, sin los pasos que recorrió esa serie que hoy sería, sin más, imposible de plantear. ¿Dejaríamos a nuestros niños subirse al barco de un viejo pescador solitario en pantalón corto y pasar allí largos ratos, sin wifi, además?. Rotundamente no. La cosa es: Verano Azul fue transgresora, moderna, y salió de la cabeza de un hombre que también lo era. Como lo fue La Cabina, sin género de dudas.
He lanzado a diez colegas guionistas, creadores, directores de ficción, la siguiente pregunta: ¿qué crees que NO tendríamos en la ficción si él no hubiera existido?. Todos le han brindado un homenaje rotundo pero uno, Daniel Sánchez-Arévalo, me ha contado además una historia hermosa que cuenta mil pequeñas historias igual de hermosas.
Así que aquí va todo, in memoriam.
Daniel Sánchez Arévalo. Director y guionista de cine y televisión (Farmacia de guardia, Azuloscurocasinegro, La gran familia española).
Espero que no suene narcisista, pero... ¿qué no tendríamos sin Antonio Mercero? Pues, a mi. Porque yo estoy aquí me dedico a lo que me dedico, y he llegado donde he llegado gracias exclusivamente a Antonio Mercero. A Mercero y a mi hermano. Un día mi hermano me ve escribiendo en mi habitación, (yo acababa de licenciarme en Empresariales y buscaba trabajo en un banco, compañía de seguros, auditorías) y me dice:
Mi hermano Ignacio trabajaba en Antena 3. Al día siguiente se coló en un plató de Farmacia de Guardia y robó de la basura un guión que ya habían rodado. Me lo plantó delante y me dijo, "así se escribe un guión". En ese momento, ese guión se convierte en una especie de Biblia y dos semanas después le digo, "Ignacio, ya tengo escrito un guión de Farmacia de Guardia". Y él, "anda Dani, que eso es imposible, dale una vuelta, venga". Yo hice como que se la daba y mi hermano se lo llevó a Antena 3. Era muy amigo de un ayudante de dirección de la serie. Se lo leyó, le gustó mucho, se lo pasó a la mano derecha de Mercero y ella, a él. Así que un día me llama el propio Mercero, que quiere verme. Yo era un chavalito de 22 años con miedo a todo y más a un gran ídolo Mercero. Me fui a verle:
-"Me ha gustado mucho tu guión"- me contó- "pero no vamos a hacerlo. Lo he pasado a mi equipo y parece que hay algo parecido que se ha hecho ya en otros sitios".
Me debió ver tan desvalido que ante de marcharme me dijo:
-"Pero vete a tu casa y me escribes una sinopsis o un par de ellas. Pero una página, ¿eh?, piensa historias".
Me fui a casa y una semana después le entregue tres sinopsis y él eligió una, que se llamaba No sufras, capullo, y trataba sobre la operación de fimosis a la que se tenía que someter el hermano mayor Quique.
Gracias a eso me convertí en guionista. Entré de la mejor manera y de la mejor mano posible, la de la persona más influyente de la ficción televisiva y cinematográfica española. Si no fuera por Mercero yo no estaría haciendo cine, estaría vendiendo seguros.
Así que imagina el amor, el cariño que le tengo. Luego ya se erigió en mi maestro, mi tutor. Me arropó, me siguió dando trabajo, me siguió recomendando y empecé a trabajar para otras series. Conmigo se tomaba esfuerzos, yo hacia seis o siete versiones de cada guión y el resto de guionistas ya consolidados sólo una, y a mi eso me frustraba un poco, pero entendí que él estaba enseñándome. Fue el mejor de los maestros y una persona muy querida con la que he seguido tenido una relación muy estrecha. Con él y con sus hijos Antonio e Iñaki. Para mi es parte de mi familia, de mi vida.
Diego San José.
Guionista de televisión y cine (Fe de Etarras, Ocho apellidos vascos, Vaya semanita)
"Ni un Emmy ni a Julia"
Respuesta corta: no tendríamos un Emmy (La Cabina ganó el Premio Emmy de la Academia Nacional de Televisión, Artes, y Ciencias de Nueva York en 1973)
Respuesta larga: no tendríamos uno de los personajes femeninos más interesantes de nuestra ficción. Una mujer que vive sola y es feliz sin desarrollar ningún vínculo emocional con nadie. En ningún momento se le abre una trama amorosa, no le hace falta. Ésa es su elección. En 1981. En España. Todos recordamos a Chanquete, pero creo que Julia es más importante.
Carlos Clavijo. Productor, creador y guionista (El Divo, Noche sin tregua de Paramount Comedy)
"Mercero era un maestro de la empatía"
En otro país le habrían hecho un monumento por La Cabina, una pieza que está a la altura de Hitchcock. El Gobierno debería dar sus condolencias.
El año pasado, en Cannes, financiando una peli de terror varios productores ingleses me hablaban de La Cabina, fíjate. Se le conocía fuera y lo flipaban. Lo que logró, en un país tan precario, es increíble. Y luego, el "toque Mercero", ese humanidad de sus personajes, esa varita mágica para hacerles populares.
Pienso en Farmacia de Guardia o en Verano Azul y veo estructuras que usaban los yanquis traídas aquí, con personajes con idiosincrasia local, y que calaban en la gente. Piensa en Chanquete, en Julia de Verano Azul, etc. Nos ha dado momentos y personajes únicos.
Un GENIO.
Aurora guerra. Guionista (El secreto de Puente Viejo, Acacias 38).
"Dignificó las series costumbristas"
Tuvo ese mérito, darles dignidad a las series costumbristas, sencillas, efectivas. Hacía series de calidad y que funcionaban como un tiro sin rasgarse las vestiduras. ¿Qué no tendríamos? El placer de hacer series para el gran público sin sentirnos mediocres por ello. El poder dar al público (nuestros verdaderos jefes) entretenimiento puro y duro de calidad. Mercero era además ADORABLE. El tío mas simpático del mundo, yo no era mas que una mocosa y jamás fue de soberbio. Conmigo, al menos.
Y La Cabina, un clásico
Miguel Salvat. Director de producción original de HBO.
Creo que con La Cabina hizo que por primera vez la ficción local en televisión en España tuviera un impacto brutal y masivo, inédito hasta entonces aquí.
Y se empezó a hablar del creador como concepto, cosa que antes simplemente no existía.
Josep Císter. Director de ficción de BoomerangTV (La otra mirada,El tiempo entre costuras)
"Supo explorar para exponer la idiosincrasia de un país que se despertaba"
Para mí es el arquitecto de la ficción española. Mucho del camino que ahora estamos recorriendo se lo debemos a él. Con él comienza el consumo de la ficción española televisiva para grandes masas. Y logra congregar a toda la familia frente al televisor.
Cuando arranca la tele en España son muchas las ficciones que llegan de EEUU y con Crónicas de un pueblo o Verano azul, él es una de las personas fundamentales que abre el camino para contar nuestras historias. Para contar las historias desde nuestro punto de vista. Para hablar de personajes cercanos a nosotros y para contar lo que verdaderamente nos importa.
Sus trabajos tienen un gran factura técnica y en esa época no debía ser nada fácil. Él pone la primera piedra y deja el listón muy alto. Sin ese nivel de exigencia, seguramente no seríamos como somos. Supo explorar para exponer la idiosincrasia de un país que se despertaba, y lo hizo utilizando un discurso sincero, emotivo, que marcó una época pero que trascendió y marcó un camino en la ficción de este país.
Mariano Barroso. Director de cine (ganador de tres Goyas. Extasis, Todas las mujeres, Los lobos de Washington).
Cuando vi La Cabina con 10 o 12 años me quedé atrapado mirando al televisor. Lo que contaba era una historia aún más real que la realidad. Me identifiqué con la angustia del personaje de López Vázquez, que el director contaba con mínimos elementos y enorme despliegue de humanidad. Eso era Mercero para mí.
Javier Olivares. Creador y guionista de ficción (El ministerio del tiempo, Isabel)
Un ejemplo de gran profesional cuya evolución muestra el paso de nuestra industria, desde la vanguardia hasta lo comercial en las cadenas privadas.
Desde La Cabina hasta Farmacia de Guardia pasando por hitos que marcan una generación como Verano azul.
Álex Pina. Productor, creador, guionista (La casa de papel, Vis a vis, Los Serrano)
Yo creo que los recuerdos de infancia y de los veranos de infancia están vinculados profundamente a aquel Verano azul. Y la melancolía de infancia también.
Alberto López. Guionista. (El Ministerio del tiempo, El club de la comedia, 7 vidas, Aída)
"No tendríamos... FICCIÓN"
Como creador de muchas de las series españolas de más éxito de los últimos 40 años, creó las bases para una INDUSTRIA. Algo que, mejor o peor, tenemos ahora. Por otro lado, Mercero conjuga muy bien esa capacidad de hacer algo tan novedoso, original e inquietante como La Cabina, y series tan familiares como Verano Azul o Farmacia de Guardia. Vamos, lo que demuestra que el guionista español se adapta A TODO.
Y fue seguramente de los primeros show runners, algo que se perdió en algún momento y que parece hemos vuelto a recuperar.